Capítulo 3

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Estábamos en frente de la habitación 88. Entramos a la que iba a ser nuestra habitación por un año.

Al menos no teníamos que compartir habitación con más chicas, vete a saber si nos llega a tocar con alguna chica insoportable.

Me tumbé en mi nueva cama. Kat hizo lo mismo, no había ganas de deshacer maletas.

-Uuff...Ya estamos aquí...- dije sin ganas.

-Ya ves, no tengo ganas de nada...-contestó Kat suspirando.

Pensé en Mark, espero que no esté peor que nosotras, aunque era lo más probable.

Mark's POV:

Me costó un poco encontrar la habitación, pero al fin, allí estaba, la habitación 34.

Solté un suspiro y entré.

Me encontré con un chico tumbado en la cama, utilizando su móvil.

Al verme el chico se incorporó.

Entonces fue cuando ví su cara.

-¡¿Matthew?!- grité al reconocerlo.

-¡¿Mark?!- exclamó levantándose de un salto.

Matthew era mi mejor amigo desde que éramos pequeños. Íbamos a la misma escuela pero por desgracia se tuvo que mudar hace un año.

-¡No me lo puedo creer! ¿Que haces aquí?- pregunté aún sorprendido.

-Bueno, ya sabes que me iba a mudar a Washington pero en el último momento mis padres cambiaron de idea y acabamos en Nueva York, en este maldito internado- me explicó- ¿Y tu que haces aquí?

-Mi madre y mi tía quieren hacernos cambiar- respondí haciendo una mueca.

Matthew me miró sin comprender.

-Ya sabes, por las bromas y tal- continúe para que entendiera.

Matthew asintió.

-Bueno, yo esperaba tener la habitación para mi solo- dijo riéndose.

Reí.

-La verdad es que yo también- respondí sonriendo.

Bueno, de momento la cosa no iba mal...

Ashley's POV:

Llevábamos ya un rato tumbadas con los móviles.

Ppfff... esto era un aburrimiento.

Miré a Kat, se había dormido. Genial, más aburrimiento.

Suspiré y me levanté de la cama.

Iría a dar una vuelta. Total, no había clases hasta el día siguiente.

Salí de la habitación dispuesta a ir a ver a Mark.

«Habitación 34»

Sí, creo que era la 34...

Encontré la habitación 34 no muy lejos de la mía.

Luego recordé que debía ir donde estaban las habitaciones de hombres y que la habitación 34 que había encontrado era de mujeres.

Bien, soy subnormal.

Cuando iba a dirigirme a las habitaciones de hombres, ví que un chico salía de una de las habitaciones de mujeres.

Era un chico alto, de pelo castaño oscuro y ojos de color miel.

Me miró con una sonrisa arrogante.

Internado ThompsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora