No todos los ángeles están en el cielo.

Time

Nota: A partir de ahora, si puedo, pondré una canción para cada capítulo. Me gustaría que las escucharan, ya que describen perfectamente la historia y sus capítulos.

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Desde aquel sábado ya muy lejano, he estado pasando más tiempo con Lima. Ella ha faltado unas cuantas veces a la escuela, pero nada de que preocuparse. Han pasado ya dos semanas y hemos ido a nuestro lugar un par de veces a pasar el tiempo. No he dejado que Harry me la robe esa vez. Han sido muy divertidas las miradas que me lanza, pero no me importa, ella es Lima...

Y aquí estoy, parado en las puertas de la escuela esperando a Lima. No sé porque, pero con ella me siento más completo. Como si al no estar con ella solo viviera por vivir. Lo sé, es absurdo por solo haberla conocido unas cuantas semanas, pero así me siento. En fin, es lunes. Un terrible lunes, odio los lunes. ¿A qué persona cuerda le gustan los lunes?

-Amo los lunes.-suspira alguien a mi espalda y reconozco la voz de inmediato. Solo a Lima, la persona más sonriente y alegre de este mundo podrían gustarle los lunes. Me giro hacia ella y pongo cara de incredulidad.

-¿porqué eres tan rara?.-digo, obviamente bromeando, pero al parecer ella no se lo toma como broma, porque se le borra la sonrisa del rostro.

-Tengo que ir a clase.-dice y, antes de que tenga la oportunidad de ofrecerme a ir con ella, se gira y se va a paso veloz. Ahora me siento mal. La ofendí, pero no estoy seguro de como. Me he dado cuenta, el tiempo que he estado aquí, que mucha gente, en especial las chicas, la llaman rara, o bicho raro, y diferentes cosas, pero nunca vi que le importara demasiado, así que no sé lo que hice.

-Hola Adam.-me saluda alguien a mi espalda. Me giro y observo a una sonriente Emily.

-Hola Emily. Acaba de pasar algo extraño.-digo, a ver si ella puede entender como es que ofendí a Lima.-Acabo de hablar con Lima, y al principio estaba muy alegre. Dijo que le encantaban los lunes. Yo solo bromee con ella y le dije que era rara, pues es la primera persona que conozco que admite que le gustan los lunes. Después me dijo que se tenía que ir a su clase, pero su tono me demostró que estaba enojada y no sé que hice mal.-me desahogo con ella. Sinceramente espero que ella sepa que tiene, pues es su mejor amiga.

-Mmm, no lo sé. Lima no es así. A ella no le importa que otra gente le diga rara, ella sabe que son personas ignorantes. Pienso que no le gustó que la llamaras así por el simple hecho de ser tú.- me dice. No me gusta ofenderla si es que lo hice. Pienso pedirle perdón.-¿vamos a la clase?-Me pregunta Emily, atrayendo mi atención.

-Vamos.-digo, aún pensativo. Caminamos hasta la clase y entramos. Me siento en la última fila, en el último asiento. No tengo planeado poner atención ésta clase. Emily me sigue y se sienta a mi lado. Creo que ahora es oficial que le gusto. No quiero gustarle. No de ese modo. Me ha estado siguiendo últimamente y le gusta mucho atraer mi atención.

En mi antigua escuela, había una chica a la que yo le gustaba tanto, hasta llegar al punto de seguirme a todas las clases. Siempre ha sido normal gustarle a las chicas, y, tengo que admitirlo, en ocaciones a los chicos, pero ella estaba obsesionada conmigo. Yo le tenía mucha paciencia, y la trataba como a una amiga, pero ella seguía lanzándome indirectas y continuaba siguiéndome a todas partes. Incluso una vez me la encontré cuando salí del baño, juro que me estaba esperando. En fin, llegó un punto en el que me harté tanto que le solté mi desesperación. 

-Ximena, escucha, no quiero ser grosero, pero ¡me tienes harto! Deja de seguirme a todas partes, deja de molestarme cada vez con indirectas, e incluso deja de hablarme por un tiempo. Ya te he dicho que la relación más seria que podemos llegar a tener es una amistad, y tu no lo has entendido ni de la manera más dulce.-