| Narra Rai |
Después de haber pasado una larga y tormentosa noche de lluvia, frío y viento,Fred, Madel y yo decidimos irnos a buscar provisiones en otras casas.
Nos pasamos todo el día buscando recursos, alguna que otra arma de fuego.
Cuando Madel y yo llegamos a una gran casa cada una se separa en busca de objetos.
La casa era grande, amplia y muy lujosa para estar situada en una calle como era esta. Me dirigí a una gran puerta color rojo cereza. La abrí con cuidado y me encontraba en una biblioteca, ordenada, sin ninguna mota de polvo. Revise cajones y algún que otro libro. Agarre uno el cual me llamo la atención el título ¨El futuro de una era nueva¨ Me recordaba a lo que estaba pasando. Registré un pequeño escritorio el cual tenía tres cajones, abrí uno y encontré una granada, el segundo tenía una pistola y el tercero un paquete de cigarrillos recién empezados. Me extrañé al ver los cigarillos empezados, tome uno entre mis dedos y una gruesa voz habló a mi espalda sacándome de mis pensamientos.
— ¿Quién eres?- Dijo un chico alto.
— Lo siento, solo buscaba recursos.- Dije sin mirarle a la cara, tenía miedo de él.
— ¿Vas con alguien más? ¿Un grupo quizás?- Dijo el chico intentado sacarme alguna que otra información.
— Un grupo pequeño, otras dos personas y yo, apenas tenemos comida y necesitamos más.
— Cerca de aquí hay un gran almacén de alimento, pero está todo lleno de zombies. Tengo armas de fuego pero eso solo atraería la atención de los demás.
— ¿Cuántos hay?- Dije interesada por el lugar.
— Unos cincuenta, una gran horda.
Yo solo asentí, cerré los cajones, cogí mi mochila y me dispuse a salir de allí, antes de salir tiro el cigarrillo al suelo, lo piso y lo rompo en mil pedazos.
— Sabemos que el mundo esta hecho mierda, pero, intenta vivir un poco más.- Cerré la puerta tras de mi y al final del pasillo pude ver a Madel apuñalando a un zombie. Corrí hacia ella y me dí cuenta que una horda estaba a punto de entrar a la casa.
— ¡Salgamos de aquí ya!- Dijo ella arrastrándome detrás de ella.
Rápido entré a la biblioteca para avisar de la horda, pero para mi sorpresa el chico ya no se encontraba en el lugar. Maldije para mis adentros y cerré de nuevo la puerta.
Corrimos hasta llegar al último piso de la casa, era el final estábamos muertas, eran demasiados.
De la nada una pequeña biblioteca que se encontraba en la sala que estábamos, empieza a girar, dejando ver un oscuro pasillo. Madel y yo no lo pensamos y corremos hacia allí. Seguimos corriendo por todo el pasillo hasta llegar a una gran sala sin ventanas y buena iluminación.
— Entráis unos minutos a mi casa y ya esta llena de zombies.- Dijo el chico de antes, ahora sentado en una elegante silla.
— ¿Quién eres?- Dijo Madel algo curiosa.
— Eso debería de preguntar yo, ¿No, Madel?- Las dos nos quedamos calladas y nos miramos entre nosotras algo sorprendidas. — Os conozco más de lo que pensáis.
Saco un cuchillo con una hoja afilada y le apunto con él.
— ¿Quién eres y por qué nos conoces?- Dije en tono amenazante.
— Rai, todos sabemos que no harás nada de lo que te puedas arrepentir.- Se ríe, y sigue hablando. — Me llamo Sam. Y, ahora que os he salvado me debéis vosotros ayudar a mi.
— Antes tenemos que ir a por Fred, el puede estar en peligro.- Dije guardando el cuchillo.
— No te preocupes, él esta a salvo, lo llevé a un pequeño hospital cercano de aquí donde habitan más supervivientes.
— Esta bien, ¿en que tenemos que ayudar?- Dijo Madel.
— Es muy sencillo, solo tenéis que venir conmigo a un almacén cerca de aquí para recoger toda la comida posible.
Las dos asentimos con las cabezas. El se gira y saca algunas que otras armas de fuego. Nos da un pequeño revolver a cada una con varios recargadores y nos dirige a otro estrecho pasillo. Cuando se ve la luz se puede ver una sala con un coche y un gran portón blanco. Nos montamos en el coche, pone alguna que otra canción a todo volumen y arranca el coche, acelera hacia atrás tirando la puerta y salimos de allí a toda maquina.
Después de estar varias horas en el coche llegamos a una especie de centro comercial.
— Aquí es, dentro hay de todo, comida, ropa, armas, algún que otro recurso. Con esto podemos sobrevivir.- Cogió un pequeño martillo. — Estad atentas.
Rompio en mil pedazos una gran ventana, salieron zombies, uno por uno. Sam llevaba solo un cuchillo y yo y Madel solo el revolver. Con eso nos la apañamos para dejar todo el almacén sin ningún zombie dentro.
Entramos y comenzamos a coger comida, ropa y armas. Cuando están todas las mochilas llenas volvemos al coche.
— Por hay vienen algunos zombies. Tenemos que darnos prisa.- Dijo Sam un poco apresurado.
Nos montamos en el coche lo más rápido posible y nos dirigimos al hopital de supervivientes.
Nos pasamos varias horas más en el coche, y llegamos a una pequeña ciudad ubicada al sur de Wonderland. Pasamos por todas las calles, la mayoría infectadas de grandes hordas. Cuando pasamos varias calles más nos encontramos con un enorme hospital, con dos guardias vigilando desde lo mas alto del edificio. Abren una pequeña puerta automática y entramos con el coche. La vuelven a cerrar.
Sam aparca el coche, salimos y una mujer de ojos azules y pelo corto caramelizado saluda a Sam.
— Ey, el chico se encuentra bien. no tienen ninguna mordida. Pero se ve demasiado preocupado.
— Ahora mismo se recuperara, no te preocupes Lau...- Dijo Sam mirándome.
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3º Capitulo por fin. Comenta, likeh y eso, como siempre. ¡Esto es la nueva generación de YT!
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Wonderland
Science FictionEn el maravilloso país de Wonderland, los muertos arrasan sus calles, después de un terrible virus letal. Un pequeño grupo de amigos se unen para sobrevivir a ese infierno, necesitan salir de allí para pedir ayudar pero... ¿cómo lo harán? Varias...