Entré a un pasillo enorme donde pensé que me encontraría solo, pero era todo lo contrario. Conté máximos unos treinta y siete personas esperando por su turno para la entrevista, más aquellos que ya habían salido de esa habitación. Imbécil. Susurré lo más bajo que pude. Luke había dicho que sería fácil y que obviamente conseguiría el trabajo. No creo conseguirlo con un simple papel que dice "Graduado de Administración en la Universidad de Tennessee." Podía apostar que aquellos tenían diplomado en Harvard o Yale.
Pasaron al menos dos horas y aún estaba la mitad de los solicitados. Pensé en salir de ahí y mentirle a Luke diciéndo que no me aceptaron, pero quedaría en mi conciencia moral, además de que sería todo un cobarde; quería demostrarle a Grace lo que era capaz de hacer, no la odiaba, la aborrecía. Esperaba con ansias el día en que Luke encontrara a otra chica, o incluso un chico, no me importaba, solo no quería estar parado el día de su boda fuera de la igleasia solo porque Grace le dijo a Luke que no me quería en su boda. A veces exageraba, pero hablabamos de Grace y nunca sabes que esperar de ella hasta que esperas más de cinco horas fuera del departamento donde vives justo en el cumpleaños de tu mejor amigo, mientras su novia le dice que no has llegado.
Pero como sea, era su vida y cada quien decide como arruinarla.
Detuve por un momento mis pensamientos mientras miraba de nuevo a aquella chica castaña por el enorme cristal que separaba las habitaciones. Caminaba de un lado a otro con esa ajustada falda color azul marino y desesperada, pasaba unos cuantos cabellos que caían sobre su frente hacía destrás de su oreja. Al parecer sintió mi mirada, o por alguna razón empezó a sentirse incómoda mirando a todos lados, buscándo por aquella mirada que la perseguía. Reí por su acción de susto y en ese instante su mirada atrapó la mía. Y fue mi turno de asustarme, mis ojos se abrieron totalmente al encontrarme con ella, era como si yo no quería que me atrapara en tal acto de acoso. Sonrió y desapareció de mi vista por completo. Me levanté del pequeño e incómodo asiento tratándo de buscarla sin verme tan obvio, pero sí, era muy obvio.
—¿Buscabas algo?— su voz apareció de nuevo detrás de mi e hizo que mi cuerpo estuviera dos centímetros arriba del suelo.
—Sólo buscaba a Luke.
—Él está del otro lado de la habitación, pero puedo llamarle si quieres. Para eso estoy.— sonrió con pena y volvió a posicionar su cabello en su oreja.
—Deberías poner un pasador sobre eso.
—Lo haré. Puedo saber cuánto tiempo llevas esperando.
—Unas dos horas, más o menos.
Empezó a tartamudear, tal vez tratando de decir algo que estaba indecisa en decir. Sus gestos hablaban por ella. Miró hacía aquella enorme puerta abriéndose, se apartó y corrió hacía ella sin despedirse. Me pareció gracioso la forma en la que corría con esos tacones; entró por unos segundos y asomó su cabeza llamándome con su mano, a diferencia mía, ella lo hacía de forma discreta para que nadie lo notase. Avancé un paso hacía el interior de la habitación. Llena de libros y enciclopedias, era como dar un viaje de vuelta a la Universidad. El enorme ventanal de un lado de la habitación hacía que luciera aún más grande de lo que era. No había momento del día en que la luz del sol no entrara.
—Él es Michael...
—Clifford.— estreché mi mano con la de aquel señor de traje muy elegante. Era BOSS, por supuesto que era elegante. —Un gusto.
—Fue solicitado por Luke Hemmings, ¿cierto?—asentí.— Por lo que veo, trae papeles que enseñarme.
Entregué rápidamente el sobre que llevaba. Diploma de la Universidad y una que otra carta de recomendación de otros trabajos, falsificadas por mi, obviamente. Les echó un vistazo una y otra vez.
—Universidad de Tennessee, que sorpresa. También estudié en ese lugar.— de nuevo miraba cada detalle de esas hojas y mientras más miraba, más me ponía nervioso.—Administración. Es raro que no haya jugado en el equipo, ¿le gusta el futbol?
—En realidad nunca me...
—Yo era mariscal de campo, eramos el mejor equipo y lo siguen siendo. ¿Qué piensa usted acerca del equipo?
—Sí, claro, nunca me perdía un partido. Eran grandiosos.
—Claro que lo eran.— dio unos pequeños golpes en las hojas y las acompodó en un lado apartado de las demás.—Nosotros, te llamaremos ¿está bien? Fue un gusto conocerlo.
—Sí, igualmente.
Ambos, tomándo en cuenta a Paige, salimos de ahí. Me miraba sonriente, parecía una buena señal. Contando el hecho de que puso mis papeles en otro lado, podía contar como otra buena señal. Dos de tres, la tercera sería que me llamaran. Y por la reacción de Paige estaba seguro que lo harían.
—Gracias por eso.
—En realidad, tu pase a esta entrevista fueron tus estudios en Tennessee. ¿De verdad eran tan buenos?
—No lo sé, odio el futbol.
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9/11; m.c
Fanfiction||11 de septiembre de 2001, una de las situaciones de mayor gravedad que Estados Unidos ha vivido hasta la actualidad.|| Prohibida su adaptacion y/o copia. Todos los derechos reservados a sleepingxluke.