Sus padres vuelven a quedar boquiabiertos, pero luego de eso sonríen y eso hace que me sienta más aliviada. Todo salió bien, David tenía razón
-¿En verdad?- preguntó el padre de David
-Si –respondemos David y yo
-Seré abuela, fascinante –añade la señora Patricia-¿Cuántos meses tienes, ________? No se te nota todavía
-Solo tengo un mes –respondí
-Oh, bueno, me imagino que todavía no saben el sexo ¿verdad?
-No
-¿Ya tienen pensado nombres? –preguntó el señor Jorge
David y yo nos miramos y sonreímos
-Sí, claro que si papá –dijo David
-¿Cuáles son?
-Bueno, a mí me gustaría que se llamara Eduardo –dije mirando a David
-A mi me gustaría que se llamara, Selena –dijo David
-Lindos nombres –nos dice la madre de David
-¿Sabes hijo? No me canso de repetir lo feliz que me siento de que estés con _________, me agrada que estés feliz, no como tu anterior relación con Vanesa...- dice el padre de David pero la señora Patricia le da un codazo y lo interrumpe
-¡Jorge! ¡Cierra el pico! –Chilla la señora Patricia
-Lo siento –dice el padre de David algo apenado
-Oh, no importa –dije
-Papá, por favor, hablemos de otras cosas –dijo David
¿Vanesa? ¿Qué habrá pasado con su anterior relación? Tal vez no debería de meterme en eso, pero me da curiosidad. No preguntare nada, no ahora, le preguntare a David cuando este sola con él. Toda la tarde la pasamos hablando. La madre de David me cuenta que cuando me fui, David se encerraba en su cuarto a llorar y me dijo que tenía una foto mía, una que me habían tomado en el colegio. La pasamos muy alegres que ni siquiera medimos el tiempo y cae la noche, entonces ellos empiezan despedirse.
-Me alegra haberte visto de nuevo, _________ y me alegra mucho más sabes que tú serás la esposa de mi David –me dice la señora Patricia
-Gracias, a mí también me alegra haberlos visto –conteste
-Felicidades por todo –Añade el padre de David- Los vendremos a ver, ya quiero conocer a mi nieto
-Adiós, papá y mamá, cuídense mucho –les dijo David a sus padres
-Nosotros también, hijo –responde su madre- Hasta luego
Nos dan un último abrazo, luego suben a su camioneta y se van. Me siento muy feliz de que todo haya salido perfecto, David siempre tiene razón. Me alegra que sus padres todavía me quieran. No puedo estar más feliz
