Una Mala Noticia

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-¡No puedes hacer esto, es simplemente injusto!- grito sin poder contenerme -¡No puedes enviarme a ese horrible y aburrido lugar!

-Te equivocas, sí que puedo y lo voy a hacer- contesta mi padre, irritado – ¡Ya tienes que tomar enserio tus obligaciones como Dios! ¡No puedes pasarte la vida con las ninfas, jugando con Apolo o en esas fiestas de Dionisio!

-¿Pero qué tiene que ver ser el Dios de la Muerte, con pasar tiempo en la Tierra?- pregunto enojado- Para eso, no se necesita ir a ese lugar, lo puedo hacer desde aquí.

-Para ser, Dios de la Muerte, primero tienes que saber cómo es la vida y no simplemente observarla, si no, sentirla, vivirla en carne propia- dice inspirada y apasionadamente –Después de pasar por esa experiencia, entenderás la muerte, lo difícil y complicada que es, además de que te hará tomarte tu trabajo más enserió.

-¡¿Y porque no envías a Timeus o a Lilia!? ¡Esto es muy pero muy injusto!-

-No metas a tus hermanos en esto. Ellos se hacen cargo de sus responsabilidades, cosa que tu no haces.- responde cada vez más enojado.

-Solo es por una vida, no será por mucho tiempo- contesta mi madre desde su trono hecho de flores al lado de mi padre. – Vivirás como un adolecente normal de 17 años, iras a la escuela, tendrás amigos, vestirás como un humano normal y corriente, serás un alumno de intercambio, vivirás con una familia normal, crecerás y envejecerás.

-¿No puedo vivir solo?-

-Ya empezó a hacer berrinches- Oigo susurrar a mi madre mientras voltea los ojos.

-¿Por lo menos podré vivir en un apartamento? De esos que los humanos consideran muy lujosos y costosos.

-No, levantarías sospechas y no queremos que te investiguen- contesta mi padre con un tono cansado –Seguirás recogiendo las vidas de los mortales asta tu propia muerte, una vez muerto, tu alma volverá al inframundo volviendo a crear tu cuerpo, pero esta vez como el cuerpo de un Dios.

-De acuerdo, pero solo será una vida y no quiero perder mis dones o mi hermosa apariencia- exijo en dirección a los dos tronos en los que se encuentra mis padres, uno echo de huesos blancos perfectamente pulidos y ensamblados de tal forma que quedan como hermosos y blancos mosaicos, formidable de una forma muy recia a comparación del que tiene al lado, más pequeño y elegante, echo de flores y cultivos perfectamente entrelazados uno sobre otro formando costuras e imágenes inimaginablemente hermosas.

-Está bien- contesta carraspeando –Pero no podrás mostrarlos a mortales, tienes que ser discreto.

-Te daremos todo lo necesario para comenzar tu vida en la tierra, partirás mañana a primera hora.

-Está bien- digo bajando la vista al piso

Salgo del salón principal para dirigirme a ver al obstinado de mi amigo Apolo en el Rio de las Almas.

Veo salir a mi hermana Lilia de las sombras que crean las grandes rocas al lado del rio, < ¿No puede acercarse caminando como cualquier criatura normal?, ¡pero siempre tiene que ser tan tenebrosa! > lleva puesto un sencillo vestido largo blanco, entallado con corte de sirena que cae como una cascada color blanco brillante, su pelo de un color rubio platinado cayendo por sus pálidos y aparentemente frágiles hombros hasta llegar a la cintura, su rostro tan pálido y terso como porcelana blanca con dos grandes ojos de un color verde electrizante, labios gruesos y rojos formando una sonrisa cancina con dos grandes hoyuelos en su cara redonda, delicada y hermosa, se acerca desde atrás de las rocas contoneando sus caderas al caminar.

Enamorada de un DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora