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El grupo entro al camerino entre tropezones y quejas, el bicolor no espero más y se arrojo en el suelo, el samoano depósito al castaño en el sofá y tomó asiento en la silla frente a él.

-me siento idiota por aceptar este feudo.-se quejo el teñido.

-es buen feudo, pero rivales fuertes, no siento nada.-contesto el moreno quitando su camiseta.

-necesitamos vacaciones. Quiero vacaciones.

-tú lo que quieres es el pene de Roman.

-¡Seth! -chillaron sus compañeros.

-no me culpen por decir la verdad, iré por algo de tomar.-el teñido arrojó sus guantes y camiseta sudada al rostro del moreno guiñándole un ojo.

-¡hey!-gruño el castaño.-largo zorra.

El bicolor soltó una carcajada junto al moreno y se dispuso a salir.

-Dean.-dijo el moreno después de un par de minutos en silencio viendo como su gatito se quedaba dormido.

-mhm.

-cantame.

-¿por qué?-levantó su rostro conectando miradas con el moreno.

-quiero que me cantes.

-bien, la del moño colorado tururu me trae todo el día mareado tururu.-se sentó en el sofá haciendo un pequeño paso de cumbia.

-gatito, es en serio.-reprochó el moreno.

-bueno, ven.-palmeo el espacio en el sofá junto a él, Roman se levanto un poco adolarido y camino hacia él.-pon tu cabeza en mis piernas.

El moreno obedeció, Dean libero el cabello del samoano comenzando a pasar sus dedos desde el comienzo hasta el final de este, sonriendo por lo bien que se sentía.

-¿qué esperas para cantar?

-público impaciente.-hizo una mueca haciendo reír al moreno.-
¿Podrías imaginar el sabor de tus labios
Si nunca hubiéramos tratado de besarnos en el camino a Queen's?
Porque yo imagino el peso de tus costillas
Si tú descansarás entre mis costillas en el asiento trasero
Imagino las lágrimas en tus ojos
Las primera noche que dormiré sin ti.
Y cuando pase estaré a millas de distancia
Y unos cuantos meses después
No sabía a dónde corría
Pero no miraré atrás.

Estaremos buscando la luz del sol
O los faros
Hasta que nuestros abiertos ojos se quemen ciegos
Estaremos atando los mismos zapatos
Que hemos usado
Al fondo de la línea
Y sé que somos impetuosos
Y nuestros corazones se han ido
Y el tiempo nunca está bien
Pero por ahora vayámonos
A unas vacaciones en Roma.

Para cuando el castaño dejo de cantar se dio cuenta que el samoano comenzaba a dormir, batallando con sus ahora pesados párpados, sonrió por la tierna imagen, beso su cabeza, como bien hacia desde hace meses.

-duerme Rome, descansa.

-te quiero gatito.-murmuró el samoano para después caer rendido en los brazos de morfeo.

-murmuró el samoano para después caer rendido en los brazos de morfeo

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Kitten; Ambreigns.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora