-Aún soy tu Teddy Bear...
-Y aún cuando yo muera, ¿lo seguirás siendo?
Él suspiró y sus ojos se aguaron.
-Te prometo que nunca dejaré de serlo.
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Historia totalmente creada por mi, no se admiten copias sin mi permiso, sé original.
Rubén Doblas Gunde...
Dem y Rubén estaban en la casa del árbol de ella, aunque Dem prefería decir que era de ambos.
Reían por recuerdos y chistes acerca de las locuras que hicieron juntos; siempre fueron el blanco de los malpensados, pues por todos lados la gente veía a un hombre de veinte años jugando con una niña de once y creían que eran hermanos o que él era su padre, cuando en relidad eran mejores amigos.
De todas formas a ellos no les importa lo que los demás piensen, son felices así.
-Teddy bear- lo llamó ella señalandolo.
-Ama- respondió Rubén entrecerrando los ojos, Dem sonrió.
-Necesito ayuda con algo...
-¿Que? Dime y solucionare el problema más rápido que cualquier osito de peluche.
-Es que...- Dem tomó las manos de Rubén y jugó con ellas nerviosa- Hay un baile de fin de año y de egreso, pero no tengo con quién ir y... Eso.
Rubén sonrió encantado por las mejillas rojas de su amada Demether.
-Tengo la solución para eso- contestó rápidamente él.
-¿Cuál es?
Rubén se acercó un poco a ella.
-Te encontraré una pareja.
-Creí que dirías algo más indispensable que eso- se quejó ella tiernamente.
-Ya verás... Estará aquí el día y la hora de ese baile.
(...)
Demether se había puesto un vestido. Nunca usaba esas cosas, pero le encantó éste, la hacía parecer una princesa sacada de un cuento infatil.
Era rosa con muchos volados en la parte de abajo, algunas partes doradas arriba y eso fue perfecto para ella. Se puso unos borcegos negros abajo, no iba a usar tacones, nunca en su vida usaría eso y no podían obligarla.
Ató su cabello en dos perfectas coletas y guardó su celular en su brasier, pue sno quería andar cargando una cartera.
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Miró la hora en el reloj de la pared en su cuarto, ya sería tiempo de ir, pero Rubén pidió que espere a su pareja en su casa. Escuchó una bocina y se asomó a la ventana, era el auto de Rubén.
Bajó rapidamente con su chaquete de cuero en sus manos y saludo rápidamente a sus padres, no sin que antes su madre critique el que llevara borcegos, lo cuál ignoró.
Salió de la casa y cerró la puerta tras de si, tomó aire y volteó comenzando a caminar hacia el auto.
Rubén salió del susodicho y ella le sonrió, él simplemente la miró encantado.
-¿Trajiste a mi pareja?- preguntó ella nerviosa.
-En efecto- le abrió la puerta del copiloto y ella entró, luego él- Tu pareja soy yo...
Demether soltó una carcajada y luego lo empujó sin dejar de sonreír.
-Idiota, me asusté al pensar que traerías a alguien...así que por eso el traje tan elegante que llevas puesto- señaló Dem.
-Por cierto, lindos zapatos, ¿puedes caminar con ellos?- se burló él.
-Sólo vámonos, Teddy Bear.
-Como usted diga, ama.
***
Hey perras~
Si, el vestido de Demether es el de Mel en Pity Party lfldlfdl
