Justice

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Se abalanza sobre mí. Me tira al suelo. Lo tengo justo encima de mí con la boca atrapada en mi lanza, y es cuando me doy cuenta de sus ojos. Su núcleo es blanco como la nieve y el resto negro como la noche. Me recuerda a la luna llena en una noche de verano. Dejo de fijarme en esos extraños ojos, y le doy un empujón con los pies para liberarme de él, pero al hacerlo, se cae en el suelo duro y gime de dolor. Le he herido. "pero no le hagas ni un rasguño, o con la muerte te encontraras" otro fragmento del poema hace su aparición por mi mente, y en cuanto se va, la bestia vuelve a atacarme. Esta vez yo soy más rápida y antes de que me tire él lo tiro yo al suelo. Esta vez en el forcejeo, soy yo quien sale con heridas en el hombro, estoy sangrando. Me coloco encima de la bestia y le ato la soga al hocico y lo inmovilizo con las manos por el torso, y con las piernas las patas traseras.

Pero el animal es más fuerte y listo de lo que parece, me da un cabezazo que me deja desorientada y le deja liberado. Vuelvo a intentarlo me tiro encima del animal con una rapidez felina, ato de nuevo la soga a su hocico y le inmovilizo como antes. Esta vez ya no se escapa. El animal no se rinde y sigue con el forcejeo, pero lo tengo bien atado. Mientras mi cabeza piensa que hacer más para que no se mueva ocurre algo increíble.

-¡¡¡HAY!!! – Escucho un lamento que proviene de la bestia maniatada en el suelo – ¡¡que ya me tienes mujer, por favor piedad, que me estás haciendo daño!!– "cuando la bestia pronuncia palabras por su boca, es que ha sido dominada" es lo que nos dijo Ned durante el entrenamiento. No me lo pudo creer, la he atrapado.

-¿Cómo te llamas? – le pregunto a la criatura que tengo en frente y empiezo a quitarle la soga, con cuidado de no hacerle daño, pera que después no me lo haga a mí (he aprendido la lección).

- Justice. Mi nombre es Justice. – dice la bestia con un cierto tono de agotamiento. "justicia" en el antiguo lenguaje del bosque, no es un mal nombre.

- El mío es Cala. – le digo a forma de saludo. Termino de quitarle la soga del hocico, Justice se levanta, malherido y cojeando por una de sus patas y es en este preciso momento, me doy cuenta de lo enorme que es.

- Siento lo del hombro... - dice Justice con un cierto tono de lamento en la voz. Ya había olvidado lo del hombro, pero al ver todo lo que sangro empiezo a preocuparme. - ... será mejor que te hagas la primera cura, el castillo queda a un par de días de aquí. – Continua Justice – sinceramente, has tenido mala suerte al dominarme el primer día. Pero mira el lado positivo, puedes hacer una ruta turística por el bosque de Big Tree. – dice finalmente Justice con una leve sonrisa.

Accedo a que me ensañe el bosque para así de paso conocer mejor a la bestia que acababa de domar, pero antes me doy la cura a mi mal herido hombro, el dolor empieza a ser insoportable.


Caminamos durante una hora en absoluto silencio. El dolor del hombro era más soportable cada 10 metros que recorríamos. Los tenues rayos de sol acariciaban mi cara. Justice no me quita el ojo de encima des de hace un rato. De repente bosteza. Le veo los grandes colmillos que tiene incrustados en la boca, uno de ellos tiene una caries. Y entonces se rompe el silencio.

-háblame de ti Cala. – Espeta de repente Justice en mi cara como quien no quiere la cosa - ahora que vamos a ser compañeros, necesitaré saber cosas de ti. –

- Hem... Bueno, tengo 17 años, nací en las tierras del sol en una pequeña granja en las afueras tocando el bosque, des de hace cinco meses soy la ayudante del bibliotecario real, - empiezo a hablar de mi vida hasta que justice me interrumpe – ¿Des de cuando sabes que eres una elegida? – me pregunta por lo bajo –

- A la que hice una semana en mi cargo me entere de... Bueno... La posibilidad de domar una bestia. –

- ¿Puedes decirme lo que ponía en el poema sobre mí? – de repente, y sin previo aviso me pregunta sobre el poema, lo cual me formula otra en la mente.

- Claro que puedo, pero antes, ¿Qué hacen con los poemas un vez que los encierran con llave en la cajita de madera? – le pregunto. Y la pobre bestia se ve obligada a quedarse con las ganas de saber lo que decía el poema y a contestar.

- No lo sé. He oído a algunos humanos que pasan por aquí y que saben de este tema, hacen para los que no sobreviven, poder tener un recuerdo de ellos. Porque a fin de cuentas, las bestias somos el reflejo de los elegidos, y cuando matamos a la persona que se nos ha asignado, no lo pasamos demasiado bien... No sé si me explico... Es como si al matar al humano, nosotros también muriéramos, pero a diferencia, de que nosotros seguimos respirando. –

- ¿Y qué hacen con los poemas de los que si sobreviven? – le pregunto.

- He oído que se los devuelven en algunos reinos, en otros los queman. Por eso te ha pedido que me lo recites antes de que se te olvide. –

- bien, el poema dice así: "grandes zarpas posee, enormes colmillos sus fauces contienen, buen depredador parece, pero sed de sangre no tiene. Con su suave pelaje y su extraña mirada te agradará, pero no le hagas ni un rasguño, o con la muerte te encontraras." ¿Satisfecho? – le pregunto para finalizar la respuesta.

- Mucho. Pero no entiendo lo de "sed de sangre no tiene" yo soy un cazador, omnívoro, pero cazador. –

Suelto una leve carcajada. Seguimos ablando y caminando hasta entrada la noche. Enciendo una hoguera, y me fijo en cómo se acurruca Justice, ahora que me hemos parado, me doy cuente de que a veces, se parece a un perro. Tengo ganas de verlo en su forma camuflada, estoy segura de que se parecerá a un cachorro de perro.

Justice me mira de reojo mientras se hace el dormido, creyendo que no me doy cuenta. Estamos en medio de una zona con árboles frutales, y aprovechando las horas de descanso, me lleno el zurrón de fruta para desayunar al día siguiente. La noche es fresca, la arboleda frutal resulta un lugar agradable para acampar, estoy realmente cómoda.

-Una pregunta Cala, - interrumpe el silencio Justice por segunda vez – ¿cómo les vais a decir a los del palacio que sois guardianes del bosque, si casi nadie sabe sobre nosotros? – pregunta Justice.

- ¿Ya soy un guardián del bosque? – pregunto sorprendida por la afirmación que venía en la pregunta.

- Si puedo atravesar el umbral de la puerta de la biblioteca, sí. –

- ¿Y por qué no ibas a poder? –

- Porque cómo todos los humanos, a veces os equivocáis al elegir a vuestra bestia, en ese caso, hay que repetir la prueba. –

- En realidad sois vosotros los que os equivocáis, - le replico a Justice – los que empezáis atacando sois vosotros. – le contesto con cierta gracia. Justice cierra el hocico de repente durante unos instantes.

- Cierto. Pero sois los humanos los que elegís a la bestia, de una forma u otra. – Dice para finalizar la conversación. Y para dejarme claro que esta total mente agotado, emite un colosal bostezo, para después quedarse dormido.

Todo va bien durante unas horas, estoy a punto de quedarme dormida y de repente oigo un fuerte golpe no muy lejos de donde estamos nosotros. Me desvelo alterada, con la respiración rápida y el pulso a mil. Como Justice sigue durmiendo, me decido por ir yo sola a explorar y lo que me encuentro no muy lejos de allí, es a otro elegido en plena lucha con su bestia. No es Tommy por desgracia. Este chico tiene la piel negra y el pelo largo con bucles. Su escudo es el de los hombres de las nubes, es un hombre de unos 30 - 35 años, y su contrincante es un buitre blanco como la nieve. Está perdiendo la batalla, sé que no puedo interferir para ayudarle, porque en ese caso la bestia no se dejaría dominar y se iría a otro lugar muy lejos de aquí. Dejo de preocuparme en cuanto veo que el hombre saca su soga y ata a la temible ave por el pico, las patas, las alas y la cola para dejarla totalmente inmóvil.

Momentos después el buitre se relaja. Y una vez más la bestia ha sido domada. El hombre deja caer su cuerpo de agotamiento y lanza al aire un grito de vitoreo en señal de victoria. Sonrío para mis adentros y vuelvo al "mini campamento" con Justice que me estera despierto para preguntarme:

-y bien, ¿Quién ha ganado la batalla? – me pregunta con una ceja levantada. ¿Cómo se ha dado cuenta de lo que acaba de pasar?

Al día siguiente de amanecida retomamos la marcha hacia el castillo. La travesía se me hace corta, porqué un par de horas des pues del medio día, llegamos a la plazoleta.

Historia de NaytireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora