Cogemos un taxi.
- Al Hotel Palace, por favor. Le digo al taxista. Ansiosa de llegar a la habitación, estaba deseando de tenerlo solo para mi. Es difícil sacar tiempo para estar juntos pero intentamos aprovecharlos al máximo.- Stephen, ¿Como has podido.. Venir? Es que..¡Dios! Estas aquí y no me lo puedo creer.
- ¿Y, hice una pausa, quería saberlo pero en realidad no, pero la curiosidad mato al gato ¿No? O eso dicen, ¿Cassandra? Puse cara de preocupación y celos, pero a la vez de triunfadora porque esta aquí por mi.
- Em, déjame hablar.., dijo Stephen con cara de querer explicarse, pero estaba tan emocionada por tenerlo aquí conmigo.
- Veo que te di una buena sorpresa, dudaba en si te gustaria.
- ¿Como no me iba a gustar? Queria que estuvieras aquí, no podia dejar de pensar en ti, en donde estarias, que estarias haciendo.. Con quien.. Dije con cara de celosa total.Baje la mirada mientras juego con uno de los botones de su blusa.
El me cogio el menton para subirme la cabeza y poder mirarme a los ojos.- Estoy aquí por ti, y solo por ti. Y eso es lo único que importa.
Y de repente me ha entrado una calor y una alegría que querría saltar de emoción, pero no podía dentro del taxi y no lo iba a hacer delante de el, pero si saltaba en mi interior.
Solo le puse ojitos y le di una gran sonrisa.
Me acerque a él para que el taxista no pudiera escucharme, nunca se sabe que pueden decir luego por ahí..- Me gustaria poder besarte ahora. Digo mirandole a los ojos y mi mirada viajaba hacia sus labios. Eran tan carnosos y apetecibles.
- No se si podre aguantar a llegar a la habitación, le vuelvo a decir.
El solo me sonrie. Pero es esa sonrisa la cual a mi me mata y me enamora mas aun de él.
Él tenia esa mirada oscura, por la excitación, lo supe nada mas ver que no podía perderme en esa mirada azul de sus ojos. Pero también amaba esa mirada.- ¿Cuanto queda para que lleguemos? Le pregunto al taxista.
- 5 minutos señorita.
- Gracias.
- Vaya que impaciente. Me dice Stephen.
- No lo sabes bien. Y le guiñe el ojo.
El se rie a carcajadas.Noto que el taxi se ha parado y miro al conductor, esperando que me dijera cuanto era.
- Ya hemos llegado, son 15 dólares.
Stephen saca el dinero y le paga.
- Quédese con la vuelta. Le dijo él. También estaba impaciente.
Aiss mi chico, ¿He dicho "Mi Chico"? ¡Oh dios!
Emily, bájate de las nubes, me dije a mi misma, en mi mente. Sabes que no lo es, esta casado..
Pero es tan mono. Y lo miro embobada.
El se bajo del taxi, vino hasta mi puerta, la abre y me coge de la mano tirando de mi con esa mirada ardiente de pasión.- Gracias por traernos, le dice al taxista amablemente.
Yo empiezo a andar. Y el me esta siguiendo en silencio.
Pido las llaves de la habitación en recepción, era un chico joven y muy servicial. Le ordeno que no me molesten bajo ninguna circunstancias. El chico afirmando con la cabeza contesto:
- Si, señorita. No se preocupe.
Veo a Stephen a mi lado y se ríe al escucharme decirlo..Le cojo de la mano y rápidamente me lo llevo al ascensor.
Estoy en la penultima planta, y se me va a hacer tan larga la espera. Me dije a mi misma en mi cabecita.
Pero nada mas se cierran las puertas del ascensor Stephen me mira, me esta mirando con esos ojos azules pero casi negros con sus pupilas dilatadas.
Me mira y yo lo miro, sabemos que estamos pensando los dos.
Oh no.. Pienso.
- Nos van a pillar. Le digo rápidamente. Pero no me da tiempo de terminar la frase cuando se abalanza hacia a mi y me pega contra una de las paredes besandome con desesperación, con pasión, con sed de mi.
Me agarra un brazo por encima de mi cabeza y con su otra mano noto como la tiene debajo de mi espalda y que sigue bajando hasta cogerme el culo y atraerme mas hacia él.
Me pega tanto a el que noto su erección en mi, y eso me acaba de hacer soltar un gemido en su boca.
Noto su peso en mi, su pecho contra el mio, me esta poniendo a cien.
Con la mano que tengo suelta, le agarro el cuello para que no separe su boca de la mia, pero necesitamos coger aire y cuando lo hacemos, él cambia mis labios por mi cuello y va bajando por mi pecho.
Yo gimo de nuevo.
- Stephen, por favor.. Para, espera a que lleguemos a la habitacion. Le dije. Y vuelvo a gemir.
¡Oh dios! Siento como la mano que tenia en mi culo se mete debajo de mi vestido, me acaricia el culo, esto hace que se me suba el vestido.
Cojo y con la mano que tengo libre le paro esa mano.
- Stephen...
El me mira, con una cara divertida, y sabe que tengo razón, de que tiene, que tenemos que parar hasta llegar a la habitación o vamos a acabar lo que estamos empezando ahí mismo y terminaran pillándonos.El me mira, y yo lo miro.
Bajo mi mirada a sus partes y veo que se le nota la erección y empiezo a reirme.
El sigue mi mirada y ve lo mismo que yo.
- ¡No te rias! Esto es por tu culpa.
- ¿Mia? Y yo me empiezo a reír mas todavía.
- ¿Tu te has visto tus pelos? ¿Y esos colores en tu cara? Todo el mundo sabría que estabas haciendo, te delatas.
Me miro en el espejo que hay en el ascensor y veo que tiene razón.. La verdad que siento una calor enorme y eso se ha reflejado en mis cachetes.
Ahora es el quien se esta riendo de mi.
Nos reímos los dos juntos, de la situación que estamos teniendo en esos momentos en ese ascensor como dos adolescentes desesperados.De repente suena un pitido en el ascensor, avisando de que ya ha llegado a mi planta, y se abren las puertas.
- ¿Que numero es? Me pregunta.
- La 612.
Y empieza a mirar para un lado del pasillo y el otro para ver para donde tiene que ir.
Su cara.. Es tan perfecto.
- Es por aquí Stephen, le señalo.Hemos llegado a la puerta, introduje la tarjeta en la cerradura para que se abriera.. Y no se abría, no se abría!!
- ¿Emily..?
Le miró. Con la cara de cabreada. ¿Porque no se abría? Pensé
- Tranquilízate.. Dejame a mi.
Él saca la tarjeta.
- Estaba al revés. Me dice con una sonrisita.
- ¡No te rías de mi! Y le doy un pequeño golpe en el pecho.
- No sabes cuanto me gusta cuando te enfadas.. Me dice.