Capitulo 3: Viaje extraño.

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LIBRA POV.

Me he metido en un gran problema, rayos!
Nunca debí de explicarle a Acuario sobre cómo son los signos, mi madre me ha dicho que no le contara a nadie porque arruinaría la sorpresa! No sé como mi acción torpe fue a caer en los oídos de mi madre. Ahora tengo que viajar por dos horas en un auto para poder salir de la ciudad e ir a mi antigua casa, mi madre seguro está guardando la mejor frase para regañarme.

Dure dos horas -que fueron las que duraron las clases- con la angustia. No paraba de pensar en que me diría mi madre.

Siempre he sido la chica que obedece las órdenes de sus padres y que nunca la han regañado o ha hecho algo totalmente estúpido. Tauro era el que me sacaba de esos problemas, siempre convencía a su madre de hablar con la mía y se arreglaba el pequeño lío, pero ahora, el está en el otro grupo de chicos al cual no tengo pensado ir.

—Lib, en que estás pensando? —alce la mirada y me encontré con Piscis.

—E-eh? No es nada, solo cosas... —evite su mirada.

—Estas mirando a la izquierda.. Estás mintiendo. Que tienes? —volvió a preguntar.

—No tengo nada Piscis, por favor deja de decir lo mismo —gruñí con mis dientes del fastidio.

La chica se volteó revoloteando su cabello castaño ondulado, este me golpeó justamente en la cara. Bufé y volví a mis pensamientos. Para distraerme mejor empecé a hacer un dibujo en mi cuaderno.

Estoy pensando en ir con Tauro para que me lleve en su auto de aquí hasta mi casa, además a él le tengo más confianza que a nadie más.

Estaba saliendo del salón cuando alguien se pone enfrente mío.

—Oye, me contó Piscis que estás de un mal humor o que estás decaída, algo que compartir? —pregunto Tauro.

Tuve que alzar la mirada hacia casi el techo porque él era más alto que yo, sin duda.

—He desobedecido lo que me dijo mi madre justo cuando iba a entrar aquí: no decirle a nadie sobre los signos porque arruinaba... Tú sabes —él asintió.

—¿Quieres que te lleve no? —afirmó, yo asentí suplicando con mis manos— Lo siento mucho Li, hoy tengo que salir con algunos chicos a los bolos, te prometo que luego te lo compensaré —se acercó a mí y plantó un beso en mi cabello.

Después de eso salió corriendo de mi vista.

Carraspeé mi zapato con el suelo, ahora quién podría llevarme? No conozco a nadie de aquí, no hablo con los chicos y no les pediré favores a esos desgraciados. No les tengo mucha confianza.

Me volteó decidida de que tomare mejor un taxi hacia mi casa, pero sin darme cuenta choque con un chico. Estaba casi apuntó de caer al suelo por el impacto pero este tomo de mi mano antes de que cayera.

Pude sentir mis mejillas arder como nunca al contacto que tuve contra el.

—Ten más cuidado niña, puedes terminar con algún hueso fracturado de una caída así —me jaló un poco para que volviera a equilibrarme.

—Para tu información, no soy una niña —reproché.

—Y para tu información pareces una niña de 7 años muy chiflada —arrugo la nariz y se volteó para irse— Adiós, no tengo nada que discutir contigo..

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