Capítulo 7: Infierno fraternal

40 2 1
                                    

Capítulo 7: Infierno fraternal

"Señor, envía a tus ángeles para que cuiden y protejan a mis hijos, iluminen sus caminos y los protejan de todo mal"*

Su hermana ¿Anayim? , mi sueño no había sido producto de mi imaginación, quizá... mis sueños eran el pasado de Ayato. No... eso era imposible, además de que no estaba segura si el niño de mi sueño era él aunque su parecido era increible. Un Ayato llorón... no podía ni imaginarmelo.

-¿Hermana? ¿Tienes una hermana?

-¿Eres sorda?

-¿Por qué jamás me has hablado de ella?

-¿Ahora tengo que decirte mi árbol genealógico?

-Podrías hablarme más de tí.

-Me dicen Halcón, mi nombre es Ayato y esta es mi habitación. Ya lo hice, ahora ponte tu máscara y sigueme fido.

-Pero no me has hablado de Anayim.

Ayato se quedó mirandome casi en shock.

-¿Quién te dijo su nombre?

Mierda.

-Lo escuche por allí.

Ayato se acerco tan rápido a mi y me levanto por el cuello.

-No estoy con bromas Ángel. Sólo yo conozco su nombre. ¿Quién eres? ¿Por qué sabes tanto de mí?

Ayato me miro a los ojos y como si hubiera resuelto el enigma del universo me soltó y caí al suelo.

-Eres una espía de ella. Por eso sabías mi nombre. Por esa razón supo donde estaban los ghouls que fueron emboscados en la base 4.

Empezó a reirse bruscamente tapandose el rostro con su mano derecha.

-Fue una buena jugada tengo que admitirlo. Pero Anayim cometió un estúpido error, nunca supuso que serías tan idiota como para decir su nombre.

-Ayato yo no soy ninguna espía ¿Base 4? .- dije perpleja.

-Ragnarok (nombre la organización donde Anayim es la líder) descubrió una de nuestras bases, la 4 para ser concreto y nos emboscaron ayer. Ahora puta dime ¿quién mierda eres? Sabía que eso de no recordar nada y saber mi nombre era demasiado estúpido.

-Ayato es verdad, eres lo único que conozco y lo único que quiero proteger.

-BASTA, detente con tus juegos infantiles, fingir que sientes amor por mí me hace sentir enfermo.

-Ayato yo... tuve un sueño.

-CALLATE NO QUIERO ESCUCHAR MÁS TUS MENTIRAS. YA NO QUIERO SABER NADA DE TI. TODO FUE UN ENGAÑO.

Ayato me miró con verdadera rabia en su rostro, pero en sus ojos solo se veía un solo sentimiento: Traición.

Sentí un dolor agudo recorrer por todo mi cuerpo y perdí la consciencia.

...

...

...

Cuando recuperé la consciencia me encontraba amarrada de pies y manos y amordazada de mi boca. mis ojos desenfocados empezarón a moverse curiosos por todos lados. Cuando me adapte a la oscuridad pude verlo todo.

Estabamos frente a una casa abandonada que no tenía puerta. Ayato se encontraba a unos metros de mí. Mirando hacía la casa abandonada.

-Anayim sé que estas allí sal de una jodida vez.

Un ángel un ghoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora