5.-Tienda

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Terminamos de desayunar y nos fuimos a la habitación a coger las cosas que necesitaríamos para ir a nuestro reconocimiento de terreno, Alan cargo las baterías de la cámara mas pequeña y preparo una de repuesto y una aprueba de agua, el siempre estaba preparado para todo. por mi parte me puse un micrófono pequeño debajo de la ropa para grabar conversaciones que me parecieran interesantes, ademas me puse bloqueador y lleve mi traje de baño (el mio, no el que compro mi "amigo") en una bolsa para ir a nadar en el mar, y lleve una toalla, el hizo lo mismo. estamos trabajando, si, pero también vinimos a disfrutar. guarde mi pequeño cuaderno de notas en la misma bolsa y un par de bolígrafos por si alguno se estropeaba por el calor. 

al salir lo primero con lo que nos encontramos fue la playa, había gente rondando, divirtiéndose, pero aun era temprano, así que dejamos la diversión de lado y me lleve a Alan lejos de las chicas en bikini para empezar a investigar un poco, salimos del terreno del hotel, después de todo la información no la podríamos encontrar ahí, le pedí a mi compañero que tomase fotos de los lugares y personas que le parecieran interesantes, y empezamos nuestro recorrido, las calles eran bastante poco transitadas, esta isla era centrada en el turismo, así que los lugares donde mas gente había era los hoteles, sin embargo el primer lugar al que fuimos no pertenecía a un hotel, era una tienda de curiosidades, estaba en la información que me envió Casandra, se suponía que dentro vivía una mujer que había visto el cadáver de la chica y que era sospechosa de ser  cómplice de la banda.

llegamos a una casa curiosa, era de un solo piso, por fuera tenia un jardín con plantas que comenzaban a invadir la casa por dentro también, estaba totalmente cubierta de baldosas de color blanco y azul intercaladas, parecía un juego de ajedrez gigante, Alan tomaba fotos del lugar, mientras yo me acercaba a tocar el timbre de la tienda, pasaron unos minutos cuando un ruido se empezó a oír desde dentro, por una ventana, una de las cortinas se movió y se vio una pequeña cabeza asomarse para que instantes después saliera la mujer que pidió nuestra silla en el restaurante.

-buenos días, pase por favor -nos dijo amablemente, al parecer no nos reconocía.

entramos a la casa, al parecer no era una casa sino un local, estaba un poco alejado de la playa, sin embargo se escuchaba el mar, porque seria? dentro era una tienda, pero...un poco extraña, tenia estantes, si, como cualquier tienda, pero estos estaban llenos de artículos variados y diferentes. había de todo ahí dentro, en la "caja" por así llamarla, había muchas mas cosas amontonadas, parecía muy desordenado, pero era extrañamente acogedor.

-joven, no se permiten fotografias-apareció entonces el que se suponía era el esposo quien sujeto el hombro de Alan para detenerlo de tomar las fotos.

-oh, lo siento, esta bien...-Alan miraba como un tonto los hermosos ojos azules del hombre, si hubiera sido el hubiera hecho lo mismo.

-bueno y que buscaban?-dijo la mujer-tengo de todo, pidan lo que se les ocurra, si lo que buscan es un par de anillos de compromiso aquí tengo...

-NOO!-dijimos Alan y yo al mismo tiempo.

-¿es que no son pareja?-dijo el hombre quien empezaba a cargar unas de las cosas que estaban apiladas en la caja, mientras su mujer trataba de organizar.

-no, no es algo como eso -dije calmándome al ver la reacción de sorpresa de la señora- quisiéramos, mmm ver primero...

-oh, perfecto entonces, pueden mirar todo lo que quieran-dijo amablemente la señora.

Alan y yo nos dividimos, empece a buscar algún periódico o alguna revista vieja donde encontrar información...en su lugar encontré una fotografía, en ella aparecía un bebe, no tenia cabello, parecía un recién nacido, detrás estaba escrito un nombre "Kaled, 2 días de nacido" era un bebe muy lindo, pero la foto estaba bastante deteriorada, por lo que ese bebe ya debe ser por lo menos un adulto. detrás de mi apareció el hombre quien miro que sostenía la foto y me dijo:

-oh, eso no esta en venta pequeña, ¿podrías devolvérmela? es muy preciada para mi.

-si, claro...-le devolví la foto y me sonrió, entonces llamo a su esposa.

-Taira, los niños han estado jugando con eso de nuevo...-le dijo mientras le daba la foto.

-no te preocupes, ahora los regaño...estos niños, son muy traviesos.-respondió la madre.

-¿tienen hijos?-vi mi oportunidad de meterme en la conversación, aunque un poco brusca pero serviría.

-si, tenemos 3 hijos, son unos huracanes...-dijo el padre.

-oh, pero he escuchado que la zona es un poco peligrosa para los niños, ¿es así?

-como todo lugar, existe el peligro, después de todo es una isla, pero por esa razón las escuelas están lejos del mar, y los niños no juegan fuera de casa.-hablo la madre.

-oh, pero no le temen a los bandidos y ladrones? supongo que con tantos turistas rondando debe haber bastantes de esos.-me asegure de encender el micrófono.

-pues la verdad es que hay pocos, la mayoría de ellos son extranjeros que se instalan en la isla, ademas aquí solo vivimos personas humildes.-me respondieron con una sonrisa.

se escucho un ruido y Alan hecho un grito, cuando fuimos a ver, encontramos a Alan en el suelo.

-¿que te paso?

-parece que hay una cuerda ahí.-señalo detrás de el.

-Francis, Drake y Coby, salgan de ahí...-hablo la madre.

entonces, de detrás de la estantería aparecieron los 3 pequeños niños, uno con la cabeza baja, y los otros dos gemelos empujándose. hasta que se pararon quietos.

-vamos, entren a la casa, están en problemas...-la madre, quien tenia una expresion realmente terrorifica cuando lo dijo, tomo de la mano a los gemelos y le indico al otro que la siguiera, y los cuatro se metieron en la puerta que estaba al final del pasillo, que a mi suposición era la entrada a la casa desapareciendo de nuestra vista.

-me disculpo sinceramente por eso...mis hijos son un poco inquietos y les gusta jugar bromas.

-no se preocupe.-dijo Alan levantándose.

-y bien, que van a comprar?

-mmm...-por andar preguntando no había visto nada que me gustase.

-el collar que esta en esa vitrina por favor.

el señor, nos llevo a la vitrina, bueno, Alan no había estado preguntando como yo, el pudo ver algo que le gustase para comprar, eso nos salvaría de esta situación. nos acercamos a la vitrina, donde estaba en un busto de mujer un collar simple, que tenia una concha con una perla bastante bonita en el centro, y nada mas, era solo la cuerda y la concha con la perla. me pareció hermoso.

-En estas islas, tener una perla es símbolo de fortuna y protección en el mar. es un bonito regalo para la señorita.-dijo el señor mirándome con una sonrisa que por alguna razón hizo que me sonrojara.

-ten, es para ti...-me dijo extendiendo la caja del collar hacia mi, sin mirarme.

-¡gracias Alan!- entonces salte a su cuello y lo abrace, este hombre es realmente un tonto.

Bajo las olasWhere stories live. Discover now