Recuerdo perfectamente el día. El día en que mi cuerpo experimento un gran sentimiento. Hay de esos días en los que solamente quieres dormir o salir de fiesta hasta que caigas rendido. En este caso, más bien dicho, mi caso, quería dormir. No me apetecía salir de fiesta y quedarme en una esquina viendo cómo mis amigas hacían más que amigos en la pista, mientras tanto, yo, estaría en mano con un mojito virgen.
Le veía tan feliz corriendo detrás de la paloma que me daba envidia. ¿Porque no podía ser tan feliz cómo lo era él? La adolescencia te golpea cada segundo hasta derrumbarte por suerte de algunas personas, tenían a alguien a su lado. En cuanto a mi, tenía a mi perro cada vez que me derrumbaba. Venía y me secaba las lágrimas, de forma perruna. No muy agradable pero tierna.
Escuché algunos pasos detrás de mí. Seguido de unas ramas que seguían el compás de las pisadas. Sentí que mi cuerpo se paralizó al verle ahí de pie viniendo directamente hacía mi. Mis pulsaciones empezaron a subir, pensé que se me saldría en cualquier momento. Mis ojos revisaron sus ojos, sus labios, su pelos, sus brazos..no podía para de mirarle. No paraban de venirme recuerdos a mi cuerpo y mis sentidos se pusieron en alerta. Todos los remolinos, terremotos, tsunamis que él causó me persiguen cada noche. Se acercaba cada vez más, cada vez más mi pulsaciones aceleraban. Cerré los ojos, vinieron esos recuerdos en el parque, en el cine, en casa, en restaurantes, vacaciones..mil y unas cosas que no podía olvidar.
Pude sentir sus manos enredadas en las mías. Aun que haya pasado tiempo sigo marcada cómo el primer día. Simplemente le quería cerca..le quería conmigo. Sentí sus labios cerca de los míos hasta poder saborearlos juntamente sus brazos cruzaron mi espalda para poder sentirle mejor. Quería permanecer así por siempre. Sí, suena típico pero era una realidad que por más que quisiera sabía que no podría ser de esa manera. Aún tenía una mínima esperanza de poder sentir esa realidad que permaneció en mi pasado pero la realidad salió al escuchar ladrar a mi perro. Abrí mis ojos, descubriendo que no había nadie a mi alrededor, simplemente mi perro y yo. Descubriendo otra vez la cruda realidad que tenía que enfrentar cada día al ver su partida hace 2 años en este mismo parque.
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Frases y textos adolescentes
Novela JuvenilAquí hay todo tipo de frases y textos; alegres, de la vida, de amor, de desamor, decepción..etc. Espero que os gusten, un beso