1 ROBO DE MEDIA NOCHE

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ya era jueves por la media noche cuando la joyería se encontraba totalmente cerrada mientras dean ambrose le hacia los últimos ajustes a su equipo, su informante le había dicho que hace dos días había llegado a ese local un rolex de oro con incrustaciones de diamantes valorado en ochenta mil dolares, dean siempre fue el tipo que parecía un chico bueno pero en su interior era una manzana podrida, el mismo estaba consiente de ello por lo que no necesitaba la opinión de terceros sobre como manejar su vida, dean soltó una sonrisa al imaginarse a si mismo, cabello castaño con ojos esmeralda y un cuerpo envidiable, o eso siempre le decía su ex novia renee, dean se maldijo mil veces por sus adentro, desde que su ex había muerto lo había perdido todo el sentido a ser legal, era un ladrón de guante blanco increíble, podía entrar y salir de cualquier lugar sin siquiera llegar a ser detectado y ni hablar de los imbéciles policías que siempre se quejaban de nunca poder atraparlo, dio una sonrisa para sus adentro y lanzo la cuerda por debajo del traga luz, se había vestido de color ceniza para poder ser indetectable, dean sabia que ese era el error de muchos ladrones, siempre se iban por lo seguro con en el negro cuando muchos locales a los que robaban tenían paredes claras, por eso siempre atrapaban a esos idiotas.

dean se dirigió primero a la sala del jefe cuando habría la puerta silenciosamente para buscarla... ¡¡¡BINGO!!! allí estaba la computadora central, ellos le estaban haciendo el trabajo demasiado fácil, saco su driver usb y lo introdujo en la computadora cuando aparecieron un montón de programas hacker que desbloquearon la computadora rápidamente, dean busco el programa que estaba conectado a la alarma de la caja fuerte donde se hallaba el reloj abrió el archivo y su driver automáticamente le dio la contraseña, no pudo evitar soltar una risa

- mi pequeño pony -dijo en voz alta soltando varias risas

el tipo debería ser un idiota se creía que con esa contraseña iba a proteger un objeto valorado en mas de ochenta mil dolares, cuando su driver le informo que todas la alarmas habían sido desactivadas se fue a la sección de cajas fuertes que siempre estaba por la parte de atrás de las tiendas, ni siquiera se preocupaban en ponerle un desafió o algo que lo hiciera pensar enserio, dean se pregunto si todos esos imbéciles se reunían juntos para discutir propuestas anti-obos o simplemente lo tecleaban en google

abrió su mochila y saco unos micrófonos para sordos y les subió al volumen máximo, pego su oreja al frió metal de la caja y escucho... seis a la izquierda... dos a la derecha y... tres a la izquierda, no pudo evitar soltar una sonrisa de satisfacción, hasta considero en hacer un baile feliz al oír cuando la caja se abría y la puerta se alzaba frente a el dejándole a plena vista una pequeña caja con cifrado digital en forma rectangular, dean esbozo una sonrisa, bueno al menos hicieron algo que no fuera tan obvio, pero dean siempre estaba preparado para todo tipo de casos, se saco el audífono del oído y volvió a meter la mano en su bolsa y saco un pequeño taladro portátil negro para este tipo de casos, introdujo la punta del taladro en la parte donde se introducía la contraseña y lo encendió, si realmente existía un dios dean le estaba agradeciendo por hacer que comprara el modelo silencioso cuando de repente un movimiento lo saco de sus pensamiento, era la caja abriéndose, dean sonrió mostrando sus hermosos dientes blancos y moviendo la cabeza hacia arriba por el alivio, allí estaba, su premio por el largo ''esfuerzo'' de esa noche, lo tomo con delicadeza y lo guardo en una bolsa negra y luego introdujo en su mochila de gimnasio, cerro la puerta para que a la mañana siguiente el imbécil del dueño se llevara una pequeña sorpresa, con una ultima sonrisa para el lugar, dean subió por la cuerda que dejo en el traga luz y escucho un ruido blanco en el suelo, cuando subió el resto de la cuerda y voltio a mirar maldijo silenciosamente, su mp3 se había caído al suelo, maldijo doblemente cuando el imbécil del guardia apunto con su linterna a esa dirección

- hola? -y dean maldijo al imbécil como nunca había hecho antes con nadie, cerro el traga luz rápidamente y se oculto en una de las orillas del tejado, pero no antes de ver como el guardia había recogido su mp3 y lo había mirado dudoso, dean se maldijo por ser tan engreído mientras se quitaba los guantes ceniza y los guardaba en sus bolsillos traseros mientras se iba a su departamento para hablar con el vendedor y poder cobrar su botín lo antes posible.

°·.

roman estaba dándoles los últimos arreglos a su informe del día de hoy, habían atrapado a dos vendedores de drogas y a un chiquillo escandaloso que creía firmemente que los policías eran unos corruptos sin corazón, había sido un día un poco agitado, tenia el cabello negro ya enredado y posiblemente con nudos, bolsas negras se posaban bajo sus ojos color zafiro y su piel morena estaba un poco pálida, roman y su equipo ya estaban cansados y ya todos estaban terminando sus informes y dejándolos en la oficina de roman, amaba su trabaja y no lo cambiaría por ninguna otra cosa, además no es que nadie lo estuviera esperando en casa, después de separarse de su esposa galina solo iba a ir a ver a su pequeña los fines de semana y ese ida era jueves prácticamente viernes, se tuvieron que quedar hasta tarde haciendo todo el papeleo de los chicos que habían atrapado hoy.

apago la luz de su oficina, tomo su chaqueta y salio de allí, cuando todo el mundo iba saliendo por la puerta el teléfono de emergencia comenzó a sonar, todos dieron un gran alarido mientras miraban hacia el cielo mientras roman pasaba por el pasillo descolgando el teléfono y llevándolo a su oreja

- policía de florida, ¿en que podemos ayudarle? -el no solía atender nunca las llamadas pero esta vez decidió hacerlo ya que ninguno de los miembros de su equipo se veía con cara de querer hacerlo

- si oficial... quiero... informar e-el robo de la joyería e-en que trabajo -dijo el hombre tartamudo al otro lado de la linea con la voz entrecortada, paso siguiente le dio la dirección a roman donde se encontraba dicha joyería

- puede decirme con exactitud que objeto les ha sido robado o fue un gran asalto y se llevaron toda su mercancía -pregunto roman con aire decidido, seria mas fácil si el ladro llevaba un gran saco de joyas, habría huellas digitales por toda la escena y seria tan solo cuestión de tiempo para encontrarlo

- se han llevado solo una cosa -dijo el hombre con voz entrecortada y llorosa- un rolex valorado en mas de ochenta mil dolares.

roman decidió ir al lugar y evaluar por si mismo, el robo de la joyería, obviamente el guardia estaba demasiado afectado como para hablar sobre aquello, roman le había alertado a su equipo para que fueran en marcha cuando todos soltaron jadeos de protesta decidió llevar solo a sus mejores hombres y los que le habían cubierto la espalda mas de una vez sus primos jey y jimmy, los gemelos tenían habilidades de rastreo que pocos policías poseían, eran capaces de con solo ver una escena deducir que era lo que había ocurrido en el lugar, no se quejo por el hecho de que fueran los únicos que se habían ofrecido a ir, ya con ellos tenia suficiente

cuando llegaron al sitio roman soltó un jadeo de confusión al ver que todo estaba limpio, no había nada roto, nada de sangre en el suelo, ni siquiera habían orinado en el lugar, el guardia los condujo al lugar de donde había sido extraído el reloj y roman se sorprendió a un mas al ver lo limpiamente que había sido abierta la caja fuerte

- es un ladrón de guante blanco -dijo jey clavando su mirada en el pequeño maletín plateado con un agujero en uno de los lados mientras su hermano jimmy asentía de manera aprobatoria confirmándole que había pensado lo mismo, los gemelos aveces daban un poco de miedo pensó roman ambos eran tan iguales, el cabellos largo y azabache, con los ojos castaños oscuros y la misma sonrisa de complicidad.

- solo un ladrón de guante blanco podría haber hecho algo tan limpio -dijo jimmy con una mirada fija en el maletín plateado- y no es cualquiera es uno muy bueno ¿déjeme adivinar desactivo las alarmas verdad? -dijo dándole una mirada desafiante al guardia el cual asintió de manera nerviosa

- dame las cintas de vídeo, las revisare mañana, no importa lo difícil que sea, nunca e dejado un caso a la deriva y este no sera la excepciona- dijo roman poniéndose serio y dándole una mirada al guardia de determinación al guardia cuando este asintió y fue a buscar las cintas de vídeo.

PERSIGUIENDOTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora