Hacerte Recordar [Wigetta Fanfic] [EN EDICIÓN]

Capítulo 11 [Parte 2]

Narradora:

Los dos chicos se subieron al Corolla blanco. Samuel, una vez que se aseguró de que Guillermo estuviera listo, puso en marcha el coche. La primera parada sería el cine. El trayecto fue de un lapso de tiempo normal y afortunadamente no había alguna clase de embotellamiento.

El trayecto fue igualmente relajado, alguna que otra vez, alguno de los dos se atrevía a hablar. Samuel no apartaba mucho la mirada del camino, pero cabe mencionar que a veces volteaba a su lado derecho para ver de reojo a Guillermo, el cual no apartaba la mirada igualmente de la ventanilla.

Una vez llegaron al cine, bajaron del auto, y ahí fue cuando Guillermo se había arrepentido de no llevar siquiera una chaqueta o un buzo. Solo llevaba su delegada playera gris. Eran aproximadamente las cuatro de la tarde, y él nunca imaginó que a esa hora hiciera un frío de perros.

Samuel obviamente se percató de aquello por el repentino choque de dientes de Guillermo, Samuel por su parte tampoco llevaba una chaqueta o suéter, pero pensó que probablemente habría uno en la cajuela del auto. Él también tenía frió pero posiblemente no tanto como Guillermo, y preferiría mil veces que un resfriado le llagara a él que a Guillermo.

Se apresuró a dirigirse a la cajuela del auto, al abrirla se encontró con un suéter con estampado de flores, que posiblemente fuera de su madre - él cual obviamente no le daría a Guillermo - debajo de ese suéter, encontró un buzo de rayas azules y blancas, que realmente no recordaba de quien era, probablemente era de él. Lo sacó y cerró la cajuela para después encaminarse hacía donde se encontraba Guillermo esperando, todavía temblando del frío.

- Ten, póntelo - dijo amable Samuel entregándole el suéter a Guillermo, él por su parte tenia una extraña sensación en el estómago, no era desagradable ni mucho menos, era algo...extraño.

- Gracias - dijo poniéndose el suéter, con las mejillas sonrojadas y la piel pálida, la cara más inocente y hermosa que Samuel hubiera visto jamás, probablemente no había visto esa expresión ni siquiera antes del accidente, o quizás no fue lo suficientemente atento con la persona que tenía a su lado.

- De nada, parecías Rodolfo el reno - mencionó Samuel dejando escapar una risilla.

- Es que es tonto - dijo Guillermo uniéndose a su risa. Se encaminaron a la entrada del cine y se dirigieron a la barra en donde se compraban los boletos. Decidieron ver una película animada, compraron los boletos y se dirigieron a la sala en donde se proyectaría la película.

Habían comprado unas palomitas grandes y un refresco para cada uno. Al llegar a la sala, ya se encontraban algunas personas en sus lugares. Estaba muy oscuro, lo cual dificultó un poco la búsqueda de sus asientos. Una vez los visualizaron se encaminaron hacia ellos y se sentaron. Pronto empezaría la película, y a cada minuto más personas iban llegando y ocupando sus lugares.

Finalmente la película empezó. La proyección era entretenida y a veces ganaba risas del público. Guillermo iba a tomar unas cuantas palomitas pero en el momento en que metió su mano en la caja de palomitas, agarró algo que no eran palomitas, era la mano de Samuel la cual ya estaba en la caja anteriormente.

Samuel al notar el tacto se estremeció y una sensación nerviosa invadió todo su cuerpo. Quitó la mirada de la gran pantalla y la dirigió a la caja de palomitas y después hacía Guillermo, quien al parecer no soltaba su mano, estaba estupefacto y a pesar de la poca iluminación, estaba completamente sonrojado.

- Pe- perdón - dijo Guillermo alejando su mano de las palomitas, se le había quitado el hambre. Samuel no dijo nada y en su cara se formó una sonrisa que no se quitó durante toda la proyección. Al terminar salieron del cine y se dirigieron en el auto hacia una pequeña cafetería.