Llámame egoista, pero a ti no te comparto

675 38 7
                                    

Bieeeeen, segundo intento de que wattpad no le de la gana de borrar medio capitulo :V

••∆••∆••∆••∆••∆••

Lo levanté y cargué al estilo princesa y sonriendo le lleve hasta la cama.

-Os dejo solos.-dijo Akali saliendo de la habitación. Y segundos después volvió a entrar sin permiso alguno.-Por cierto, os he dejado los pijamas debajo de la almohada 7u7.-Y se volvió a ir.

Después de cargar a Zed, lo recosté en la cama y yo a su lado, Zed estaba totalmente sonrojado.

-¿Desde cuándo eres un tomate con patas? -pregunté riéndome levemente.

-¡Cállate!

Y acto seguido me puso sus manos en la cara para que no viera nada y ya de paso intentar arrancarla de cuajo.

-Con que esas tenemos , pues te vas a enterar.-pensé.-Zed, deberíamos ponernos los pijamas, se hace tarde y mañana hay entrenamiento a primera hora.

-Ok, veamos que nos a dejado Akali.

Miramos debajo de la almohada como nos indicó Akali y hay solo estaban nuestros pantalones junto a una nota...

"Por cierto, me quedo tu camiseta Shen ya que paso frió por las noches y como cuando paso por tu habitación siempre te veo destapado pensaba que no te importaría, lo mismo para ti Zed, el pobre Kennen también tiene frío :P "

~Con cariño ,Akali~

-Parece que esta noche no tendremos camisetas.-suspiró Zed.

-Da igual, cambiémonos.

Y eso hicimos, cambiamos nuestras armaduras por unos suaves pantalones de pijama, dejando estas en una silla cercana.

-Que sueño.-dijo Zed acostándose.

-Si pero...¡Esta te la debo por lo de antes!

Y en un abrir y cerrar de ojos me puse encima suyo, bloqueando cualquier salida con mis brazos.

-¿Q-Que estas haciendo, Shen?-dijo desconfiado.

Yo sin responder empecé a hacerle cosquillas en la tripa.

-Jahahaha... ¡Shen! P-Para hahaha... Me duele la tripahahaha.

-¿Como se piden las cosas?

-¡Para ya! Jahaha po-por favor parahaha

-Uhm... con una condición.

Paré un momento con mi "tortura", esta puede ser mi oportunidad 7w7

-¿Cuál?

-Un beso.

Dije parando por un momento su ataque hacia el pobre Zed, este me miró con un leve sonrojo en sus mejillas mientras abría sus rojizos ojos por la sorpresa.

-U...¿Un beso?

-Exacto, venga.

Me acerqué lentamente a su cara pero no lo llegué a besar, tan solo me quedé esperando a que él me besara.

Esperé alrededor de un minuto cuando noté un tímido beso en mi mejilla seguido de una protesta por parte de Zed.

-Ya... está, ahora vamos a dormir.

Desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora