Diario del Estudiante

Noviembre

Quedan sólo dos meses para Navidad, estoy un poco nervioso, resulta que mis notas no han sido especialmente buenas este año y puede ser que mis regalos se demoren hasta el punto de no aparecer, mis padres están bastante nerviosos con los exámenes pero yo sé que los voy a sacar bien esta vez (Nótese la ironía).

El caso es que hasta Andrea se ha sacado el título en Estética y Peluquería y yo sigo intentando aprobar Religión, ella lo tiene más fácil porque su padre tiene una clínica de estética pero lo único que tiene mi padre es un despacho de diez metros cuadrados.

El caso es que estoy intentando ganar algo de dinero para ayudar a mis padres con mi viaje de fin de curso, es un viaje cultural pero quieras que no es una semana sin Andrea, voy a empezar a vender las cosas que ya no uso, cuando empezó a sacar cajas al jardín mi madre me dijo que metiera los libros en casa de inmediato, decía que eran cultura y que nunca sabes cuando vas a poder volver a leerlos, en mi caso empezar a leerlos, pero yo le dije que no había nada de cultura para un niño de catorce años en "Pipo y Pipa van a una fiesta", pero no hubo manera de convencerla y los tuve que meter en casa, si le quitamos los libros a las cosas que iba vender la cifra se veía sensiblemente afectada hasta dos objetos. Luego tuve otra idea, en Navidad siempre llueve mucho y en mi barrio no había alcantarillas y siempre se inundan las calles, así que pensé que podía sacar dinero de ello, siempre los vecinos se quejan al ayuntamiento porque sus sótanos acaban fatal, entonces pensé que si les limpiaba los sótanos me darían dinero por limpiárselo.

Hoy en el instituto nos han dicho que el primer examen de evaluación será pasado mañana y para mi suerte va a ser el de lengua, estudiar no es una de las cien cosas que tengo pensadas hacer antes de morirme, pero todo sea por unas buenas Navidades, aunque pensándolo bien tampoco tengo muchas ganas de ir al pueblo de mis abuelos, bueno pueblo, asentamiento agrícola nómada.