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Su historia:
Su nombre es acuario. Sobre el, puedo decir que es un jovencito encantador. Y... rompecorazones tambien. Es el más popular de su colegio, y puede que esto se deba por tener a todas a sus pies, obviamente, por sus definidos biceps. Al igual que por su estatura, por su morena y candente piel, por su deslumbrante sonrisa, o sus dulces ojos. Tiene un caracter un tanto fuerte, pero sumamente dulce. Es alguien soñador, y luchador, por lo que siempre consigue lo que se le antoje, de una forma u otra. La inteligencia, los cálculos y la observación son tipicas acciones que maneja muy bien. Es un demente por todos los deportes, pero el que más lo apasiona es el futbol. ¡Y demonios que juega bien! Tiene dieciocho años.
Femenina Chloë Grace Moretz
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Su historia:
Cálida, tímida, calculadora, emotiva, agradable, imaginativa, misteriosa. Sabe quien es y no duda de sí misma o de lo que pudiese llegar a lograr. Personalmente, prefiere la soledad, antes que pasar todo su tiempo rodeada de personas. Pero eso no significa que no le guste la companía. Tiene cabellos dorados y ondulados, ojos verdes como la esmeralda, sonrisa indescriptiblemente bonita, y metro setenta. Es tranquila cuando se lo propone, claro, porque puede llegar a ser el demonio en el propio cielo. Tiene un hermano menor, Joe, es su pequeño mejor amigo, daría su vida por el si fuese necesario. Tambien tiene novio, pero no llega ni a la mitad de encantador de lo que es ella. Es todo un cretino, el típico chico malo, que le gusta el poder y las prostitutas. Ella tiene dieciseis hermosos años, y aún va al instituto.
Cruces
El brillo del sol chocaba con el perfecto cuerpo en movimiento de Acuario. Solo se dedicaba a mirar una cosa, el balón delante de sus pies, siendo constantemente pateado. El sudor tenía lugar en todo su cuerpo. El publico gritaba eufórico su nombre "Acuario", una y otra vez. Esquivó a todos los contrincantes, y finalmente llegó al área. Pateó con fuerza el balón y este entró con perfecta presicion en el ángulo que el esperaba, anotando el gol ganador. El público pareció enloquecer, y los demás jugadores corrieron hacia el, para elevarlo y rendile agradecimiento. Luego, allí detras, en la parte privada del estadio, estaban los representantes de los clubes de la primera liga, para llevar a Acuario a la cima. Todos expusieron sus interesantes propuestas, pero el ganador fué aquel hombre de traje negro, acompañado por una mujer vestida con ropa de diseñador.
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Fue un día agotador para ella, primero los tres exámenes, luego la clase de ballet, su visita a su futura universidad, y finalmente, su chequeo mensual al médico. En simples palabras, ese día se rompió y corrompió todo en su dulce y responsable personalidad. Era viernes por la noche. De ninguna manera se quedaría en casa, necesitaba despejarse de ese pesado día. Llamó a sus amigas y fueron a la fiesta más candente del año. Luego de varias copas, ya no estaba en sus cinco sentidos. Se acostó con el primero que se le cruzó y por primera vez en su vida, fumó, si, marihuana. Fue la gota que rebalsó el vaso. El vaso de la cordura de Acuario. Y desde ese día, su vida se resume en tres puntos cruciales, sexo, drogas y alcohol. Sin mencionar que es una total perra, sin ofender. Abandonó su pasión más grande, el ballet, sus notas cayeron en picada y la universidad desapareció de la lista para su futuro. Triste, muy triste. Y entonces con esto, nos damos cuenta de que la propia perfección puede destruirte. Sin alternativas, sin poder controlarla, sus padres la envían a un internado.
