Cato P.O.V.Hoy sería el día en el que Katniss Everdeen por fin moriría. No por manos mías, lamentablemente, pero si por las de Clove y si ella es feliz matando a Katniss yo también lo soy.
Yo había calculado todo perfectamente:
La mesa con las cuatro mochilas estaba enfrente a la Cornucopia, yo estaba detrás de un arbusto dándole la espalda a la mesa esperando la aparicion de Tresh. Él aparecería entre los árboles que estaban frente a mi y yo estaria aqui, listo para matarlo.
Clove estaba detrás de la Cornucopia, preparada para matar a Katniss. Debo admitir que yo quería ser el que matara a Everdeen, pero Clove me convenció cuando dijo que Tresh era muy grande para ella y que no podría sola contra él. La verdad es que tiene razón y yo no soportaría verla en el suelo sin vida.
Estaba atento al bosque, todavía Tresh no había aparecido, y decidí distraerme con algo mientras lo esperaba. No había muchos pájaros. Me llamó la atención uno azul, queme parecía conocido. Era un sinsajo. Mi padre me había contado la historia del origen de estos pájaros tan peculiares.
En los días oscuros, -Me había dicho mi padre- el Capitolio creó a los charlajos, aves con la capacidad de memorizar conversaciones enteras, para espiar a los rebeldes. Estos descubrieron a un charlajo espiándolos y lo utilizaron en contra del Capitolio. Comenzaron a decir planes falsos para que el charlajo los memorizara y se lo dijera al Capitolio. Cuando este último descubrió lo que los rebeldes habían hecho, dejo a los charlajos solos en el bosque para que murieran, pero estos se reproducieron los sinsontes hembra, creando así a los sinsajos que, no memorizan y repiten conversaciones pero, son capaces de memorizar y cantar melodías humanas y de animales.
Envuelto en mis pensamientos sobre mi padre, mi casa, mi familia, me perdí completamente. Me despertó el sentir que algo me pasó corriendo muy rápido por al lado mio. Cuando focalizó mejor, distingo unos rodetes pelirrojos y reacciono en que es Finch, la del cinco. Sin pensarlo dos veces, me levanto y comienzo a perseguirla con mi espada en mano. Estoy por alcanzarla cuando se da cuenta y acelera el paso. Por supuesto, yo lo acelero también. Cuando se adentra en una parte del bosque que no había visto en todos lo juegos, pero no pienso dejarla escapar así de fácil y me adentro detrás de Finch, pero ya no la veo.
Comienzo a buscarla con la mirada, hasta que veo una pequeña cueva entre unos arbustos. Me acerco sigilosamente y distingo la mochila con el número cinco que estaba en la mesa.
"La encontró" -Escucho decir a la voz de Finch por lo bajo. Sonrió internamente.
Arranco la mochila del piso y la elevo, para que la pelirroja vea que la tengo.
"Finch. Sé que quieres musgo esta mochila. Sé que necesitas su contenido" -Le hablo con tranquilidad a la nada- "Sal de ahí y te la daré"
"Si, claro y Snow nos ama a todos y dejará que haya dos ganadores." -Escucho que responde con sarcasmo. Río.
"¿Te importaría que yo...?" -Empiezo, pero un grito me interrumpe.
"¡Cato!¡Cato!" -Escucho que grita a lo lejos la voz que más me gusta escuchar.
"¡CLOVE!" -Grito antes de salir corriendo hacia el lugar de donde provienen sus gritos.
"¡La mochila!" -Gritó Finch cansada, pero yo la ignoré y seguí corriendo.
Ya cuando estoy afuera del bosque desconocido de Finch, escucho otro hito, pero me sorprendo al ver que no es de Clove.
"¡Dijiste su nombre!" -Escuché gritar con furia a auna voz masculina que no reconozco. Me desespero al pensar que están haciendo sufrir a mi Clove. Completamente decidido a matar al dueño de la voz masculina aceleré el paso, pero un cañonazo me hizo para en seco. Sentí como mi corazón se paraba para luego latir tan fuerte que hacia que me doliera el pecho. Comenzó a correr otra vez, todavía m as rápido y con más desesperación
"¡CLOVE!" -Volví a intentar, pero nadie respondía, ni siquiera se escuchó a la voz masculina.
Cuando llegué a la Cornucopia, desee nunca haberlo hecho. Ver el cuerpo de Clove tirado junto a la mesa de mochilas me hizo sentir débil, lastimado, destrozado. Pensé que quizás sería un muy mal sueño y me frote los ojos con fuerza para despertar pero, nada pasaba, era la cruel realidad. Preferí estar muerto, porque eso sería más fácil de afrontar que esto.
Me acerqué a su cuerpo pálido y sin vida lentamente y al estar a su lado, me deje caer junto a el. Pasé mi dedo por su rostro, acariciándolo y delineando cada una de sus perfectas facciones, hasta que llegué a los ojos y comenzó un debate mental entre di cerrar sus párpados o no.
"Oh Clove... Por favor no me hagas esto." -Era la primera vez que suplicaba. Sentí como una lágrima silenciosa resbalaba por mi mejilla- "Por favor despierta. Te necesito. Vuelve. Te lo suplico Clove, vuelve. Todo esto es mi culpa. Lo siento, Clove. Yo no quería que esto pasara. Todo gracias a mi. Por eso estas así..." -No pude seguir porque me interrumpió mi propio llanto.
Luego recordéesa historia que le había escuchado contarle mi madre a mi hermana. En la que el príncipe besa a la princesa y ella despierta de su sueño, supuestamente eterno, junto con todos los que estaban inconscientes en el castillo.
Me acerqué a Clove lentamente y la besé con ternura, sabia que ella no era una princesa real pero era mi princesa. El beso no fue como el primero que le di porque este no fue correspondido. No me separe completamente de ella al finalizar el beso, simplemente porque no podía ni quería hacerlo. Me aferre a su cuerpo sin vida y la abracé intentando demostrar lo mucho que la quiero a la audiencia.
Me hundí en pensamientos sobre que hubiera pasado si yo no hubiera perseguido a Finch, si la hubiera dejado ir a buscar a Marvel, si yo no hubiera llorado por Glimmer, si ella no hubiera tenido ese sueño, si hubiéramos matado a Katniss cuando ella estaba en el árbol, si yo le hubiera aclarado a Clove que yo no sentía nada por Glimmer desde el principio, sí Thomas no hubiese muerto, si su nombre no hubiera salido en la cosecha.
Fue el ruido del aerodeslizador lo que me devolvió a la realidad y me aferré más a Clove. Estaba negado a dejar que se la llevaran, hasta que la voz de mi padre apareció en mi cabeza.
"Hijo, te enseñare algo que te servirá para cuando crezcas. -Me habia dicho él una vez- Si amas algo, dejarlo ir. Si vuelve, es tuyo. Si no lo hace, nunca lo fue."
Miré a Clove y noté que sus ojos seguían abiertos. Con todo el dolor del mundo, cerré esos hermosos ojos que no volvería a ver nunca más, le di un beso en la frente y le susurré un "Te quiero demasiado". Cuando me separé de ella y vi como se la llegaban, sentí haberme quedado corto con el "Te quiero demasiado" y susurré mirando al cielo;
"Te amo Clove Kentwell"
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Lo Que Pasó Entre Nosotros~Clato
FanfictionTodos los años en Panem, una chica y un chico de cada uno de los 12 distritos deberán ir a Los Juegos del Hambre en el que solo uno sadrá con vida como castigo de los Días Oscuros, pasados hace 74 años. Su nombre es Clove Kentwell y es una chica de...