VIII

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- ¡Mamá!

- ¿Sí, cariño?

- Yo soy mejor que todas esas básicas. ¿Verdad? - Preguntó Baekhyun señalando el televisor, en el cual se presenciaba a unas muchachas en un comercial de perfumes, al obtener un sí por parte de su madre, prosiguió. - Entonces, ¿Por qué no puedo estar en un comercial?

- Quizás es porque quieren a tipas huesudas, y no a un pechugón como tú, bebé.

- De seguro es por eso, ¿O acaso es porque estoy gordo?

- Para nada, mi chiquitín.

- Mmh, sí, no es que estoy gordo, estoy sabroso. Aún así, no podría hacer uno, ya que no tengo tiempo. Odio la universidad. - Baekhyun se retorcía en el mueble mientras se quejaba con su madre de su atareada vida.

- Bebé, ya estas en tu último semestre, sólo falta la semana de exámenes y serás libre.

- Es que estoy muy... - Baekhyun no pudo terminar, ya que una arcada se hizo presente, haciendo que el pequeño rápidamente se dirigiera al baño a desechar todo lo que había comido en la mañana.

- ¿Estás bien? - La señora se detuvo al lado del pequeño mientras masajeaba levemente su espalda.

- Sí, creo. - Musitó Baekhyun levantándose del suelo para enjuagarse la boca. - Ha de ser por el estrés, últimamente no me he sentido muy bien.

- De seguro ha de ser por eso, ve a descansar al cuarto, cariño.

- Sí, pero antes... Tengo ganas de comer fresas ¿Tienes algunas? - Preguntó el pequeño dirigiéndose al cuarto, sin embargo fue interrumpido por la mano su madre tomándolo de la muñeca. - ¿Qué?

- Un momento. Tú y Chanyeol... ¿Se han estado cuidando? - Interrogó la mujer al pequeño,  quien negó con la cabeza, obteniendo una mirada algo picaresca por parte de su madre.

- Ay mamá, no creo, ¿Cuántas posibilidades hay que un hombre quede embarazado? Deberías dejar de ver tus telenovelas gays o cualquier otra cosa bizarra parecida a las mismas. - Mencionó Baekhyun cambiando su rumbo hacia la cocina, en busca de aquellas fresas que tanto ansiaba comer.

[...]

Tres años habían pasado, y un pequeño niño correteaba entre los pasillos y cuartos completamente desnudo, siendo perseguido por una "jirafa malvada" y un "conejo no muy amigable", según él.

El pequeñito reía, hasta que sus pies se enredaron y terminó cayendo al suelo, haciendo que sus ojos se llenen de lagrimitas, por lo que ambos adultos con rapidez fueron a revisar si el pequeño no se había hecho daño.

- ¿Estás bien, ternurita? - Preguntó Baekhyun tomando al bebé para abrazarlo brindándole calidez.

- Papi, me lele. - Musitó el pequeño haciendo un puchero mientras se escondía entre el cuello de Baekhyun, aún así señalando su piecito.

– Todo está bien, cariño. Ahora, vamos a bañarte. - Esta vez Chanyeol lo cogió y sin más se dedicaron a bañar al pequeño entre juegos y canciones.

Desde el momento en el que se enteraron que iban a ser padres, todo fue diferente, al terminar la universidad Chanyeol consiguió un trabajo estable en la empresa de su padre, en la cual no tenía que hacer mucho, salía temprano del mismo, y obtenía suficiente dinero como para que Baekhyun no trabajara y vivieran cómodamente. La llegada de Dokjung hizo feliz a todos, y más a Baekhyun cuando el pequeño con tan solo dos años de edad logró entender que el bajito era un hombre, y ya no lo llamaría "mami",  sino "papi" y a Chanyeol "papá".

- Últimamente no tenemos tiempo para nosotros, espero que hoy sí. - Susurró Baekhyun una vez que puso seguro a su cuarto mientras se sentaba a horcajadas del alto, quien se encontraba en la cama, depositando un beso en los labios del bajito, el ambiente se tornaba romántico y agradable, hasta que un agudo grito los sacó de su trance.

- ¡Papá, papi!

- Supongo que hoy no. - Musitó Chanyeol dándole un beso en la frente al bajito, para luego bajarse de la cama dirigiéndose al cuarto del pequeñito, siendo seguido por Baekhyun.

– ¿Qué ocurre, Junggie? - Preguntó el alto cogiendo al pequeño en sus brazos.

- Papá, coco. - Mencionó el pequeño mientras señalaba la ventana de su habitación, al dirigir su mirada hacia allí, Baekhyun se dió cuenta que hablaba de un gato negro que se paseaba por el marco de la misma, por lo que su mano golpeó levemente la ventana para que este se vaya.

- Listo. Buenas noches, bebito. - Depositó un beso en la frentecita del pequeño, para luego dirigirse a su cuarto.

- Sigo sin poder creer que ahora somos una familia. - Mencionó Chanyeol cambiando su ropa por un pijama.

- Siempre lo fuimos, siempre. Desde el momento en el que te conocí supe que no sería nadie sin ti, te amo. - Confesó Baekhyun abrazando al alto por detrás. - Sin embargo, aún me pregunto si en algún momento dejarás de quererme, o quizás si te aburrirás de mí. - Hizo un puchero ahora ubicándose delante del Chanyeol.

- Tendremos que averiguarlo. - Al mencionar aquello, el alto recibió un golpe en el brazo por parte del pequeño. - ¡Auch!

- Idiota, cualquiera me hubiera dicho algo como "No cariño, siempre te amaré y nunca me aburriré de ti" pero no. - Dijo acostándose en la cama, dándole la espalda al alto.

- Sólo bromeo, sé que soy un idiota, pero aún así, es imposible que alguien ocupe tu lugar. - Aclaró Chanyeol siguiendo al pequeño, para así abrazarlo. - Te amo.

♥Fin♥

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