Después de esos años [Fairy Tail] || EDICION ||

Capitulo IV

Todos se encontraban a las afueras del gremio, justo detrás de este. Habían hecho un círculo, rodeando a los tres nuevos miembros, mientras gritaban y vitoreaba sus nombres, incluso algunos ya habían hecho sus apuestas.

–Bien, como dicen las reglas del gremio.

El pelirrojo sacó un pergamino de no se donde, mientras carraspeaba para leer lo que decía ahí.

–"Cada miembro recién llegado, tiene que realizar una batalla en modo de bienvenida, mostrando su agilidad y su fuerza".

El chico cierra el pergamino y lo lanza al público.

–Como son tres, crearemos un grupo. Si dos de ustedes pierden quedan automáticamente descalificados.

Los chicos se miraron entre ellos. Sabían que eran fuertes gracias a sus entrenadores. No podían fallarles.

–Dicho esto ¡Den un paso al frente, lo que quieran enfrentar a los nuevos miembros!

Gale y Nova entraron a la "arena".

–Esto será interesante.

Dijo el peli verde con una risa burlona idéntica a la de su padre.

–¿Por que no? Hace tiempo que no tenía una pelea.

Dijo la rubia mientras se estiraba, haciendo crujir sus huesos.

–Supongo que con eso estamos todos.

–¿Modo de batalla?

Preguntó la rubia mientras se preparaba.

–Relevos.

–Perfecto. Ya saben que hacer, chicos.

Silvia fue la primera en dar un paso al frente, mientras que los otros dos guardaban distancia.

La expresión de la chica no mostraba absolutamente nada, solo una tranquilidad infinita, era como el mismísimo océano. Daba la sensación de que serían engullidos en cualquier instante, pero ko se iban a doblegar.

–No pudieron escoger peor modo de batalla.

Dijo Lucke mientras reían.

–Tres... Dos... Uno... Figth.

La batalla comenzó algo intensa.

Silvia, con una gran agilidad, corrió hacia el pelirrojo mientras envolvía sus brazos en corrientes de agua haciéndolos tan filosos como cuchillas.

Seig reaccionó de manera eficaz, sacando si espada justo a tiempo sintiéndose presionado por el agua.

La peli azul lo golpeaba una y otra vez, precionandolo a retroceder, hasta que finalmente dio un salto hacia atrás separándose a una gran distancia.

–Eres hábil.

Dijo el Fernandes anotándose un poco cansado.

–No has visto nada ¡Nash!

Un gran destello dorado apareció ante sus ojos, para luego tratar de bloquear un puño de fuego.

La espada comenzaba a calentarse rápidamente, haciendo que la soltara de inmediato.

–¡Nova!

Grito justo antes de que recibiera un golpe de gracia.

La nombrada empujó a Nashi con un ataque eléctrico.

La batalla era cada vez más emocionante. Ninguno tenía ganas de quitarle los ojos de encima a aquellos niños, ya que, estaban viendo a los prodigios de su gremio ser totalmente presionados.