Desde esta perspectiva I.
Se solicitó la presencia de Shinya en el despacho de Kureto, esa es la razón por la que el albino camina lo más lento posible. Mirando por las ventanas el paisaje que se vislumbra, a través de ellas, un paisaje compuesto por uniformados de negro, de rangos más bajo que el suyo, y en ese momento quiso ser uno de ellos.
El añoró con poder despreocuparse de las responsabilidades de su apellido. Ese sentimiento crecía en su pecho a medida que avanzaba al despacho de su hermano adoptivo, para dar el informe correspondiente de lo sucedido en el encuentro con los vampiro y el rescate de la compañera del nuevo grupo y un... Supone, que nuevo integrante.
Cuando está enfrente a la puerta de madera, sus hombros se tensan sin percatarse de ello, y la sonrisa resignada demuestra su incomodidad.
Y como si no bastara, ni una sola mujer se atravesaba en su camino para alivianar su martirio, una linda vista le sería agradable en ese momento.
Pero en ese momento por el pasillo apareció una belleza, observó su cabello blanquecino recogido por una coleta, la cual tambaleaba de un costado al otro por su caminar. Sólo podía ver el perfil de su rostro dado a que iba charlando con su compañero, el vampiro.
Ella le sonreía pícaramente, como si le estuviera contando un chiste, mientras que el rubio ni siquiera se dignaba a mirarla.
Arrugó la nariz y se preguntó: ¿Por qué está con ellos? Sí parece que ni siquiera le agrada la gente o cualquier ser vivo.
Plantearse esas cosas, hacía que sus sospechas, sobre que el vampiro no es su compañero, crecieran.
El albino la inspeccionó, más en detalle y notó que sólo se cambió su camisa rajada para no estar exhibiendo la mitad, o más, de su sostén, aunque a él no le disgustara para nada, es más, ¡Estaba totalmente a favor del exhibicionismo!
Pero lo correcto es cubrir a una dama cuando es una exhibición no intencional.
Aun así, se dio el lujo de disfrutar la vista que Dios le regaló en ese momento, lo suficiente como para saber qué copa es la chica, y gracias a eso tuvo más de un pensamiento lujurioso. Bueno, ni siquiera era necesario que el resto de su ropa estuviera rasgada para que el albino delirara con su cuerpo. La imaginación es su fuerte.
Ante su perspectiva era mejor vestirse de negro para llamar menos la atención pero los dos, ella y el vampiro, seguían vestidos de blanco.
Los demás soldados se les quedaban viendo, y cuchicheaban entre ellos, se percató de que la chica miraba al vampiro, y sólo a él, porque no quería ver la mirada acusadora de los demás. Mientras que al vampiro parecía que poco le importaba, aún así le dio la impresión de que le seguía la corriente porque la entendía.
Tal vez, no era tan malo.
¿Realmente era necesario entrar al despacho? Miró a los dos jóvenes, o bueno, chica y vampiro, quienes seguían caminando por el pasillo, todavía los podía ver.
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En el mundo de Owari No Seraph ✖ Shinya & Crowley ✖
Fanfiction4 amigos y compañeros de trabajo atrapados en la dimensión de Owari no Seraph; Bear, Aleiv, Ley y Lula. Luego de que se les presentara un trabajo un poco extraño, pero que de todas maneras hicieron, terminaron en un lugar que desconocen. ¿Que pasara...