Historia de Naytire

El libro de Ned y los protectores

Tardé casi una semana en ordenar la biblioteca, y durante ese tiempo pasaron muchas cosas. En primer jugar conocí a Tommy, un chico algo más joven que yo, ayudante del cocinero jefe de palacio y enamorado perdidamente de mi compañera de cuarto, Adele. Lo único que le impedía a Tommy comunicar sus sentimientos a Adele, era su gran timidez y el hecho de haber-se quedado mudo cuando era un niño. Esto último en teoría no tendría que ser nada malo, pero para él no es fácil comunicar-se con los demás a través de frases, dibujos y gestos. Además Adele no sabe leer.

La princesa Cherry, volvió a palacio después de estar casi diez años estudiando en un internado para gente muy refinada y con dinero. Por lo que me contaron, la princesa volvió con un aspecto muy diferente al que se fue; usaba lentillas acules, pelucas estrafalarias, vestidos demasiado llamativos, usaba maquillaje para parecer más pálida y tomaba una pócima especial para que su voz sonara fuerte y potente. Lord Demmon se entristeció al ver a la princesa Cherry tan diferente, al verla convertida en una chiquilla chillona y mal educada con el servicio, en vez de una joven mujer, una princesa que respetara al pueblo.

Y para terminar la semana, encontramos un nido de ratones en la biblioteca. Eran más de 20 roedores que se escondían entre las paredes, y que por la noche salían en dirección a la cocina.

Cuando todos estos sucesos terminaron, por fin pude explorar la biblioteca en busca de libros que pudieran interesarme. En ese momento solo estábamos en la estancia Tommy y yo, bueno, Lunero también estaba allí pero como dormía no le hicimos demasiado caso. De repente, Tommy sacó la libreta que utilizaba para comunicarse y se puso a escribir en ella:

-"¿Sección de documentos antiguos?"- escribió en la libreta.

-Me parece bien- le respondí a Tommy- puede que allí encontremos algún libro u objeto interesante. Mientras no toquemos nada de la sección privada de Ned, él no se enfadará con nosotros.

Tommy me dijo que si con la cabeza i nos dirigimos hacia las entrañas de la biblioteca.

Esa zona era la más oscura y tenebrosa de la biblioteca, es más, me atrevo a decir que era la sala más terrorífica de todo el palacio. Guardaba los documentos más antiguos de todos los reinos, y si ya entraba poca gente a la biblioteca, menos por esa zona. Siempre estaba desértica a cualquier hora del día. Se trataba de una habitación circular, llena de vitrinas, un par de armarios con libros y una paqueña ventana por done pasaba la luz.

Tommy y yo nos quedamos asombrados, por los extraños objetos que invadían la sala, y sin necesidad de palabras ni gestos, los dos nos dispersamos por la sala, sin saber que buscábamos. Mientras Tommy curioseaba mirando por las vitrinas, yo me puse a buscar por los armarios y al abrir el primero, un libro se calló a mis pies.

Era un pequeño libro tapizado de verde y rojo, decorado con hilos de oro y colores vivos, y en el centro, el retrato de un león azul con cara de lagarto. No tenía título así que decidí llevármelo a la sala principal. Tommy también encontró algo para leer, y también se vino con migo.

Al llegar a la sala principal vimos que Lunero estaba despierto, y parecía que nos estaba esperando en una de las mesas de la sala. Nos sentamos en la donde la enorme ave nos observaba con curiosidad, cuando vio el libro que llevaba en las manos, sus pupilas se dilataron y me presto especial atención.

Al abrir el misterioso libro, la primera página estaba en blanco, y como marca páginas, una pluma gris que debió pertenecer a una gran ave. Pasé la página dispuesta a empezar a leer, pero también estaba en blanco, y la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta... todo el libro estaba en blanco. Volví a la primera página indignada, por el descubrimiento de que el libro era un diario en blanco.