Muerte a los madrigales

Hijos de la Guerra

Somos hijos de la Guerra,
La madre más bastarda,
La madre más despiadada.
Se acostó con mil hombres
De izquierda y derecha.
Ella no discriminaba

Somos hermanos,
Hermanos en la tragedia.
Llevamos sin saberlo
Las cicatrices de nuestros padres.
Un dolor en nuestras mentes
Arrastramos desde antaño,
Nos mantiene en eterno letargo
Y sufrimos sin notarlo

Somos nietos,
De unos viejos desgraciados.
Cuyas caras no veremos
Para poder crucificarlos.
Para enrostrarles este daño
Y las secuelas de sus actos

Somos hijos de la Guerra
Y de padres torturados
O de autómatas despiadados,
Con mentes afectadas
Por la sangre derramada.
Creando guerra en sus casas,
Forjando ira en sus hijos

Somos hijos de la Guerra
Y levantamos el puño con fiereza
Cuando alguien se atreve
Y dice que la guerra
Es cosa del pasado,
Que las consecuencias
Son solo políticas,
O que estamos exagerando.
Porque sabemos bien
Que nuestros padres
Nos golpeaban
Con el mismo hierro que la guerra
Usó para romper sus cabezas.
Porque sabemos bien
Que nuestros padres
Nos criaban
Con la indiferencia de una bala
Silbando en la batalla.

¡Sociedad!
No esperes buenos niños,
Que tú no das nada a cambio.
Somos hijos de una perra
Que se marchó en las décadas.
Somos hijos afectados
Por los problemas que otros empezaron.
Somos hijos de hombres malos,
De padres abusadores;
Desde solo estrictos
Hasta incluso violadores.
¡No nos pidas moral!
¡No nos pidas respeto!
En mi casa no me enseñaron eso.
Me enseñaron a golpear mujeres,
A que si grito lo suficiente
Seré con autoridad admirado.

¿Sabes sociedad?
No todos somos tan fuertes,
Como para pasar aquello por alto,
Así como nuestros padres
No superaron
Los eventos traumáticos