Capítulo 20

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Narradora:

Era Martes. Guillermo estaba otro día más en esa incómoda camilla de hospital, durmiendo. Casi siempre dormía cuando no tenía nada que hacer. Realmente no sabía si quería regresar. Por un lado, quería volver para estar con sus amigos, quería disfrutar de total libertad, se sentía aprisionado en ese cuarto. Literalmente. Sólo se podía parar para hacer sus necesidades. Las raras veces que tenía la oportunidad de salir de esa habitación era para que le hiciesen estudios, más de los que ya le habían hecho.

Y por el otro lado, tenía miedo de volver. No quería que le sucediese algún otro incidente. No quería encontrarse de nuevo con Damián, no quería ver a ese hombre, que por muy corto periodo de tiempo, estuvo en la cabeza de Samuel.

Samuel.

Se sentía extraño. El castaño había venido el lunes después de la universidad para visitarlo. Desde el término de sus clases hasta las diez de la noche más o menos. No entendía con exactitud como era que Samuel le pudiese soportar tanto. Guillermo a veces era un tanto terco y con carácter fuerte. No creía que hubiese una persona en la faz de la tierra que pudiese soportar su actitud.

Pero al parecer estaba equivocado. Samuel le trataba tan... amable y gentil. No sabía porque cuando Samuel le denominaba con apodos tan melosos, sentía algo raro. No quería imaginar la posibilidad de que fuesen esas malditas "mariposas". Él no recordaba haber sentido esa sensación antes. No recordaba haberse enamorado alguna vez.

A veces se sentía vacío sin explicación alguna. Pero curiosamente se sentía feliz algunas otras. Ese chico castaño que había logrado encantarlo. Ese chico que extrañamente se le hacía tan familiar. Sus sueños extraños no habían desaparecido. El domingo y el lunes había tenido el mismo sueño. Exactamente igual. Y desafortunadamente no pudo descubrir que seguía, porque cuando llegaba al mismo punto, se despertaba de repente. No podía controlarlo.

En su cabeza todavía estaba la incógnita de quién era ese chico que le esperaba en la puerta. Aquél que dejó libremente que Guillermo se abalanzase sobre él. Pensaba que quizás era una de las tantas alucinaciones que a veces tenía. No le veía absolutamente nada de sentido a aquella escena. Sólo reconocía una cosa. La voz de Samuel. La podía escuchar casi claramente.

El cerrar de una puerta interrumpió sus pensamientos mientras dormía. Él no era exactamente de los que tenían el sueño pesado. Él no quedaba prácticamente en un coma cuando quedaba dormido. Al contrario, cualquier sonido - no importaba la magnitud - le despertaba instantáneamente. Y aquella no era la excepción.

La conversación se resumió en que el doctor por fin daría de alta a Guillermo. No se sentía eufórico, se sentía nervioso. Vería a Samuel.

[–]

Es muy corto, lo sé. En el próximo habrá salseo y será más largo ^^

Hacerte Recordar [Wigetta Fanfic] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora