Capítulo 8: Una mentira verdadera

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Capítulo 8: Una mentira verdadera.

"Y ya cayeron los ángeles que jamás podrán saber que el dolor sólo humano es"*

Darien

No podía creerlo, estaba decepcionado conmigo mismo, Ángel estaba sólo a unos pasos de mí y no pude asesinarla. Si tan sólo esos Ghouls no hubiesen aparecido en mi casa.

-Darien.- Me llamó mi jefe.

Volteé a verlo con cara de pocos amigos. Era un cazador de Ghouls nato, no soportaba la idea de que uno se que me escapara.

-Darien, ya no deberías preocuparte por eso, tendrás más oportunidades de cazarla.

-Tenlo por seguro.

Si no hubiese sido por ese Ghoul clase X. Hubiésemos capturado a Ángel y al Ángel Negro.

-Bueno chico, sólo venía para entregarte esto.

Me entregó una placa negra que decía con unas elegantes letras plateadas "Blacker".

-¿Qué es esto?

-Felicidades has sido seleccionado para pertenecer a "La Élite".

La élite, eran los mejores cazadores de Ghouls en el mundo, había escuchado rumores de ellos en la institución pero no sabía si realmente existían. ¿Me habían elegido? Era estupendo, cada vez me acercaba más a vengar la muerte de mis padres y poder librar al fin de este mundo los asquerosos Ghouls.

-Darien tienes que ir al piso 71 de éste edificio.

-Pero éste edificio sólo tiene 70 pisos.

Mi exjefe se rió.

-Sólo "La Élite" tiene conocimiento del último piso. Yo antes pertenecía a ella, pero ya no es así, ahora sólo asesoró a jóvenes con potencial. Podría decirse que soy un cazador de tesoros. Ahora ve Darien, ve y cambia este maldito mundo.

- Lo haré jefe.

Le tendí la mano y le dediqué una sonrisa sincera.

-Cambiaré este jodido mundo para que nadie jamás vuelva a perder a un ser querido.

-Sé que lo harás Darien.

Me apresuré a caminar hacía el ascensor e introduje la tarjeta en una hendidura que hasta ese momento me había pasado desapercibida. El ascensor empezó a subir y se abrieron las compuertas.

Llegué a una habitación demasiado elegante y sin ninguna ventana. Había una chica sentada en un sillón rojo de terciopelo.
Parecía desinteresada, observaba el techo como si hubiese escrito allí el significado de la vida, pero lo que más me cautivó fueron sus ojos. Tenía heterocromía, un ojo de color miel y el otro de un azul cristalino, su piel era pálida pero emanaba demasiada vitalidad. Era un poco baja y su cabello era lacio y largo de un hermoso color negro.

Me miró y volteó la mirada como si no me hubiese visto. Al parecer ella no vivía en este mundo o bueno daba esa impresión.

También había dos chicos, que eran polos opuestos, uno era alto con la piel bronceada, ojos oscuros y el cabello chino que le llegaba a los hombros, el otro por otro lado era de un color Moreno muy oscuro también era alto y sus ojos eran de color verdes claro, resaltaban mucho en contraste con su piel. Por último estaba un señor que no me había percatado de su existencia si no me hubiese dado la bienvenida.

Un ángel un ghoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora