My brother's girlfriend

Capitulo 29.

-Camila-­ Dinah llamó la atención de su mejor amiga por sexta vez en diez segundos, los ojos chocolate parpadearon rápidamente mirando a la chica a su lado con el ceño fruncido­ -¿Qué demonios te pasa?-­ Ella preguntó en susurro, las mejillas de la castaña se volvieron de un rojo brillante cuando todas las imágenes y recuerdos de ayer volvieron a pasar como un película en su mente, dios, ella había sido incapaz de dejar de pensar en aquel momento, aun las sensaciones nuevas que había experimentado ayer no han dejado su cabeza, aun podía sentir cada toque, cada respiración, cada gemido, la temperatura de su piel caliente sobre la suya

­-Camilaaaa­-Dinah aventó la pelota de voleyball en la cabeza de la chica, automáticamente la castaña se quejó frotándose la parte trasera de esta

-­¿Qué demonios te pasa, Dinah? Eso dolió-­ Camila se quejó otorgándole una mirada de reproche, la polinesia solo cruzo los brazos mirándola con recelo

- ­Haber si con eso tu mente vuelve de donde esta-­ Camila miro hacia todos lados, percatándose que cada pareja estaba haciendo sus calentamientos concernientes, ella dejo escapar un suspiro cansado mientras miraba a su mejor amiga fijamente a los ojos, la chica polinesia suavizó la mirada consiente de la expresión desconcertante de su amiga, ella se acercó con cautela posando una mano sobre la de la chica y sin darle tiempo de reaccionar Dinah la estaba arrastrando fuera de su clase de PE. Internamente Camila agradeció rotundamente el gesto de su amiga, ella odiaba la clase, odiaba sentir el sudor en su cuerpo y sus muslos doler por algún deporte o actividad completamente torturadora, los ojos de Dinah viajaron por todo el vestidor cerciorándose que ni una sola alma estuviera ahí, cuando esta lo comprobó acorralo a su mejor amiga en una esquina mirándola con el ceño fruncido y los brazos cruzados

­ -¿Qué te está pasando Chancho? - Camila se mordió el labio nerviosamente bajo la mirada acusadora de Dinah, ella se pasó una mano por su cabello mientras rogaba porque el rubor en sus mejillas no fuera predecible, la sonrisa socarrona se abrió paso en los labios de Dinah, demonios, al ver esa expresión en la cara de Dinah las mejillas de Camila se encendieron de momento­- Tu lo hiciste, oh dios mío, tu maldita... Camilaaaa-­ Dinah canturreó con burla

- ­No, no, no es lo que imaginas no­nosotras no­ ella y yo.. no, ustedes llegaron y después­- Camila balbuceaba miles de cosas intangibles, Dinah tuvo que poner su mano en su boca para que esta dejara de hablar, ojos chocolate mirándola como un siervo perdido con las mejillas de un rojo brillante, dios, Dinah hacia todo lo posible para no reírse a carcajadas de ella y su expresión llena de pánico y vergüenza

- ­Mila respira, voy a quitar mi mano de tu boca y vas a decirme con claridad cualquier cosa que estabas intentándome decir antes ¿De acuerdo?-­ Camila gruñó asintiendo con la cabeza, la maldita sonrisa pícara de Dinah se mantenía en sus labios haciendo que su cara siguiera ardiendo, su mejor amiga retiro su mano y Camila bajo la mirada al instante consiente de que si seguía mirándola probablemente las palabras seguirían tropezando en su boca, Camila comenzó a abanicar su camisa, demonios, ¿Cuándo se había puesto tan sofocado el lugar? Ella tentativamente alzo la mirada para ver a Dinah como era de esperarse con las mejillas hinchadas aguantando la carcajada, Camila resoplo una vez más agachando la mirada hacia el piso, dios, en esos mementos solo quería aventarle a Dinah algo en la cara.

-­¿Estas disfrutando esto verdad?-­ Ella murmuró y fue cuestión de segundos para que la risa estruendosa de Dinah resonara en el lugar, el sonido de su risa era insoportable para Camila en esos momentos, lo único que podía hacer era resoplar molesta una y otra vez esperando que las carcajadas de su mejor amiga desaparecieran­ -Dinah por favor-­ Camila dijo en modo de súplica y al ver aquella mirada que decía "Piedad" la chica polinesia se obligó a si misma a recobrar la compostura, ella tomo unas suaves respiraciones y después de tomar el control total de su cuerpo asintió con la cabeza mirando con total tranquilidad y atención a su mejor amiga. ­