Life Is A One-Shot

Baseball love.

Nombre: Baseball love.
Basado en: Mother, 2/3.
Advertencias: AU.
Género: Romance, Yaoi (Chicoxchico), fluff.
Pareja: Ness x Lucas (NesCas), ligero Ninten x Claus.
Palabras: 1804.
Resumen: Empezó desde pequeños, en un juego de baseball.

—¡Vamos! ¡Tú puedes! — los gritos, provenientes de todas las personas aglomeradas alrededor del campo, iban en aumento cuando hizo aparición por primera vez.

Caminaba a paso tranquilo a pesar de encontrarse muy nervioso, después de todo, era su primer juego, y contra un equipo de otra ciudad. Respiró profundo mientras acomodaba su gorra sobre su cabello, y sujetaba el bate con su mano derecha.

Se encontraba a pocos pasos de llegar a su posición cuando lo vió. Piel blanquecina, cabello rubio, ojos de un hermoso azul, mejillas coloreadas de un tenue rojo. Aparentaba ser de su edad. Sus miradas se conectaron por unos segundos, en los que el pequeño niño rubio le dedicó una tímida sonrisa. Puede que haya notado su nerviosismo, pensó el de la gorra antes de devolverle la sonrisa. Su rostro le pareció familiar,recordaba haberlo visto antes, quizás en la escuela.

Tenía tan sólo seis años de edad, cuando logró su primer Home Run.

El juego se dio por finalizado, clamando como victoriosos al equipo la pequeña ciudad.

Todo el público se fue celebrando, mientras lanzaban palabras de aliento y felicitaciones a ambos equipos.

Uno de sus compañeros de equipo, de cabello pelirrojo y grandes ojos verdes, era quien más escándalo hacía entre ellos, hasta que divisó a quienes parecían ser su familia y corrió hasta ellos. Intercambió algunas palabras con sus padres y volvió hasta donde él se encontraba.

—¡Lo hicicste genial, Ness! ¡De verdad! Un Home Run en tu primer partido, ¡wao! — vociferaba el pelirrojo, colgando su brazo al cuello de su compañero.

El otro pequeño, llamado Ness, se sonrojó levemente, pero en sus labios se formó una gran sonrisa.

Aún siendo sacudido por el niño, pudo divisar a aquel rubio acercarse, y su sonrisa se volvió más brillante.

—Claus, papá y mamá dicen que ya es hora de volver... — comentó casi en un susurro, haciendo que el pelirrojo se soltara de Ness, sin borrar su sonrisa.

—Claro, ¡adios a todos! — con su inocencia típica de un niño de seis años, el pelirrojo, Claus, se despidió de sus compañeros de equipo y amigos, mientras agitaba su mano en el aire, para luego salir disparado a los brazos de su madre.

El niño rubio se dio la vuelta para seguir a su hermano, pero se detuvo y, con voz temblorosa y una tímida sonrisa, felicitó al niño de la gorra por la victoria.

—Mi nombre es Ness, ¿cómo te llamas? — no pudo evitar preguntar, había algo en ese niño que llamaba mucho su atención.

—Lucas... Es un placer.

—Bien Lucas, ¡espero que seamos muy buenos amigos! — y sin más, extendió su mano para que el otro niño la tomara, con una gran sonrisa decorando su pequeño rostro,la cual se agrandó aun más en el momento en que sintió un suave agarre en su mano derecha, acompañado de un asentimiento de parte del contrario.

Luego de eso, lo vio correr hacia su familia. No pudo apartar su mirada de aquel pequeño por más que lo intentara, lo cual no hizo. Había algo en él, no sabía lo que era, pero estaba dispuesto a descubrirlo.

Tenía seis años cuando se volvieron amigos.

Había pasado aproximadamente un año desde aquel entonces. Ness y Lucas iban juntos al instituto en la mañana y al parque en la tarde. A veces iban a jugar sólo los dos, a veces el gemelo de Lucas, Claus, iba con ellos, y también se les unía un cercano amigo de nombre Ninten, un año mayor que los otros tres.