Bajo las olas

1.- E-mail

Leea, una chica no muy alta, cabello café obscuro igual que sus ojos, apenas graduada de la universidad y ya tenía un trabajo en una de las televisoras  más reconocidas de su país, el periodismo era su vida, y claro, su mejor amigo, Alan, quien era su compañía desde la secundaria, pero que por sus gustos personales había elegido estudiar fotografía, sin embargo no por eso habían dejado de verse cuando tenían tiempo libre.

-perdón por llegar tarde...pero tengo Buenas noticias para ti...-dijo Alan.
-espero que esas noticias sean un par de hamburguesas o unas donas...-Leea estaba sentada en la banca donde ella y Alan siempre se veían.
-no, es algo mejor, ¿Recuerdas que me traicionaste encontrando trabajo antes que yo? Pues bien, adivina quien será tu compañero de trabajo -Alan saco una hoja de su maleta y la sostuvo frente a Leea.
-sabes que solo trabajo buscando información ¿verdad? No tendrás un documental de tus fotografías Al...
-trabajo es trabajo mi querida, y si trabajo contigo al menos no me aburriré...¡vamos mujer, almenos alégrate un poco!
-esta bien, esta bien, me alegro de que consiguieras trabajo Alan...hoy yo invito el helado.
-sabes que aún es invierno ¿verdad? No seas tramposa.
-¿yo? Jamás...me ofendes...
-entonces ¿dices que vamos a tu casa a ver la película que compraste? ¡Gran idea!
-¿Qué? Espera un momento yo no...

Alan tomó del brazo a Leea mientras la guiaba hacia la tienda de películas. Siempre habían sido así,  cuando Leea se mudo a su departamento sola, Alan estuvo ahí para ayudar con los pesados cartones, y cuando Alan casi reprueba el semestre Leea fue su maestra, su muy paciente maestra.

Alan era un chico agradable, y el mejor confidente que Leea había tenido...llevaban mucho años de amistad que no pensaban acabar, él era unos centímetros más alto que ella, tenía el cabello oscuro y sus ojos cafés, era delgado y tenía unas pocas pecas en su cara...bastante lindo a simple vista pero para Leea era como su hermano y el sentimiento era mutuo por parte de Alan.

El trabajo que Leea había conseguido era lo más cercano a lo que ella quería, sin embargo no todo era hermoso...ella era la encargada de investigar los casos que nadie más quería, fantasmas, drogadictos, ella recopilaba la información que los periodistas después usarían en la televisión...ella no aparecía nunca, y no lo haría en un largo tiempo ya que la asignaron a la peor mujer, Casandra era la reportera del programa de noticias de la madrugada, una diva por defecto, su cabello rubio "natural", sus ojos pintados todo el tiempo y sus lentillas de ojos que siempre llevaba puestas haciéndolos ver azules, junto con su "bello" carácter la hacían una persona intolerable.

-¿te ha estado dando problemas verdad?-dijo Alan mientras buscaba una película.
-¿cuándo no lo hace?- dije con tranquilidad - esta vez fue solo por que no deje su cartera en la silla correcta...mañana puede ser su café, o quién sabe...
-en serio deberías pedir que te remuevan...ella te está haciendo más vieja, mira...-Alan tocó mi frente- ya tienes una arruga...-quité su mano de mi cara mientras el reía.
-no es gracioso...
-claro que lo es...tu cara de enojada es la cara más graciosa que he visto jamás...
-ja ja ja que gracioso eres...te mereces un premio por tu gran bromita...
-parece que también te quita el sentido del humor la señorita Casandra.
-hoy me dijo que espere un e-mail de ella muy importante...tal vez me despida...es por eso que estoy así.
-no va a despedirte...eres la mejor, no es porque sea tu amigo, en serio eres la mejor.
-cállate- le dije sonriendo, el sabía cómo hacerme sentir mejor.

Había entrado a trabajar por que yo fui becada en la universidad por mis buenas calificaciones, fui la mejor de mi clase y por eso me escogieron en la televisora pero tuve problemas con el director ya que su hijita me odiaba y por su culpa terminé trabajando con Casandra...aunque acepté el trabajo porque la paga era buena ya que ninguna asistente o reportera que trabajase para Casandra se queda por mucho tiempo.

Tenía mi correo abierto en el teléfono, esperando el mail que mandaría Casandra, pero Alan es muy convincente cuando se lo propone así que nos sentamos a ver la película que habíamos comprado...me distraje tanto que cuando vi el mail ya había sido enviado hace más de media hora...y Casandra debía estar empezando a entrar en su estado de enojo máximo.

El primer mail decía:
Querida. Te tengo un trabajo, mira, nos han asignado un caso de desapariciones constantes en cierta isla del pacífico, entonces me han pedido que vaya pero ya sabes, mi cabello no resiste la humedad de las islas, así que se los propuse y me dijeron que estaba bien si ibas tú.... tu amigo estuvo aquí antes y ya que él está trabajando contigo él será quien grabe las escenas necesarias y tome las fotos para el reportaje...ya tengo los boletos para el viaje así que espero tu respuesta.

Lo siguiente que hice fue llamar a Alan para que leyera el mensaje pero en lo que él llegaba abrí el segundo mail:

Tomare eso como un sí, querida parten pasado mañana asegúrate de avisarle a tu amigo y buena suerte, tienes un mes para tener la noticia completa, espero un reportaje bien hecho y sin errores...vuelves en 30 días.
Chao linda.

Casandra

Mientras Alan leía yo entraba en pánico, viajar?! Yo?! A duras penas me he subido en los juegos de un parque de diversiones y jamás he estado en una montaña rusa...¿como iba yo a viajar en avión? El viaje duraría más de unos minutos...y ya no podía rechazarlo.

-¡nos vamos de vacaciones!
-¡¿de qué te alegras?!...¡sabes que le tengo terror a las alturas!
-mira el lado bueno, vas a conseguir broncear esa piel de pared que tienes...
-calla bobo...¿Qué voy a hacer?
-pues la maleta porque no puedes negarte.

Lo que más me molestó es que tenía razón...habría que hacer la maleta y preguntar por el pago, porque no pensaba subirme en esas cosas horribles por una paga igual a la que recibía en tierra.

Tranquila querida, se te pagará el doble de lo normal...Así que compra todo el bloqueador solar que necesites, la mitad del pago te llegará en la quincena a la isla para que puedas satisfacer tus necesidades.
Un beso linda. 

  Casandra 

Era mi fin, no podía negarme a un salario duplicado...adiós a mi hogar, será un largo mes.