Octubre

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Acabo de darme cuenta de una cosa, cuando empecé este diario pensé que en él iba a escribir mucho menos, pero resulta que es un pequeño vicio, bueno, tampoco escribo tanto, pero estoy orgulloso de mi trabajo.

Ahora que todos mis amigos tienen novia o novio yo soy oficialmente el último en tenerla, tampoco tengo demasiada prisa, tengo cosas mejores que hacer, como por ejemplo hacer que la novia de mi hermano se vaya para siempre, a todo esto, estoy harto de llamarla "la novia de mi hermano", así que voy a empezar a usar su nombre real, se llama "Andrea", ya sé que no es un nombre muy feo pero ella sí lo es, por ello le he cogido manía a ese nombre, así que si algún día tengo una hija no se llamará "Andrea", eso puedo tenerlo muy claro.

Ahora que ya sabéis el nombre de "esa", ya podéis poner carteles por la ciudad en los que ponga: "Se busca perra, se llama Andrea, suele estar cerca de los centros comerciales y si hay algo brillante en diez kilómetros a la redonda va a cogerlo, se recompensa con un "gracias" y un caramelo de menta de hace varios años".

Cada vez están más cerca los exámenes de evaluación y cada vez mi miedo es mayor, sé que voy a suspender, en realidad siempre suspendo, pero este año sé que mi número de suspensos va a ser mucho mayor que el de años anteriores, el caso es que puedo poner como culpable a Andrea por poner su música a todo volumen, el caso seque mis oídos han desarrollado un mecanismo en el que dejan de escuchar "esos sonidos juntados aleatoriamente para hacer una especie de música", ojalá pasase eso con mis clases de sociales, pero claro, es una defensa selectiva y en algún lugar de mi mente hay algo que dice que el colegio es bueno, ya arreglaré esto.



Diario del EstudianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora