Capítulo 3.

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-Está bien Tía tú ganas, yo Emilia Roselvet prometo buscar esa caja y no descansar hasta encontrarla. <<Pero ya será mañana, me están esperando abajo>>. Bajo corriendo las escaleras para reunirme con mis padres y partir a casa,en la parte de atrás en el auto recargo mi cabeza sobre el ventanal y por el sendero que está a lo lados rodeados de altos árboles en el retrovisor veo como el interior de la casa se ilumina desprendiendo luces blancas por las ventanas y luego desaparece. 
<<Dios estoy volviéndome loca>>

Llego a casa, tengo que aceptar que soy una privilegiada, vengo de una familia con muy buen nivel económico, nunca me ha faltado nada y lo agradezco, subo a mi cuarto ,está igual como siempre tan grande que a veces lo siento  vacío , es de un color blanco ,la pared frente a mi puerta es completamente una ventana que da hasta el piso con vista hacia el jardín,se encuentra mi cama que es super gorda que lo alcolchonada que está y llena de cojines de todo tamaño en colores rosa y blanco, a los lados tiene mis mesitas que ambas sostienen grandes jarrones llenos de flores rosa pálido con unas pequeñas lamparas a juego , en las paredes hay marcos con algunas fotos que me fascinan ,también está mi tocador y mi escritorio, mi baño y armario son un sueño,ya que yo misma los decoré.

Llega mi perrita Erina una cocker tiene apenas 3 meses, rio al recordar la cara de Irina la fastidiosa de mi prima al saber el nombre de mi perrita, debo aceptar que me gusta fastidiarla a veces pero esa vez no fue ese el motivo simplemente ese nombre me gustó para ella,  la alzo y me recuesto en mi cama mientras la coloco sobre mi pecho, entonces lame mi nariz, me hace reír y amarla cada vez más, me cambio de ropa por mi pijama, me miro en el espejo y ahí estoy, ni alta ni bajita sólo una estatura adecuada, mi cabello es ondulado y de un café tan intenso, mientras que mis ojos son sumamente marrones, no me considero hermosa pero estoy satisfecha con lo que es mi aspecto, tomo a mi perrita y la pongo en la cama conmigo.



-Descansa pequeña....

Son las 3 de la mañana y no logro conciliar el sueño,sigo pensando en lo que vi.... Volteo para ver a mi perrita y me encuentro con que goza de un sueño sumamente profundo.

-Diablos,quisiera estar tan dormida como tu Erina.

Estoy algo cansada, pues ayer casi no dormí pensando toda la noche,subo la gran escalera de la casa de tía Clemetín que parte en  hacia ambos lados, la de ella estaba en el lado izquierdo, entro a su cuarto y de nuevo siento esa sensación de soledad.

Empiezo buscando en su cajonera la cual se encuentra intacta, pues no hemos querido sacar nada por un tiempo, abro cajón por cajón si encontrar nada mas sus pijamas y otras prendas perfectamente dobladas,al legar al último mientras buscaba encuentro una foto muy vieja,era en blanco y negro pero a la vez café por lo vieja que estaba, era una pareja la chica reía con la boca abierta,como si el chico con quién aparece en la foto acabara de contarle el mejor chiste del mundo,se veía totalmente hermosa,tenía un peinado muy al estilo vintage, con un vestido de manga corta sencillo de lunares, el chico era realmente guapo ,aunque se mostraba de perfil ya que se encontraba viendo a la chica.......

-Oh por dios.. es la tía Clementin, he tardado en reconocerla pero se que es ella....

Abajo en la esquina derecha tenía una dedicatoria que decía :

Sobre tu mundo y el mio está el nuestro,siempre nuestro.


Un poco de miseria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora