Todo queda en silencio, no dice nada y eso hace que me preocupe. ¿Qué estará pensando? ¿Por qué no dice nada? Entonces, por fin después de tanto esperar, mi padre habla:
-¿Estas...emba...embarazada?
-Si...
-¿Voy a ser abuelo?
-Eso...creo
-¡Voy a ser abuelo!
-Si
-No puede ser
-¿Estas enfadado?
-¿Por qué lo estaría? Tal vez si, si no estuvieras comprometida y él bebe fuera de Alexander ¿Es de David cierto?
-Si
-Entonces estoy feliz
-¿En verdad?
-Claro que si
-¡Oh fantástico!
-Cuando puedo librarme de tanto trabajo te prometo que iré a visitarte
-De acuerdo, papá
-Te quiero, _________
-Yo igual
-Adiós
Cuando cuelgo, miro a David y él sonríe como si supiera lo que le voy a decir.
-¿Y? –Pregunto David
-Está feliz –respondí
-¡Lo sabía! –Exclama David muy alegre- ¿Quién no podría estar feliz por este bebe?
-No lo sé
-No sabes lo alegre que me siento
En la noche cuando llega la hora de dormir, yo soy la última en ducharme. Cuando termino me pongo ropa interior y una pequeña bata color azul celeste. Quiero provocar a David ¿Lograre provocarlo? ¿Lograre hacer que esta noche vuelva a ser mágica? Sé que prometí aguantar, pero en verdad esto me gana. Salgo del baño y David está en la cama acostado con una camisa blanca y un pantalón azul como el de mi bata, es un pijama. Cuando me ve queda boquiabierto, yo camino hasta la cama, me acuesto y dejo que se me levante un poco mi bata, pero a David no parece importarle aunque sigue con la boca abierta. Me volteo y mi bata se levanta un poco más, entonces David me pone una sábana, me besa la mejilla y me susurra: Buenas noches
cada vez nos estamos acercando mas a la sorpresa preparada n.n
las quiero
