Capítulo 1

470 32 11
                                    

Nunca me ha gustado que los rayos del sol me despierten de un agradable sueño. Nunca.

Gruñí por esta intromisión y sin abrir los ojos, me senté en la cama poniendo los pies sobre el frío suelo, a ver si así me despertaba.

-Ah emm, Klaus me ha mandado a despertarte.- Comentó la mujer lobo al verme fuera de la cama. Reí al verla en ese estado de incomodidad.

-Pues ya ves que ya lo estoy.- Me recogí el pelo en una coleta. -Puedes irte si quieres.-

-Gracias.- Y me dejó sola de nuevo. Suspiré y sin dejar la cama, miré a toda la habitación, dejando que los recuerdos de hace 300 años me golpearan fuertemente.

-Buenos días hermanita.- Comentó Klaus en cuanto entré en la cocina. Allí se encontraban todos, Elijah, la mujer lobo Hayley, mi mellizo y Rebekah, que tan sólo me había lanzado una mirada llena de odio. Halagador.

-Buenos días.- Abrí la nevera y saqué una de las muchas jugosas manzanas que había dentro. -¿Algún plan para hoy?- Me senté encima del frío mármol de la isla que había en el centro de la cocina, poniendo mi pierna encima de la otra y le di un gran mordisco a mi desayuno. -¿Nadie? Hm, creo que tendré que buscar diversión por mi propia cuenta. Marcel estaría bien.- Sentí a Rebekah apunto de lanzarse contra mí y sonreí mientras oía a Klaus reír fuertemente.

-Me encantan las peleas mañaneras.- Me miró. -¿Vamos juntos al bar?, tengo que presentarte a un par de personas.-

-¿A los lameculos de sus subordinados? Me encontré con un par anoche. Nada agradables diría yo.- Me bajé de un salto.

-En 15 minutos abajo.- Hice una reverencia a mis hermanos y a mi cuñada y salí de la cocina, preparando mi oído para lo que diga Rebekah ahora que no estoy allí.

-Esta noche se va.- Auch, eso duele. Si acabo de llegar.

-Dale una oportunidad Bekah.- Dijo Elijah. Hmmm ahora ha subido un puesto en mi lista de hermanos favoritos. Muy corta a decir verdad.

-Es un monstruo Elijah, no sé cómo has podido dejar que entre aquí.- Auch, otra vez.

-A mí también me llamas monstruo y me sigues adorando.- Klaus, eres el mejor.

-Oh, callate.-

-Yo... Me voy a tumbar un rato.- Comentó Hayley y esa fue mi señal para entrar definitivamente en mi habitación, dándome una buena y necesitada ducha y poniéndome la ropa previamente elegida.

-¿Como me veo?- Di una vuelta sobre mis tobillos enseñando cada parte de mi conjunto. Una camisa lo suficientemente grande que servía de vestido de color rosa oscuro, botas mosqueteros hasta la rodilla de color beige y el el pelo lo dejé rizado y suelto.

-Lista para que folles con quien se ponga por delante de ti.- Klaus sonrió de lado y de forma chula. -¿Nos vamos?- Asentí y en un segundo habíamos dejado la casa atrás y nos encontrábamos en la entrada de la ciudad. Saqué mi pequeño espejo del bolso y me coloqué mi peinado.

-Apenas ha cambiado desde que me fui.- Mientras caminábamos, fui mirando cada detalle de la ciudad como si fuera la primera vez que lo hacía.

-Y seguirá así cuando llegue al poder.- Miré de reojo a mi hermano y sin decir nada al respecto, seguí mirando todo. -Hemos llegado. Las señoritas primero.- Klaus abrió la puerta de un bar y me dejó pasar a mí primero. El interior estaba sin ventanas y tan solo iluminado por unas pocas luces tenues dando un aspecto tétrico. Me encanta.

-Cuando vi el cuerpo de uno de mis chicos supe que se trataba de ti.- Marcel se acercó a mí lentamente pero con una sonrisa en su rostro dejando ver sus dientes perfectos y de una blancura peculiar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 23, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Octava Mikaelson (The Originals)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora