Capítulo 3. "Puzzle"

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A las afueras de Central City, en un almacén abandonado...

— Mick se ha largado. — anunció Lisa irrumpiendo en la habitación donde se encontraba su hermano mayor.— Ha cogido su parte del atraco al Banco Nacional. — Se dejó caer en un asiento junto a él.

— Ya volverá. — se limitó a decir Leonard. Rápidamente guardó algo en uno de los bolsillos interiores de su parka y miró a su hermana de reojo.

— ¿De nuevo mirando esa vieja foto? — le recriminó a su hermano. — Nunca vas a decirme quién era esa niña, ¿verdad?

— De momento no. Cuanto menos sepas, mejor. — sentenció. Lisa resopló mostrando su total desacuerdo y se levantó de su asiento dispuesta a abandonar la habitación. —Lis... — dijo Leonard haciéndola detenerse a mitad de camino. Se giró para escuchar lo que su hermano tenía que decirle. 

— ¿Sí, Lenny? — preguntó ella. Leonard se levantó y fue en su dirección dedicándole una breve mirada antes de seguir su camino hacia la puerta.

— No me esperes despierta. Tengo... asuntos que atender.

Lisa volvió a resoplar con resignación. Odiaba no saber en que andaba metido su hermano, aunque sabía con certeza que Lenny nunca haría nada que pudiera ponerla en peligro, pero también sabía que no se preocupaba tanto por sí mismo. 

En ese mismo instante a unas manzanas de allí, en un lujoso ático...

— Aquí está todo. — dijo Nina tirando el saco que contenía más de un millón de dólares ante un hombre sentado en un gran trono, cuyo rostro no podía distinguirse entre las sombras.

— Buen trabajo, Fields.— el misterioso hombre atrajo el saco hacia sí. — Sabía que podía confiar en tí.

— Está todo. — aclaró la chica viendo que el hombre parecía estar contando los billetes. — Cuando llegué el Capitán Frío y su equipo estaban terminando el atraco.

— Perfecto. — dijo dejando el saco a un lado. — Ahora necesito que lleves a cabo la segunda parte del trabajo.

— ¿Segunda parte? — preguntó la rubia confusa. — Creía que con esto ya estábamos en paz.

— Siempre tan ingenua. — dijo riendo el sombrío hombre. Nina frunció el ceño ante su burla. — No puedo prescindir de ti de momento, y lo sabes. Eres la última.

— ¿Qué tengo que hacer? — preguntó resignada. Sólo quería terminar con todo esto lo antes posible. 

— Quiero que mates a esos criminales de tres al cuarto de el banco. — pidió en tono condescendiente. Nina palideció al instante y comenzó a negar con la cabeza nerviosa.

— ¡No soy una asesina! — gritó. — No pienso matar a nadie.

— ¡Oh! Que mala suerte... 

Nina comenzó a sentir que perdía el aire. No podía respirar, le costaba incluso mantenerse en pie. Cuando estaba a punto de desmayarse sintió como su pecho volvía a abrirse y el oxigeno inundaba nuevamente sus pulmones. Se hallaba tendida en el suelo recuperando el aliento.

— Qué será entonces. Tú vida, ¿o la de ellos? — preguntó con una mueca de satisfacción en sus labios.

— Lo haré. — anunció Nina sin levantar la vista de el suelo. El hombre le dedicó una amplia sonrisa como aprobación.

Mientras tanto en STAR labs...

Tras visitar la escena de el crimen Barry se había reunido con sus amigos Caitlin Snow y Cisco Ramon para tratar de reunir nuevos datos que los llevaran hacia la misteriosa mujer de el Gold City Bank. Llevaban un par de horas tratando de recuperar los datos de el disco duro quemado sin demasiado éxito, cuando se unió a ellos Iris West.

Warm and ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora