Si estuvieras delante, te diría que me hubiera gustado haberte dicho más de lo que llegué a decirte. Que me hubiera gustado callarme todo lo que no debí haber dicho. Que las palabras no son más que palabras.
Si estuvieras aquí, te agradecería lo mucho que me ayudaste y escuchaste cuando más lo necesitaba. Gracias por estar conmigo en mis momentos buenos, pero más te agradezco que estuvieras en los malos. Fuiste el perfecto pilar que ayudó a reconstruir mi fortaleza.
Jamás te mencioné que me gustaban tus manos. Cuando acariciabas mi espalda, mi nuca y subiendo por el mentón.. Luego me mirabas a los ojos y me plantabas un casto beso; para mi lo era todo.
Nunca te dije que amé tu sonrisa. Cuando miraba hacia otro lado y daba la vuelta te pillaba sonriendo, mirándome muy atento a los ojos. Ese pequeño acto de cariño, me alegraba el día entero. Me gustaba tanto tu sonrisa, que hice cualquier cosa por verte sonreír.
Jamás te dije que me encantaban tus ojos. Puede que para otras personas fuera una mirada cualquiera, pero para mi era como sentir miles de pequeños voltios en mi estómago. Me acuerdo que nunca te podía sostener la mirada, pues era tan intensa que me hacías sonrojar.
Era como si pudieras leer cada uno de mis pensamientos. Me sentía como un libro abierto cuando me mirabas muy fijamente.
Si estuvieras a mi lado ahora, te diría que me encantaba besarte. Era como sentir que todo mi amor y cariño se canalizaba en esa zona, en donde tanto te besaba. También te diría que besé otras bocas y mordí otros labios, pero que los tuyos saben mejor. Que aunque otros bailaron más conmigo, como tú no baila nadie.
Como me gustaba que me abrazaras.. Me sentía pequeña entre tus brazos. Creo que es lo que más extraño de ti. Si te tenía cerca, podía sentir la protección que me dabas. Si te tenía cerca, podía sentir todo el cariño que me tenías. Si te tenía cerca, podía ser feliz.
Jamás te dije que me sentí muy amada a tu lado. En cada beso, cada abrazo, cada mirada, a cada acto presentía que me amabas un poco más. Si es que eso fuera posible.
Nunca te demostré el verdadero amor que algún día sentí por ti. Y ha día de hoy me arrepiento lo que no está escrito.
Si estuvieras delante te diría que otros duelen más, pero que tú dueles siempre. Que llevo tus heridas tatuadas de por vida.
Te diría que te recordaré como el primero de mi lista. Y como a el último que debí haber querido. Que todos fueron menos de lo que tú fuiste. Que todos fueron más de lo que deberían haber sido. O que ninguno mereció serlo más que tú.
Nunca te dije que es verdad que quise a otros, porque quiero más de lo que debería, pero que si dejamos de querernos -si es que eso puede dejar de hacerse- fue porque el azar no quiso darnos esa suerte.
Pensándolo bien, si estuvieras delante lo último que haría sería decirte nada. Por que ya no merece la pena.
Como he dicho antes, las palabras no son más que palabras.
