Capítulo 44

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Después de aquella platica con mi padre, me fui a dormir. Todo estaba volviendo a ser como antes. Eso me hacía sentir bien. Y pensar que estaba a punto de abandonar todo esto y dirigirme a un mundo sin Luke, en pocas palabras, un mundo sin color.

Cuando desperté estaba entusiasmada por contarle todo a Luke.

Bajé a desayunar.

-Hola.- Saludé con una sonrisa.

Mi madre me sonrió.

-Hija me alegro que todo ya se haya arreglado.- Dijo mi madre sirviendo el desayuno.

-Yo igual, no sabes cuánto.- Respondí.

-Y supongo que seguirán con sus planes de boda.- Insinuó mi madre.

-Supongo.- Le di un bocado a mi desayuno.

-¿Y más o menos cuando será?- Preguntó.

-Pues, no lo hemos hablado aún. Ni siquiera le he dicho que las cosas ya se arreglaron completamente.

-¿Y qué esperas para decírselo?- Preguntó mi madre.

Me encogí de hombros.

-Creo que mejor iré a decirle ahora.- Me levanté de la mesa.- Vuelvo en un rato.- Dije cerrando la puerta.

Fui caminando hacia su casa, pensando en cómo le diría.

Después de un breve momento, llegue.

Toqué el timbre. Liz (como usualmente lo hace) salió a abrir.

-Oh, querida. Pasa, supe lo que pasó.- Dijo recibiéndome con una regocijante sonrisa.

Asentí.

-¿Se encuentra Luke?- Pregunté.

-Sí. Está en el patio.- Dijo.- ¿Quieres que le hable?

-No. Yo voy, le tengo algo que decir.

-¿Algo bueno o malo?- Preguntó con intriga.

-Ya lo sabrá.- Guiñé el ojo.

Me dirigí al patio.

Allí estaba Luke sentado en un columpio.

-¿No estás un poco grande para los columpios?- Pregunté.

Luke me miró lanzando una sonrisa. Luego rió.

-Lo sé, lo sé. El problema es que me atoré.- Rió jadeando.

Yo igual lo acompañe riéndome.

-¿Quieres que te ayude?- Pregunté estirando mi mano para ayudarlo a salir.

Él tomó mi mano y se impulso para salir del columpio.

-Y, supongo que vienes a decirme lo que ocurrió ayer cuando hablaste con tu padre.- Dijo Luke.

Asentí.

-Pues cuéntame.

-No pasó gran cosa.- Dije sin inmutarme.- Pero necesito que me ayudes en algo.

-¿Qué te ayude en algo?- Arqueó una ceja.

Asentí.

-Debo encontrar un anillo que iba aquí.- Mostré mi dedo anular.

Luke sonrió aliviado.

-Algo como esto.- Saco de su bolsillo el anillo.

Luke puso el anillo en mi dedo.

Fue tal como la primera vez que me lo dio. Terminó en un beso.

Esto estaría bien como para decir que aquí termina todo... pero no es así.

Pasaron un par de semanas. Todo fue casi color de rosa. Lo malo era cuando teníamos que decidir algo. Prácticamente Luke y yo no opinábamos nada. Todo lo decidían mi madre y Liz. Y es ahí cuando las cosas se ponían feas. Una quería una cosa y la otra algo diferente.

A veces me ponían entre la espada y la pared.

-Hija, ¿Cuál centro de mesa te gusta más?- Mi madre me enseño dos modelos. Uno lo había escogido Liz y el otro mi madre.

Me encogí de hombros.

-Tienes que decidir.- Dijo Liz entornando sus ojos en los míos.

Terminé decidiendo uno que no era ninguno de las dos.

Las dos fruncieron el ceño ante mi decisión.

Y mañana vendría lo peor "Escoger el vestido".

Me fui a dormir. Tendría que recuperar fuerzas para mañana.

Sentí que dormí solo unos minutos. Pero no fue así.

-Hija. Levántate.- Ordenó mi madre.

-No.- Jadeé.

-Vamos Tn___, tienes que elegir el vestido.

-¿Yo? ¿O ustedes?- Pregunté.

-Pues tú.

-¿Segura?- Repuse.

-Sí.- Rodó sus ojos.- Te lo juro.

-Bueno.- Me levanté y me vestí.

-Apúrate.- Dijo mi madre.

-Sí, sí. Ya voy.

En un par de minutos ya estaba lista para irme.

Fuimos directo a la tienda y allí se encontraba Liz.

Cuando entramos me enseñaron varios vestidos.

-Olvidé mi celular en el auto.- Se quejo mi madre.

-Si quieres voy por él.- Dije.

-Okey, pero no tardes que te tienes que probar el vestido.

Asentí.

Cuando salí me dirigí al auto.

Busqué el celular de mi madre hasta que lo encontré.

Cerré el auto, cuando me di la vuelta encontré una persona de simetría parecida.

Era el señor que me encontré en Nueva York. ¿Pero que hacía en Florida?

Mientras pasaba por donde yo estaba se le cayó su billetera.

Inmediatamente la recogí.

-¡Señor!- Grité para que me escuchara.

Corrí hacía él.

-Se le cayó esto.- Le di su billetera.

-Gracias.- Dijo el señor. Su voz era un tanto ronca, era tan penetrante que me estremecí.

Y por fin se volteó. Esos ojos, esa cara se me hacían conocidos de alguna parte.

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Capítulo a petición de olivia2815, AnjanaVzquez & paulalove5sos.

¿Quién será ese señor misterioso? Espero y les haya gustado el capítulo, voten y comenten, las quiero. Besos xx

I Will Never Forget {Luke Hemmings y tú} // 3era TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora