Pregunta

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Por su parte, Marinette había llegado bastante angustiada a casa, no podía evitar estar preocupada por su gatito tonto, aunque él le dijera que estaba bien, hubo muchas otras veces en el pasado cuando se había herido con los akumas que le había dicho lo mismo cuando no era cierto, en esos casos si bien había estado algo preocupada, no era nada parecido a lo que sentía ahora, las ocasiones anteriores eran solo golpes que máximo le dejarían unas cuantas cicatrices, ahora era algo realmente de vida o muerte.

-¿Tú crees que Chat está bien, Tikki?- pregunto la azabache sentándose en su cama mientras le daba unas galletas a su kwami y tenía la mirada hacia la ventana.

-Él estará bien Marinette, es Chat Noir- dijo la kwami devorando las galletas que le daba su portadora.

-Pero Chat Noir es una persona debajo de ese traje Tikki, el traje no lo hace inmune a todo- respondió dirigiendo ahora su mirada al suelo y empezando a mover su pierna de forma desesperada, se acostó y cerró los ojos intentando calmar esa ansia que estaba inundándola.

-Tranquila Marinette, el seguro está bien, los miraculous tenemos la ventaja de que le damos una "vida extra" a nuestro portador, en resumen, su miraculous evitara que llegue a un extremo demasiado peligroso- dijo la pequeña "mariquita" haciendo que a la azabache le saliera un suspiro de alivio.

Aunque tenía la certeza de que Chat no llegaría a estar en grandes problemas que arriesgaran su vida, aún tenía una extraña sensación en su cuerpo que la molestaba y al poco tiempo esa sensación fue suplida por la culpa ¿Cuántas veces había puesto en riesgo a Chat Noir? Aunque ella no supiera de su condición, ahora se estaba dando cuenta de que todo ese tiempo había usado a Chat prácticamente como un muñeco indestructible algunas veces, siempre era él el que recibía los golpes y ataques de los akumas, ya sea por protegerla o para distraerlos para que ella tuviera tiempo para preparar sus planes, ósea por culpa de ella.

Este pensamiento y sensación de culpa hiso que Marinette hiciera una mueca y sacara un suspiro de decepción de ella misma –Debo empezar a tratar mejor al gatito tonto- pensó mirando a su techo aun con la mueca en su rostro.

Después de unos minutos de tener su mente en blanco, la azabache se levando de su cama y se dirigió a su escritorio encendiendo su computadora, ignorando su fondo de pantalla, abrió el navegador y rápidamente escribió la palabra "Asma" en Google, no iba a arriesgarse a dejar a Chat en un peligro de muerte nuevamente y muy probablemente él no iba a decirle que podía y que no podía hacer, así que por su cuenta tendría que informarse acerca de aquella enfermedad con la que ahora tendría que convivir.

-Marinette, es hora de la patrulla- dijo la "mariquita" al ver que su portadora no pensaba moverse de la pantalla de su computadora.

La azabache bajo su mirada hacia la hora que indicaba su pantalla, se había pasado toda la tarde y parte de la noche investigando, solo había parado para cenar rápidamente para después seguir con su tarea; apago rápidamente su computadora y se transformó saliendo rápidamente por su azotea, iba tarde.

Cuando llego a la torre Eiffel su gatito tonto ya estaba ahí, el verlo sentado ahí sin problema alguno hiso que la mitad de su preocupación se desvaneciera, si bien aún estaba preocupada al menos sabía que su gatito no había llegado a extremos, el haber investigado acerca de los asmáticos solo la había preocupado más.

-Hola gatito- saludo llamando la atención del rubio y sentándose a su lado con una sonrisa pero aun con preocupación en sus ojos.

-Buenas noches, My Lady- devolvió el saludo con su sonrisa coqueta de siempre y el mismo tono juguetón, solamente había bajado el volumen de su voz.

Ladybug noto el cambio en el volumen de su voz, lo atribuyo a lo de esa tarde, seguramente estaba cansado, según había leído, normalmente después de un ataque de asma se necesitaba al menos un día para recuperarse por completo, si esta ataque era fuerte claro; realmente no sabía como identificar si el ataque del rubio había sido fuerte o no, pero no quería arriesgarse.

-¿Ya te encuentras mejor, Chat?- pregunto con genuina preocupación, aunque en realidad lo que quería decirle, corrección, gritarle era que se fuera a descansar, seguramente el gatito no estaría muy feliz con eso.

-Claro que si My Lady, en perfectas condiciones- dijo el rubio ahora con su volumen de costumbre, había notado el cambio de cara de su amada al oírlo, no debía preocuparla de más.

-Bueno- la azabache realmente no quería que su gatito se esforzara, pero él decía estar bien, además de que el miraculous lo protegía, pero aún tenía esa sensación de preocupación que la molestaba –Entonces comencemos la patrulla, gatito- dijo sin más, solo le quedaba esperar a ver como resultaban las cosas.

Para fortuna de ambos, la patrulla resulto tranquila, no hubo ningún akuma o algún crimen en el que ellos tuvieran que intervenir, estaban a punto de terminar y Ladybug casi suelta un suspiro de alivio al ver nuevamente la torre Eiffel, estaban a unos techos de llegar, una vez llegaran, seguramente conversarían como siempre y Chat tendría tiempo al menos de descansar un poco.

Pero desgraciadamente, el alivio no le duro mucho.

Antes de poder llegar a la torre, la azabache pudo escuchar como Chat se detenía con la respiración agitada, rápidamente se volteo para asistirlo, pero se encontró con el gatito ya utilizando un inhalador a un techo de distancia.

-¡CHAT!- la heroína rápidamente salto hacia su compañero, el ver aquel objeto medicinal siendo usado por el rubio casi provoca que le diera un ataque a ella, cuando llego junto a su compañero él simplemente la miro con una sonrisa que tenía la intención de ser coqueta, pero resulto ser una cansada.

-Tranquila, My Lady- intento calmarla el rubio mientras se sentaba en el techo donde se encontraban, soltó un suspiro de cansancio y termino acostándose mirando hacia el cielo –Solo me canse un poco, nada de qué preocuparse- giro la cabeza hacia donde se encontraba la heroína carmesí teniendo una sonrisa en el rostro, algo forzada claro, no quería preocupar a su Lady.

-Chat, si estabas cansado, debiste decírmelo, lo entenderé- regaño la azabache hincándose frente a la cabeza del rubio –No quiero que te sobre-esfuerces, sobre todo hoy- termino de regañar a su compañero para empezar a acariciar su cabello en forma de arrullo y también un poco de vicio de su parte, siempre amo y envidio la suavidad del cabello y piel del minino, muchas veces había intentado sacarle el secreto para tenerlos tan cuidados, pero este se rehusaba.

-Gatito, tienes que decirme tu secreto para tener el cabello tan suave, no puede ser producto de la obra de Dios- la azabache trato de relajar un poco el pesado ambiente con este comentario, sacándole unas risas al rubio.

-Lo siento mucho My Lady, pero es secreto de rubios guapos como yo- dijo con voz coqueta el héroe mientras disfrutaba de los mimos en su cabello y se acomodaba mejor en el regazo de su amada, rara era la vez en la que podía hacer esto, tenía que aprovechar la oportunidad.

Ladybug soltó una carcajada ante el comentario del minino mientras seguía jugando con los cabellos rubios –Chat ¿Puedo preguntarte algo?- pregunto de la nada mirando un poco indecisa al rubio.

El héroe se quedó mirando atentamente a su compañera, algo confundido ante su repentino cambio de actitud –Claro My Lady, lo que desee- el rubio sonrió al terminar de hablar, el ya había dicho anteriormente que siempre estaría a su disposición.

-¿Desde cuando tienes asma?-


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Ok, si, el cap salio antes de los esperado jeje, pero realmente no creí que me vendría la inspiración hoy.

Bueno, como pudieron notar, creo, intente ponerle un poco de humor casi al final, espero que les guste, intente apegarme a su personalidad lo más que pude.

Espero que les guste, bye-bye

Te ayudare a respirarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora