PARTE XIX: VACÍO

4.6K 140 21
                                    

Nuestra relación seguía igual: Salíamos, quedábamos, dormíamos juntas y era estar así todos los días, como una bonita costumbre que a mí me gustaba porque estaba disfrutando mucho de estar con ella. Teníamos planes de viajar, sin querer terminé incluyéndola en los viajes programados porque sentía la necesidad de compartir todo lo que vivía a su lado, como si se lo hubiese ganado. 

Y entonces aparecían de nuevo los miedos ¿sabes? le tenía siempre conmigo y cuando no estaba era jodido y otras veces me sentía lejos de ellos aún teniéndole cerca. Era raro todo porque creo que lo único que pasaba era si María en verdad me quería ¿Y si no lo hacía? ¿Y si era verdad lo que decía Abi? Que por cierto ahora se hablaban, no eran buenas amigas pero podían hablar como dos personas civilizadas, mientras yo me liaba mentalmente, claro. 

- ¿Estás bien? - Me preguntó María mientras caminábamos por la calle. - Estás muy callada hoy, eh... ¿Pasa algo?

- ¿Eh? No, no, no pasa nada... - Le contesté alejando mi mirada. 

De hecho estaba muy insegura, odiaba verle coger el móvil y no saber a quién le escribía, odiaba que a veces no se quedara a dormir, que no pudiera verle siempre y odiaba pensar que yo para ella era solo un experimento o un objeto que utiliza para ganar más seguidores, más público para su canal ¿No era obvio? Estaba yéndole muy bien desde que empezamos a salir, quizá era el mejor momento para ella desde que entró a esto del youtube. ¿Será que en verdad tiene sentido esto? 

A veces, cuando ella era fría conmigo o cuando simplemente no estaba para mí, me enfadaba por el simple hecho de haber cedido a ella, de callar nuestra relación solo porque a ella se le ocurrió. 

- ¿Qué pedimos? - Preguntó cuando llegamos a casa. - Yo quiero pizza ¿Tú?

- No tengo hambre, pide algo tú yo estoy bien así... - Le contesté. 

- Bueno, vale. 

- Oye, María...

- ¿Qué pasa? - Me respondió. Se acercó hasta el sofá, donde estaba sentada yo y se acostó sobre mí. - ¿Segura que no quieres pizza?

- Que no, no tengo hambre... 

- Vale, vale.

- ¿Está bien o está mal?  - Le pregunté.

- ¿Eh? ¿Qué dices? - Me dijo confundida pero sin apartar la mirada del móvil. Yo por mi parte solo atiné a quitarle el móvil para que me pueda a ver a los ojos. - ¿Está bien el qué? 

- Pues esto... - Le contesté.

- ¿Otra vez? Joder ¿En serio Melo? ¿En serio? 

- Es que es difícil ¿vale? tengo muchas cosas en la cabeza ahora y solo me da miedo que acabe...

- ¿Que acabe? 

- ¿No te has dado cuenta que soy yo la que...? Es que no sé, no sé ni cómo explicarlo. Estoy muy enamorada de ti y lo estoy dando todo... me asusta que no estés sintiendo lo mismo... no sé ya ni qué decirte, tampoco está mal que hablemos de esto de vez en cuando ¿no? 

- Es lo mismo ¿no? - Me preguntó ella. - Que por qué no lo hacemos público y eso...

- No...

- ¿Y si un día se acaba? ¿Qué pensarás de mí?

Ella volvió a tomar su lugar en el sofá, yo tenía la mirada en el suelo, me sentía culpable por hablarle otra vez de lo mismo, por ser tan insegura y por quererle tanto. María me miraba en silencio, tomó una de mis manos para besarla, luego se acercó a mí. Yo le tenía miedo a todo ahora. ¿Y si un día acaba? Pues me quedaré echa mierda, como suele pasar, como siempre ha pasado... no sería la primera persona a la que tenga que decirle adiós.

- Es que yo no quiero que acabe. - Le contesté.

- Vale, Melo, no entiendo por qué cada cierto tiempo tienes que ponerte así. Mira, que mejor me voy pa' mi casa y ya mañana nos vemos ¿Vale? 

- Pero, pero ¿por qué? ¿No íbamos a ver una peli? - Le pregunté intentando inútilmente detener su huida.

- Venga, Melo, cuando estés de buen humor. - Me contestó y luego se fue. Sin beso de despedida, ni nada. Ya para qué...

En esos días ya teníamos planeado el viaje a Punta Cana, de hecho en menos de una semana debíamos partir. Ibamos a estar una semana entera juntas, por fin y nos íbamos con amigos a un país totalmente desconocido ¿No era perfecto? Sí, pero yo con toda este miedo absurdo estaba liándola toda ¿sabes? 

- Hola ¿vendrás a casa? - Le dije mientras hablábamos por el móvil.

- No, no lo creo, Melo. He quedado con Mario en ir de compras, además, tengo que hacer unas cosas acá en casa... - Me respondió muy seria.

- Vale, vale ¿Pero por qué no me has dicho a mí?

- ¿Decirte qué?

- Que vaya contigo de compras...

- Pues porque no me has llamado ni nada...

- Es que también tenía algunas cosas por hacer...

- Pues ya está.

- Joder, María... Bueno, ven a verme.

- ¿Para lo mismo de la última vez? - Me preguntó muy enfadada. 

- Joder...

- Venga, Melo, eres tú la que ocasiona todo esto. - Me decía, elevando la voz al móvil.

- Joder, María...

- ¡Que no! Me cansa mucho que me trates así cuando quieras.

- ¿Así cómo?

- ¿Por qué no confías en mí?

- ¡Que sí confío en ti! Joder, vale, vale, María...

- No, Melo, no quiero verte mientras sigas así.

- ¡Que yo estoy bien! 

- ¿Ah sí?

- Bueno, no, me da miedo lo que sientas tú. Ya te he dicho, son solo ideas mías... joder, ya para, perdóname. No sé qué me pasa, solo quiero verte. 


Lo que no se puede negar | MELEPE = Yellow Mellow & Cadepe | FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora