Me encontraba en mi habitación con mi hermano Mark. Teníamos que darnos prisa, ya que el vuelo salía en una hora.
«Y ojalá lo perdiéramos» pensé.
-Aún no puedo creer que mamá y la tía hayan decidido esto...-comentó afligido Mark mirando el suelo.
Lo miré sorprendida.
-Pues yo si. Ahora enserio, ¿cuando se han preocupado de lo que nosotros queríamos y no de lo que pensara la gente? Que yo sepa nunca- le contesté mientras cerraba la maleta.
Mi hermano me miró. Sabía que en el fondo tenía razón. Nuestras madres solo se preocupaban de dar buena impresión a la gente, y obviamente con nosotros era imposible.
Cogimos nuestras cosas y nos dirigimos a la puerta. Miré lo que durante unos años había sido mi habitación. La echaría de menos...
Salimos de la casa. Mis padres, mis tíos y mi prima Kat estaban ya fuera esperando. Mi prima y mi tía estaban discutiendo:
-¡No pienso ir a ese maldito internado!- le gritaba Kat a su madre.
-¡Katherine Thompson! ¡Ahora mismo te subes al coche para ir al aeropuerto si no quieres que te meta en una academia militar!- le respondió gritando.
Kat rodó los ojos y se metió en el coche dando un portazo.
Mi hermano y yo nos sentamos a su lado en la parte de atrás del coche y mi padre arrancó. Llevábamos medio camino sin que nadie dijera una sola palabra.
-Chicos...quiero que sepáis que esto lo hacemos por vuestro bien- habló mi madre rompiendo el silencio.
La fulminé con la mirada.
-¿Lo hacéis por nuestro bien o por el vuestro?- pregunté desafiándola.
-¡Ashley no contestes a tu madre!- continúo mi padre.
Ahora fuimos Kat, Mark y yo quien lo miramos mal.
-No la contestaría si no tuviera razón.- dijimos los tres al unísono.
Nuestros padres nos miraron mal pero al menos no dijeron nada.
Por fin llegamos al aeropuerto. El viaje se me hizo muy largo con tanto silencio incómodo. Sacamos nuestras maletas del maletero y nos dirigimos a la entrada.
-¿No decía que iba a venir?- me preguntó Kat mientras esperábamos en la fila.
-Eso me dijo- respondí encogiéndome de hombros- Espero que no llegue demasiado tarde...
Ojalá no lo hiciera. Necesitaba despedirme de él.
-¡Ashley!- gritó alguien detrás mío corriendo hacia donde nos encontrábamos.-¡Espera!
Me giré.
-¡Noah! -grité mientras me abalanzaba sobre él.
Nos abrazamos.
Noah era mi novio. Llevábamos saliendo un par de meses y ahora por culpa de nuestros padres nos tendríamos que separar.
-Te echaré mucho de menos...-le dije sin dejar de abrazarlo.
-Yo a ti más... Prometo ir a verte en cuanto pueda- respondió sonriendo.
Le sonreí y lo besé. Él respondió al beso. Después de un momento que me pareció una eternidad, nos separamos.
-Adiós...-le dije con lágrimas en los ojos.
Noah me dijo adiós con la mano. En ese momento me giré y volví corriendo donde estaba mi familia. Nqos iba a tocar ya subir al avión.
Entramos al avión. Nuestros padres nos indicaron los asientos y al instante nos pusimos a correr porque los tres queríamos sentarnos al lado de la ventanilla. Por suerte llegué antes y me senté.
Al instante nuestras madres nos echaron una mirada severa por habernos puesto a correr en el avión.
La verdad, ya me daba igual lo que pensaran nuestras madres, iba a hacer lo que a mi me pareciera bien.Encendí el móvil. Tenía un mensaje de Noah.
Te quiero <3 Buen viaje.
No pude contestar porque la azafata anunció que apagáramos los móviles ya que íbamos a despegar.
Me puse mis cascos de escuchar música e intenté relajarme y disfrutar del viaje.
Aún no había salido de la ciudad pero era como si ya la echara de menos.
Holaaa espero que os haya gustado el capítulo <3
Intentaré actualizar lo antes posible.
Es una novela con faltas de ortografía pero intentaré corregirlas todas.
-Os quiere, Rainbow Ash :3
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Internado Thompson
MizahLa familia Thompson se muda a Nueva York y hace entrar a sus hijos Ashley, Kat y Mark en un internado para que aprendan a comportarse y a dejar de lado sus locuras y sus bromas vengativas. Pero lo que no entienden es que esas "locuras" los hacen ser...