Capitulo 22

41 9 0
                                    

Toqué el timbre pero nadie abrió, intente otra vez y tuve el mismo resultado. Supuse que iba a estar Mirtha, y que si no estaba Liam podría esperarlo. Pero no había nadie.
Moví la perilla de la puerta y me sorprendí al notar que estaba abierto.
Entré con precaución. Subí hasta la habitación de Liam, me fui asomando despacio hasta que una sombra apareció.

-¿Liam?
-Pasa

Entré y me sorprendí verlo con los ojos rojos y todo su pelo revuelto. Su ropa estaba sucia y sus zapatos estaban cubierto de vomito.

-¿Qu-e fue lo-o que paso-o?- dije tartamudeando.

-¿Que haces aca?- me dijo con los ojos fijos en los mios.

Me quedé muda ante su tono frio y agresivo que añadió a sus palabras.

-Andate.

-No te voy a dejar aca, Liam- dije esta vez mas segura de lo que estaba. No lo iba a dejar acá, menos en ese estado.

-Quiero que te vayas.
Empezó a acercarse a mi y con cada paso que daba me sentía aun mas chiquita que el anterior.
Cuando quedó a un paso de mi, hizo lo que jamas creí. Levantó una mano y esta voló hacia mi mejilla derecha. Levanté la vista con lágrimas en los ojos.

-¿Que hiciste Liam?- dije entre sollozos.
Me miró con sus ojos cargados en furia.

-Esto es tu culpa, todo.- dijo mientras otra vez golpeaba el mismo lugar de hace unos segundos.

Empecé a retroceder y cuando supe que estaba a salvo comencé a correr lo más rápido que mis piernas lo permitían.

Desperté con el corazón en mi boca. Era un sueño, solo una pesadilla.
Era la misma situacion que había vivido con él, con Will, solo que ahora era Liam.
Tomé mi celular para verificar la hora. 4:50 am.
Quise dormirme otra vez pero los intentos eran en vano ya que las imágenes de Liam aparecían en mi cabeza como flashes.
¿Y si era lo mismo con Liam? ¿Y si el no era lo que decía, como Will? ¿Si al final todo terminaba igual? ¿Por qué quería seguir apostando al amor? Después de Will había quedado todo claro, no hay forma de amar sin algo que arruine todo de por medio.
Para unos minutos después toda idea de probar alguna relación con Liam habían sido descartadas de mi mente.
El amor era para otro tipo de gente, no exactamente para mi.

Entré a la clase de matemáticas con unos minutos de retraso.

-Emma, hace tanto tiempo- me dijo la profesora con sarcasmo.

Le di una sonrisa tímida mientras ella me daba una de desaprobación.
Estas últimas semanas me había perdido mas clases de las contadas y si seguía así no creo que me vaya muy bien los exámenes, así que era mejor que preste atención.

La maldita clase era infinita y sentía que cada segundo que pasaba mis ojos se cerraban cada vez un poquito más.
Mientras cerraba el casillero una voz familiar pronunció mi nombre.

-¿Que pasa Liam?

-Quería saber si esta noche tienes planes.

-No, ¿por qué?- estaba tratando de ser lo mas cortante que mi cuerpo me lo permitía.

-Pensé en ir a tomar algo, o ir a ver una pelicula o claro lo que tu quieras.

-No quiero salir a ningún lado, lo siento- dije con una sonrisa fingida.

Lo esquivé mientras él quedaba en el mismo lugar donde habíamos hablado.
Si no soñaba eso ayer quizas ahora podríamos ser algo mas, pero no fue asi. No puedo volver s arriesgarme a sentir algo mas por otra persona cuando yo no estoy preparada.
En el camino a mi segunda clase Kath apareció.

-Hey, ¿Cómo va todo con Liam? Recién los vi hablando.

-No hay nada Kath, no puedo estar con él.

Kath me paró en el pasillo y se quedó mirandome como si mi cara estuviera llena de moco.

-¿Por qué me miras asi?

-Lo siento, pero creo que estoy perdiendo la cabeza. Me confundes. ¿Por qué esta vez mo, Emma?

-Es una larga historia, y no quiero revolver el pasado.

-¿Fue algo con alguien?

Asenti mientras bajaba la vista hacia mis zapatillas. Nunca nadie supo sobre lo de Will.

-En estos momentos estaría enfadada porque no me hayas contado, pero viendo lo que causa en ti ese tema vamos y me cuentas.

Tomó mi brazo y me llevó hasta abajo de un árbol haciendo que pierda otra de mis clases, como ultimamente estaba pasando muy seguido.

-Cuentame- dijo mientras daba su mejor cara de comprensión.

Las palabras comenzaron a salir de mi boca acompañadas de lágrimas. Nunca había contado esto en voz alta, jamas tuve la valentía.
Ese día cuando llegué a mi casa con mi cara empapada de llanto mi madre me preguntó que pasaba y solo le dije que habíamos terminado, en tal punto era cierto pero eso no era todo.
Despues de ahí mi madre no tocó más el tema y aunque no lo terminaba de superar del todo, yo pude hacer un progreso cada día. Hasta que al año siguiente me cambié de colegio y casa y casi todo pudo estar olvidado. Pero siempre algo quedaba y todos los años en esa misma fecha recordaba lo que paso y otra vez me derrumbaba.
Cuando terminé de contarle a Kath estaba quieta, sin saber que decir.

-Lo siento mucho, Em. Jamas pensé que algo como eso pudiera haberte pasado.

-Esta bien.-dije dandole una sonrida fingida.

-¿Entonces el sueño te produjo miedo?

-Así es, eso produjo mi rechazo hacia Liam.

-Entonces ya que Kath ya lo sabe es mi turno, ¿no, Emma?

Me di vuelta esperando que no sea quien creo que es.
Un Liam con una cara mezclada entre tristeza y furia se acercaba a nosotras esperando a una respuesta.

-Liam, yo...

-Quiero saberlo Emma.

No creo en los cuentos de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora