Diario de un chico enamorado

Cambio

Diario

Ya pasaron seis días desde mi entrevista y mi vergonzoso encuentro con Alice.
No he tenido mucho contacto con el exterior, me he negado a salir de mi habitación, no me siento triste, mucho menos  decepcionado, por lo cual este comportamiento que he adoptado me parece anormal. Mi madre me ha preguntado en incontables ocasiones sobre cual es el motivo de mi cambio, y se molesta si le respondo con un seco "no lo sé", lo único con lo que puedo excusarme es que solo esta pasando y ya, aunque admito que este cambio es innegable ante todos. Estoy cambiando, estoy extrañado.

Hoy por la mañana decidí escribir sobre este extraño suceso, mis manos tiemblan y mi escritura es torpe, me he equivocado en muchas ocasiones, quizá solo sea nerviosismo, puesto que la entrevista y mi dialogo con aquella chica (la cual apenas se su nombre) me dejó atónito. No tengo explicación alguna, ni siquiera decir que la pubertad esta haciendo un fuerte efecto en mi, ya que eso no me justifica en lo absoluto, debido a que eso ya no tiene ninguna repercusión en mi.

También he faltado un par de días a mis labores como tutor de los chicos en la escuela, y los días que me animé a asistir mis enseñanzas fueron pobres y hasta cierto punto absurdas. Hasta Valerie con su incansable fe en mi, no pudo hacer ningún cambio positivo, ni siquiera pudo darme un diagnostico cercano, cosa que me extraña, ya que a sus trece  años de edad es toda una experta analista, ella me ayudo a catalogar a los alumnos para así saber quien necesita mas ayuda en la materia y quienes son los alumnos mas excepcionales:

-No comprendo nada, has estado actuando extraño y no sé que es lo que pueda pasarte, pero me estas llegando a preocupar.

-Valerie, te agradezco tu preocupación, te has ganado mi admiración y mi cariño, ademas de ser mi mejor alumna también tienes grandes facultades y puedo ver en ti un gran futuro, y no quiero sonar grosero al decirte esto pero no quiero que te preocupes tanto por mí, creo que ya tengo la edad suficiente como para poder sobrellevar mis problemas morales sin depender de nadie. No creo que esto sea un impedimento mayor.

-Lo entiendo, solo no dudes en contar con el apoyo de los seres que te amamos y nos preocupamos por ti.

-Gracias, pero ahora vete, ya es tarde y tus padres deben estar esperándote afuera.

- Animo-En ese momento me dio un fuerte abrazo y se acercó a besar mi mejilla, pude sentir como sus calientes labios rozaban la sombra de los míos- Estaré cuando me necesites.

-Es extraño, ¿no lo crees?

-¿A que te refieres?

-Me refiero a que me sorprende que yo sea el "adulto" y este recibiendo consejos de alguien mucho menor que yo, que aun no se integra al campo laboral. Aunque es una alumna excepcional y sumamente inteligente, a muchas personas les parecería sumamente irrelevante.

-Eso me hace especial.

-No sabes cuanto...

Esa pequeña platica con Valerie me dio ánimos de escribir sobre mi desafortunada situación, ¿quien sabe, quizá algún día me despierte a leerlo de nuevo y termine riéndome de mi pasado.

Shirú