Epilogo

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POV. Kaoru

Ya han pasado dos semanas desde aquel día.

No puedo decir que estoy bien, es imposible, es como si te cayeras en un agujero y, sin importar cuanto intentes, es imposible salir. No importa cuanto intente, no puedo. Mis manos se resbalan haciéndome caer nuevamente en las profundidades.

Pero debo entender que ya no puedo hacer nada con lo que paso, y debo enfrentar el pasado, porque sin importar lo doloroso que haya sido, nunca lo olvidare ya que cuenta con recuerdos inigualables de las personas que más he querido en mi vida.

Sobrevivir al presente, y que los tormentos de antaño sigan vivos y que personas que con tan solo una mirada me lo recuerden, miradas de lastima, tristeza compasión, y hasta rencor. Pero eso no me matara, no dejare que otras personas sean quienes terminen de hundirme.

Si debo mantenerme a flote en el mar lleno de tiburones, los enfrentare con mi propia fuerza. No dejare que nadie me trate de un inútil que crean que deben proteger. Yo me protegeré con mis propias manos y uñas si es necesario, pero nadie más morirá por mi culpa, por mi inutilidad.

No pensare en lo que me depara el futuro. Este lo único que me da es felicidad para después quitármela. Eso hizo con mi madre, con mi padre y con mi amor.
Pero de algo estaré seguro, y es que en mi futuro habrá muerte, una muerte que sera mi venganza, tomara tiempo, pero como dicen, ésta se sirve en un plato frío.

Estas dos semanas he pensado en lo que fue y será mi vida.

Antes vivía con mi padre, ahora viviré con el padre de quien fue mi novio. No iba a clases, bueno, aunque después del atentado tomo tiempo repararla y solo abrió hace una semana y media, y ahora debo volver a asistir. Mis mejores amigos se han convertido de demonios a exorcistas, sin cambiar su naturaleza.

Como conclusión, mi vida nunca volverá a ser normal.

Eso me quedo claro el día que desperté.

Flasback

Abrí mis ojos encontrándose con un techo blanco, no, no era un hospital, era una habitación, pero al darme cuenta de quien era, rompí en llanto.

Los acontecimientos pasados volvieron fugazmente a mi mente. Uno más marcado, y ese fue cuando Mamoru me salvo la vida sacrificando la suya.

Cuando termine de derramar lagrimas la puerta de la habitación se abre. Y por ella entra el señor Kiyoshi, quien me mira serio y sin ningún sentimiento reflejado en su mirar.

Kiyoshi: Que bueno que ya has despertado. Tenemos que hablar de lo que vas a hacer ahora.

Esas palabras me llegaron como un balde de agua fría, haciéndome abrir los ojos acerca de mi presente. ¿Qué iba a hacer ahora? Sin mi padre me mandarían a un orfanato y quien sabe a donde me mandarían. Tampoco tengo una casa a la que regresar ya que está se convirtió en cenizas, o su gran mayoría.

Kiyoshi: Ven, vamos a hablar abajo.-dice y sale de la habitación.

Salgo de la cama y veo mi ropa cambiada. Obviamente no es de mi talla, si no un poco más grande, del porte se Mamoru.

Dejo de pensar en ello antes de ponerme a llorar y salgo de la habitación.

Al llegar a la primera planta veo a Kiyoshi sentado en uno de los sillones, camino hasta allí y me siento en uno individual, frente a él.

Nos quedamos en un incomodo silencio sin que nadie lo rompa, pero cuando levanto mi mirada, habla.

Kiyoshi: Kaoru, necesito saber que es lo que planeas hacer de ahora en adelante.-directo al grano eh.

Exorcistas, Demonios y Yo?????(Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora