Kitten; Ambreigns.

XVII

— Tengo una conclusión — el moreno asintió indicándole a su compañero  que podía continuar —, eres un adicto a los gatos o tienes un kink.

— ¿Un kink? — no entendía absolutamente nada.

— Sí, ya sabes, esos hombres que se se sienten dominantes cuando los llaman daddy durante el acto sexual.

El samoano escupió el agua en el rostro de Seth, éste se encontraba sentado frente a él,  y es que de verdad no se esperaba que su gatito le dijera o supiera eso.

— Ew, te dije que podías lavarle la boca con agua bendita pero no, nunca le hacen caso al teñido — mencionó Seth mientras se limpiaba el rostro con un trapo que encontró por ahí, la verdad es que eran los calzones de Joe pero déjenlo.

— Es que eres rubia — se encogió de hombros prestándole importancia al asunto a lo que Seth se indignó todavía más.

— Cierra el pico — gruñó en dirección a su castaño amigo, éste rodó los ojos tanto por Seth como por lo que Joe dijo pues "los gatos no tienen pico".

— Como  sea, ¿tienes un kink, Rome?

— ¡Dios! Claro que no, es sólo que eres adorable como un gatito — sus mejillas se tornaron rosadas de tan sólo imaginarse teniendo aquel kink que Dean tanto dice.

— No soy un jodido gatito — ¿Cuántas veces hemos leído esto antes ya?

— Si lo eres, un lindo lindo gatito — afirmó con una linda sonrisa el Samoano.

— Jódete — Seth se esperaba que Joe respondiera algo como "Eso intento" o "Ven y jódeme" pero cuando vio que no más no dijo nada decidió darse de golpes en la pared, ¡es que estos niños no piensan!

— Voy por el agua bendita, mantenlo quieto — el de orígenes Samoanos  se levantó del sofá caminando hasta la salida. Justo cuando el teñido iba a ejecutar la orden del moreno el castaño salio corriendo — ¡gatito!

— Creo que te salió gallina — dijo el bicolor ganándose una mirada de odio por parte del moreno.