4.- Empezamos

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Desperté cerca de las seis de la mañana porque mi sueño desapareció, así que decidí que era mejor empezar a trabajar y acabar pronto con esto. Tomé mi computador y me conecté a Internet, revisé un poco mis redes sociales y revisé mi correo, efectivamente un e-mail de Casandra esperaba ser leído en mi bandeja de entrada. Hablaba sobre el viaje y que no gaste de más, y me recomendaba lugares donde podía investigar, también me envió los reportajes locales de los secuestros registrados y otra información, en sí los secuestros eran presunta obra de una banda de narcotráficantes que se manejaba en toda latinoamerica y habían creado una base en esta isla, donde secuestraban a las personas que trataban de escapar de la red o simples turistas para la trata de blancas, el caso que más me impactó fue el de una chica que había sido encontrada muerta en la playa, junto a ella se encontró una presunta falsa nota de suicidio pero los principales sospechosos resultaron ser los narcotraficantes que se habían visto antes en la playa junto con la chica.

Luego de leer todo y anotar la información que necesitaba notÉ que a pesar de que la gente sabía de la existencia de esa base, no temían, no estaban asustados, más bien se percibía que estaban tranquilos ante la situación, incluso en las entrevistas con los pesqueros que encontraron el cuerpo de la chica, ellos decían que la carta no era falsa, es por eso que el caso aún no se ha cerrado pero esas personas eran capaces de mantener la calma frente a un cadáver, me pareció muy extraño.

Alan despertó cerca de las ocho de la mañana. Bajamos al restaurante del hotel a desayunar, el hotel era un conjunto de habitaciones de estilo rústico en el exterior, pero por dentro tenía todas las comodidades, nuestra habitación era grande,se dividía en dos partes, una donde estaban las camas junto al baño y otra que simulaba una pequeña sala fuera en el balcón, tenia un televisor plasma, un papel que contenía un cronograma de actividades para los turistas y la clave del Internet, había una por cada sección, el baño era grande, tenía tina y un espejo enorme en una de las paredes en frente del lavamanos, las camas eran amplias y cómodas con sabanas blancas y muchas almohadas, también había un par de vasos y platos en una estantería pequeña sobre el mesón en forma de L que estaba en la parte de la sala, a pesar de que el hotel ya tenía un restaurante, podías comprar comida fuera y comer en las habitaciones. nuestra habitación estaba justo en frente de la playa, y se escuchaba el sonido de las olas todo el tiempo.

sin embargo, esta había sido modificada a pedido, porque originalmente era un cuarto matrimonial, donde solo había una cama, pero les pedimos que pusieran dos en su lugar, así ambos estaríamos cómodos, porque Alan se mueve demasiado cuando duerme y yo también, por lo que es imposible que durmamos juntos.

-entonces, ¿cual es el plan para el dia de hoy capitana?-me dijo Alan mientras colocaba una tostada en su plato.

-mmm, supongo que iremos a pasear por la isla para reconocer el terreno...

el restaurante era de estilo bufete, solo debíamos entrar para que toda la deliciosa comida del hotel este a nuestro alcance, había de todo tipo de comidas, y todo se veía delicioso, yo tome un poco de todo, y me fui a sentar a la mesa, mientras que mi querido amigo no regresaba porque no se decidía si comer frutas dulces o cítricas, lo deje solo para que piense mientras yo me fui a disfrutar de mi desayuno.

-disculpa, esta silla esta ocupada?

una señora de unos 30 años era quien preguntaba, tenia el cabello castaño rojizo y unos lindos ojos color miel, era bastante bonita y su piel se veía radiante, pero como ya dije, aparentaba sus 30 años, por culpa de esas pequeñas arrugas en su rostro, que sin embargo no le quitaban belleza. era bastante guapa.

-esta bien si me la llevo?-volvió a repetir al ver que no respondía, me había atontado su belleza.

-ah...ah si, no esta ocupada...-respondí al fin.

-muchas gracias-sonrió y se llevo con ella la silla, se fue a la mesa que estaba unos pasos delante de la nuestra.

-quien era? que guapa!-Alan había llegado comiendo una manzana mientras miraba a la mujer.

-no lo se, solo me pidió la silla.

las mesas eran para cuatro personas, pero aquella mujer iba acompañada por quien parecían su esposo, que andaba igual en sus 30 y de 3 niños que parecían ser sus hijos, todos tenían una belleza espectacular, su esposo, tenia el cabello rubio, y facciones bastante finas, era precioso, pero de una forma diferente a la que suelo apreciar, emitía un aura refinada a su alrededor, sus hijos al parecer eran un par de gemelos y un pequeño de la misma edad, trillizos tal ves?, en todo caso, los 3 eran preciosos, tenían el cabello rubio como su padre pero definitivamente tenían el perfil de su madre, eran delgados pero se los veía bastante activos, y en especial traviesos, pero esa escena familiar me dio bastante ternura.

-bueno, será que ya me piensas contar de que va todo esto?-Alan estaba observándome atentamente.

-¿de que hablas?

-bueno, es extraño hacer un reportaje con una investigación de un mes si sera presentado en la television...

-no entiendes, esto no sera una noticia normal, es para un documental...es para el documental que hará Casandra, es parte de su asenso.

-ah, así que la bruja ascenderá...pero porque tu tienes que ayudarla?

-la que me paga es ella después de todo...se supone que nuestros nombres aparecerán en los créditos, tal vez también me asciendan...y a ti también-dije distraída mientras comía mi plato de granola con yogur.

-cuando fue que hablaron de todo esto? porque no sabia nada?

-lo hablamos cuando fui a retirar los boletos de avión y los papeles...Casandra me lo dijo todo, si no te lo había dicho, lo siento. supongo que estaba distraída pensando en el avión. ademas debieron decírtelo en el trabajo no?

-no, solo me dijeron que seria camarógrafo y fotógrafo para recopilar información en esta isla contigo, nada mas...creí que seria algo normal pero no me esperaba lo de espiar a una banda de narcotrafico.

-shhhhh no puedes decir eso tan a la ligera.

estamos jugandonos el cuello aquí, si alguien de la mafia nos descubre, podríamos morir, por eso Casandra no quería venir, ademas ella resalta mucho, nosotros somos de perfil bajo, así que podríamos investigar sin ser descubiertos...pero todo esto me parecía extraño, yo también lo había pensado, pero arriesgar la vida por el trabajo? es algo que alguien que realmente ame su trabajo haría, por eso estoy aquí...debemos ser cuidadosos, muchas cosas podrían pasar en un mes.


Bajo las olasWhere stories live. Discover now