-Aún soy tu Teddy Bear...
-Y aún cuando yo muera, ¿lo seguirás siendo?
Él suspiró y sus ojos se aguaron.
-Te prometo que nunca dejaré de serlo.
×
Historia totalmente creada por mi, no se admiten copias sin mi permiso, sé original.
Rubén Doblas Gunde...
Demether estaba comiendo sola, su madre había recibido una llamada de Gael, su padre, entonces tuvo que irse y dejarla sola.
Tocaron a la puerta y ella fue a abrir de mala gana.
Su alegría volvió a aparecer en su cuerpo y rostro, pues lo que vio al abrir la puerta no fue nada más ni nada más que a Rubén con un disfraz de osito.
-¡Tu Teddy Bear vino por ti!- gritó levantando los brazos.
Ella empezó a reír y lo abrazó. Él la hizo dar vueltas en el aire, sin dejar de abrazarla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dem le quitó la cabeza de oso y lo besó hasta quedarse sin aire.
-¿Que haremos ahora, osito?
-Siempre te ha gustado Alaska, ¿cierto?- le mostró las maletas que había fuera del departamento- Pues nos vamos de vacaciones.
-¡Por dios, te amo maldito oso!
-Yo también la amo, muñequita, por eso necesito que me abrace todo el largo viaje a nuestra nueva casa...y mire lo que traje para usted.
Rubén saco de una de las maletas el viejo oso de peluche que le había regalado a Dem hace tantos años, el mismo que ocasionó que ella lo llamara "Teddy Bear"
Y fue así, como ambos escaparon a Alaska, y tuvieron unas vacaciones de unos...tres años.
