En el mundo de Owari No Seraph ✖ Shinya & Crowley ✖

2 • "Crowley es mi nombre"

Había arrasado con casi todo lo del lugar.

— Sí no fuera por Bili, ustedes serían escombros — dijo Tengu —.Fue como un tornado real, los escombros arrasados por la intensidad del viento hicieron estragos en el cuerpo de esta criatura, provocándole la muerte.

— Hay que buscar a Ley —Les indiqué dirigiéndome a la derecha.

— Bear ve con Lula.

— No te hagas el fuerte, solo tienes un espíritu de defensa Bear ve con él, con Tengu — el espíritu japonés que reside en mi katana — puedo. Además tengo dos espíritus. — Dije con aire de grandeza y estupidez mientras tocaba mi pecho en el lugar donde debía estar Mei, mi collar. Y no estaba... — Mierda. No está.

No.

No.

No.

Mi colgante no estaba, Mei no estaba, perdí a Mei. Comencé a correr con todas mis fuerzas mientras les hacia señales a mis compañeros de qué me iría por otro lado. Me dirigí donde despertamos, seguramente estaría allí.

Doble en dirección a un viejo shopping destrozado, cuando tuve al edificio enfrente de mí camine hacia la vidriera pisando vidrios rotos. No podía parar de preguntarme qué pasó en ese lugar. Observe a mi alrededor y habían rastros de una reciente pelea, hasta un rastro de sangre que me llevaba al interior del shopping.

 ¡Ja, ja, ja, ja! No soy una idiota, jamás entraría allí en las películas de terror siempre pasa eso, la protagonista entra al lugar y... Pero cuando volví la mirada hacia la vidriera un brillo en la oscuridad llamó mi atención, en medio de ella había un hombre, y el brillo provenía del colgante, él tenía a Mei entre sus mano. Con mi pie rompí el resto del vidrio para poder pasar, aunque desde el principio sabía que no era una buena idea.

— Disculpe no quise asustarlo —dije al ver que el hombre se había sorprendido por mi intromisión, aunque creo que lo que más le sorprendió fue que le hablara —, eso es mío. — Le sonreí mientras señalaba el collar.

— ¿Este? —Me mostro el colgante en una de sus manos mientras que el dije que tenía forma de hoja tambaleaba.

— Si. —Volví a sonreírle mientras me acercaba.

— ¡No te acerques Lula! —Gritó la voz aniñada de Mei

— Es peligroso. —Tengu le dio la razón a Mei.

¿Este tipo? Pero si tiene sonrisa de idiota nada más. Antes de poder tomar el collar, el encerró a Mei con una sola mano.

— ¡Sácala de su mano! —Me gritó histérico, Tengu.

No sabía que estaba pasando, pero sin pensarlo corrí hacia él, un grito de dolor salió de Mei.

— ¿Oh?, ¿Qué sucede? —Se preguntó mientras observaba el colgante intacto en su mano — ¿Cómo es que es tan resistente?

— ¡Dámelo! ¿¡Quién te crees!? ¡Idiota! —Escuché como el hada se quejaba de dolor eso me enfureció — ¡Te voy matar!

— ¿idiota?, ¿Matarme? —Lo escuché reírse mientras se movía para que no le arrebatara a Mei.

— ¡Qué me la devuelvas! —Le grité exasperada mientras el esquivaba todos mis movimientos como si se estuviera divirtiendo.

— Pero que ganado más insolente.

— ¡No estoy gorda, estoy rellena, imbécil!

— ¿Sabes quién soy?

— ¡No me interesa!, ¡Devuélvemela!