Dulce sabor a limón .

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En estos momentos me siento sofocado, en la playa. En esta época esta haciendo mucho calor y llega ser agobiante. Soy un chico que se amolda a cualquier tiempo climático, pero si que prefiero pasar calor a pasar frío.

También soy sencillo, bastante alto para mis 19 años y delgado. Tengo el cabello rubio y un poco largo; unos ojos color café que expresan muchísimo y unos labios rosados un poco gruesos. Como he dicho antes estoy delgado, y tengo la cara bastante perfilada, con unos buenos pómulos en donde recibo muchos golpes por lo problemático que soy. Eso no quiere decir que me deje pegar de cualquiera, por que yo doy el doble de lo que recibo.

Llevo una camiseta negra larga hasta mis muslos, y pese al calor llevo unos tejanos azules claros que se ceden a mis tobillos perfectamente. Unas zapatillas blancas, gorra y unas bonitas gafas son lo que más me identifican.

Me encuentro recostado en el capó de mi coche, fumandome un queridisimo porro. Vendita sea la marihuana..

Esta tarde invitaré a una chica que lleva semanas volviendome completamente loco. La llevaré a una cabaña pequeña que tengo cerca de la playa. Es un sitio bastante solitario y muy tranquilo, le encantará.

Después de terminarme el porro conduzco tranquilamente y voy a buscarla.

Llego y lo primero que hago es masticar un chicle de menta y mirarme en el espejo del retrovisor. "Tan guapo como siempre" me digo a mi mismo. Salgo decidido del coche y camino hasta la puerta de su casa. Toco el timbre tres veces como hago siempre, y la escucho decir que la espere 5 minutos en el coche. Hago lo que me pide sin rechistar y me vuelvo a recostar en el capó.

5 minutos después de mirar a las musarañas, sale de su casa y lo primero que veo es su pelo color chocolate largo hasta la cadera, con algunas mechas rubias. Me encanta su pelo, y huele tan bien.. Que me recuerda tanto a las noches que pasábamos juntos, pero no quiero entrar en detalles.

De la cara le cuelga una hermosa sonrisa que hace que me sienta entre las nubes por un largo tiempo. Hasta que llega a mi y me da un tierno beso en los labios con sabor a.. ¿Vainilla? Me encanta lo dulce que es conmigo.

Lleva una camiseta de rayas azules marinas y blancas, ceñida a su pequeña cintura. En la parte de abajo tiene un pantalón largo con algunos cortes que le hacen parecer una chica mala. Y para terminar unas zapatillas blancas como las mias.

Entramos en el coche y lo primero que hace es poner su disco, suena una canción típica de ella. Muchas veces la hago enfadar diciéndole que escucha música de tienda.

Yo conduzco mientras ella me mira atentamente, como si estuviera memorizado mi cara o algo así. A veces la miro y no me aparta la mirada. Dice que le encanta mirarme a los ojos, los ojos que dice que brillan tanto. Pero ella no sabe que es por su culpa.

Por fin llegamos a la cabaña; cojo algunas mantas, comida y helado que cogí antes de salir de casa. Busco la llave secreta de bajo de la maceta y entramos.

Ella me pregunta que donde esta la luz para que la encienda. Voy hacia la parte de atrás donde están los monitores y enciendo las luces de toda la cabaña. Le digo que voy a ir a por más cosas al coche y que vaya preparando la película que le prometí que veríamos.

Cuando llego ya está todo preparado, solo hacia falta mi quería Maria. Me hago un porro mientras ella mira atentamente la peli. De vez en cuando deja de mirar hacia la tele y me observa como hago el canuto. La miro y la sonrió diciendo "me has pillado"; ella también sonríe y me roba un tierno beso. Me quedo mirándola por que es preciosa.

Luego un poco más tarde, después de ver la mitad de la película, decido encenderme el pequeño porrillo de la felicidad. Cuando voy a acercarme el mechero para empezar a fumar, la niña tonta me lo quita de las manos y sale corriendo. Me empiezo a reir y voy buscarla por toda la casa. Llego hasta las habitaciones y la veo sentada sin la ropa que llevaba, solo su ropa interior.

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