Después de esos años [Fairy Tail] || EDICION ||

Capítulo I

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Catorce años después, cuidad de Magnolia.

En el gremio Fairy tail, no había el mismo ánimo de hace años. Aunque la mayoría trataba de estar como si nada, era casi imposible.

Hasta que una figura encapuchada aparecio en las puertas del lugar.

Todos lo miraban fijamente, atentos ante lo que quería decir.

De repente uno de los más importantes del gremio se levantó acercándose como un dragón al acecho, más conocido como Natsu Dragneel.

El hombre lo analizó de pies a cabeza haciendo que se pusiera algo nervioso, pero sin quitar su firmeza.

–¿Quien eres?

Hablo con voz de ultra tumba. El chico dio tres pasos al frente y encaró al Dragon Slayer.

–Vine a unirme a su gremio. Quiero hablar con el maestro.

La persona se quitó la capucha, revelando una cabellera azabache y unos ojos azul profundo como el mar, haciendo que todos se imprecionaran con el parecido que tenía a uno de sus compañeros desaparecidos hace catorce años exactamente.

El más impactado era Natsu, que creía que jamás vería a su amigo nuevamente y ahora había un chico exactamente igual, con una mirada determinada.

–Tu...

–Bienvenido.

Ahora el que hablaba tenía una voz un tanto más ronca. Todos miraron al dueño de la voz, dejando ver a un hombre corpulento de cabellera rubia: Laxus Dreyar.

–Soy el maestro de este gremio, mi nombre es Laxus.

–Soy Storm. Mucho gusto

.

.

.

Ya había pasado una semana desde que el encapuchado había entrado al gremio haciendolo un tanto más animado. Se sentía como si un compañero de toda la vida hubiera vuelto a casa.

A lo lejos se podía ver que aquel azabache estaba tratando de escoger una de las misiones que estaba en el tablero hasta que fue interrumpido por cierta chico de cabellera verdosa y ojos rojos como la sangre. Se notaba que eran de la misma edad, solo que aquel chico era mucho más alto que el azabache.

–Oye, princesa de Frozen, ven y pelea ¿O tienes miedo?

–No molestes tuerca suelta. Estoy ocupado ahora.

Dijo algo fastidiado mientras hacía un gesto para que se fuera.

El peliverde lo miro incrédulo y hasta algo indignado, hasta que apareció una chica un poco más baja que él, de cabellera rubia platinado y ojos celestes. Lo estaba mirando como escoria.

–Gale ¿Qué estás haciendo?

El chico trago en seco.

–¿Y-yo? Nada Nova-San, solo estaba hablando con mi amigo aquí.

–¡Perfecto!

Dijo de manera tierna, con una sonrisa.

–Agradezcan que Seig no está aquí, de lo contrario...

Al decir eso, ambos chicos comenzaron a sudar frío, volviéndose automáticamente en los mejores amigos del mundo.

–N-nosotros ya nos íbamos ¿N-no?