Dark Nights {cth}

1.

Capítulo 1

Los Angeles, California. Mayo, 2019.

Tic tac. Tic tac.

No dejaba de escuchar el sonido que hacían las manivelas del reloj cogaldo detrás del profesor, mientras él hablaba de algo sin importancia más de media clase estaban, yo incluida, en otro lado muy lejos de este aula de concreto.

Tener que soportar 4 horas de historia de la literatura inglesa un viernes, aunque sea una materia asombrosa, en el último día del semestre podría a llegar a ser muy abrumador.

—Y antes de terminar la clase, recuerden algo muy importante, que por más novela de drama, tragedia o terror que pueda llegar a ser su día a día, siempre podrán esconderse y relajarse en un pequeño mundo llamado literatura inglesa. ¡Felices vacaciones!—termino la clase el profesor Grint con una sonrisa auténtica impresa en su cara antes de retirarse del aula.

Así me dirigí a la salida del edificio de Letras y Literatura, en dónde estudiaba. Al salir de la clase, sin ganas de nada más que dormir una siesta. Revise el teléfono para ver si tenía algún mensaje importante, pero en el intento de guardar el teléfono en mi bolso, choco con una motocicleta negra que estaba estacionada al frente de la salida. Lo cual me pareció extraño ya que el estacionamiento de motocicletas estaba en la parte trasera del edificio.

Tuve suerte que no se haya caído la motocicleta porque hubiera estado en problemas. Aunque no sabría explicar cuál fue la razón por la cual me ví impulsada a acercarme a aquel artefacto, y lo hice. Era una hermosa motocicleta, su apariencia demostraba una mezcla armoniosa de cuero negro y todo lo metálico que tenía cromado, era sublime.

Me acomode el bolso y arregle mi ropa antes que me pase otra situación así, era extraño sentir que esa motocicleta ya la había visto otras veces, me hacía recordar a algo, pero no sabía de dónde o a quien recordaba. Antes de pensar que eran invenciones mías y retirarme de ahí al final del manubrio izquierdo algo llamo mi atención, tenía algo como un colgante colgado, al acercarme pude identificar una pulsera con varios dijes muy pequeños y uno de ellos, el más grande de todos era un limón.
Pero toda admiración y conexión se fueron al traste cuando escuché un ruido a mi espalda, el cual me agarró desprevenida y sin girar ni intentar ver qué o quien era salí corriendo de ahí, antes de ser atrapada. Y Con esa sensación de deja vu presente seguí caminando hacía fuera de la universidad.

Después de finalmente salir del campus, decidí dirigirme por la peatonal del centro que está frente a este, antes de volver al departamento que compartía con mis amigas Dominique y Margot. El recorrer todas esas tiendas viendo todo lo que siempre quiero comprar y nunca puedo por falta de dinero, es ser una persona masoquista en tiempo completo.

Mientras volvía al departamento descubrí que habían innagurado un market "seven eleven" a tres calles de donde vivíamos. La felicidad de ver ese lugar me subía un poco el ánimo, porque ya no tendría que tomar el autobús al centro para ir a hacer las compras para el departamento.

Estaba tan agotada ese viernes de fin de mayo y fin de semestre, que apenas llegué a mi habitación me saqué los tenis y dejé tirado el bolso en el suelo para tirarme en la cama y cerrar los ojos por el agotamiento.

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Burbank, California. Febrero, 2013

Me sentía mareada, desorientada y muerta de sed. Estaba ebria y pérdida, mientras daba vueltas por la casa buscando a mis amigos, me chocaba gente en el mismo estado o peor que en el que estaba yo.

Sigo cuestionando mi coherencia, y en quién rayos me mandó a hacerle caso a Luke para venir a esta fiesta del demonio.

A la aventura que estaba siendo mantenerme parada y seguir caminando, seguía renegando por haberme perdido al seguir Michael al baño, la verdad era que la casa era inmensa y era culpa de mi primo que estuviera en esta situación, por soltarme la mano me perdí y realmente no me gustaba estar sola.

Sigo sin entender cómo vinimos a esta fiestucha, ¡Ah sí! recuerda Astrid, estamos aca porque nos obligo tu mejor amigo y le debías un favor.

Además de que Luke haya ingresado al equipo de fútbol este año e hizo que haya generado una buena onda con un alumno nuevo de la preparatoria -que no sabia ni de donde era-solo porque al igual que él le gusta tocar la guitarra o lo que sea. No se con que autoridad u opinion termino invitandolo a nuestro grupo, sin preguntarnos. Gracias Luke porque el muchachito me cae de lo mejor, ¡Uy si!, y no tiene nada que ver que no me ayude más con matemáticas en las tardes porque ensayan para un proyecto con él ¡Por favor!

¡Ugh! quiero salir de acá. ¿Por qué demonios acepte esas pitadas de marihuana que el amigo asiático de Luke nos invitó?

Ya estaba lo bastante ebria como para agregarle el estar drogada, pero antes de que me de el tiempo para seguir despotricando contra mis malas decisiones, termine vomitando en una maceta del jardín de la casa. Siempre triunfando Astrid.

Cuando logré limpiarme y recomponerme sienti que alguien me agarro del hombro presionando con mucha fuerza logrando doblarme de la molestia y haciéndome girar para estar de frente al dueño de la mano que me sujetaba. Nunca pensé iba a sentir esa sensación de que fuera un animal en una reserva natural cuando es atrapada por el cazador, me estaba sintiendo aterrada.

Al darme cuenta en ese momento de que no era un solo dueño de la mano, sino que eran 5 matones más detrás de esa mano y no eran cualquier compañero de secundaria, eran los 5 mal nacidos que meses atrás intentaron atraparme el día que descubrí a mi padre en la fábrica.

En ese momento me quedé congelada, pegada al suelo, ¿Cómo rayos me encontraron?.
Estaba desesperada por salir corriendo y ponerme a gritar por ayuda, pero no podía moverme, era incapaz de hacer el mas mínimo movimiento, estaba paralizada por el miedo de que se repitiera lo de la última vez.

Formaron una bronca al rededor de mí, el primero seguía sosteniendome a la fuerza mientras el resto de esas alimanias empezaron a decir miles de barbaridades y empezar a vitoriar y animar al que me sostenia, mencionaban que la primera vez había tenido suerte y me había salvado pero está ocasión no iba a ser igual.

El desgraciado que me tenía sujeta comenzó a manosearme por mi torso, mientras que el resto del grupo cubría la escena, me intimidaban e insultaban, lo único que podía hacer era llorar y quedarme quieta atrapada contra la pared del jardín exterior, cuando solo quería correr y morirme. ¿Por qué a mí otra vez?

Se estaban aprovechando de mi miedo, saboreando con la vista y sus manos mi cuerpo, insultándome de todas las maneras, denigrando mi integridad y abusando de mi. Lo único que quería en ese momento era morirme.

El matón número uno estaba disfrutando de manosearme, pero antes de que metiera mano por la falda de mi vestido desapareció de mi vista. Fue tan rápido como si hubiera desaparecido por arte de magia.

Lo que no vi por mi estado de shock y ebriedad fue que había sido derribado por un fuerte derechazo en la zona de la oreja. Cuando intenté enfocar mi vista para ver quién me había salvado de semejante tortura, desperté.

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He vuelto en forma de fichas -Agus.